Priscila
Me pinto las uñas en el area silvestre de la universidad, apoyo el esmalte en la mesa, me mantengo quieta cuando Evan se acerca y se sienta en la silla del frente de la mía.
—Necesito hablar con alguien, sin que me andén señalando con el dedo —Suspira.
Sonrío.
—Vienes con la persona indicada, no puedo mover mucho las manos —bromeo y guardo el pintauñas.
Se ríe.
—Que bien.
—¿Has visto a Lucía? No ha venido a clases estos días.
—Justamente de ella quiero hablarte.
—Si es por lo de su plan, ya lo olvidé —Me soplo las uñas para que se seque el esmalte rosa —. Tengo cosas más importantes de las que preocuparme.
—Te ves tranquila hoy —opina.
—Arreglarme me relaja, cuando esto esté completamente seco, me volverá el malhumor.
—Pero no te enojes conmigo, por favor —Hace puchero y me río.
—Tranqui, no pasará.
Sonrío.
—Me alegra haber declarado mis sentimientos por ti, me siento más relajado, antes me sentía como atrapado, estoy contento de que esto no sea incómodo y que podamos seguir siendo amigos.
—Claro que sí ¿Qué querías decirme de Lucía entonces? ¿Te enamoraste de verdad? —me burlo.
—¡No! —expresa disconforme ante mi provocación —Me pasó algo peor, una grave equivocación y es un tema serio, así que tómalo con cautela, ¿sí?
—¿Qué pasó? —Bajo las manos a la mesa —Me dejas impactada ¡Cuánta intriga! —Alzo la voz.
—Bueno, es que... ¿Te acuerdas el día que fuiste al hotel y te peleaste con Tristán?
—¡Uf, sí! —Ruedo los ojos —Ni me lo recuerdes.
—Pues ese día también fuimos con Lucía allí.
—¿Pero no era que fingían? —digo desconcertada.
—Bueno, es que estaba tan desesperado que los seguimos, no los encontramos y terminamos en un cuarto.
Me río.
—¿No me digas que... —Al ver que su gesto serio no cambia, grito impactada —¡No puede ser, follaron! No digas más, te olvidaste de usar preservativo —Me las ingenio para averiguar lo que trata de contarme.
Mi cabeza ya está maquinando muchas teorías, ya se volvió toda una telenovela lo sucedido para mí.
—No me olvidé... —Bufa —estaba un poco borracho y lo abrí con los dientes, entonces rompí el plástico sin darme cuenta, y bueno, ya te imaginarás al resto.
—¡No puedo creerlo! —expreso impactada —¡Lucía y tú! Oh Dios, no sé ni qué decir, van a tener un baby, que miedo, y son tan jóvenes, es como si yo me embarazara, no es la edad, no es momento —Bufo —. Que miedo ¿Qué van a hacer?
—La verdad ni idea, pero gracias por no culparme —Ríe nervioso.
—Pues claro, un bebé se hace de a dos ¿Quién te culpa?
—El papá de Lucía que dice que es una santa y mis padres que le creen, no digo que no lo sea, Lucía es una buena chica, pero por qué me tiran toda la bronca a mí como si fuera el único que estuvo en ese cuarto, yo solo no estuve teniendo sexo.
—Cierto, concuerdo ¿Qué es lo que piensas hacer? La verdad no te imagino como padre —Me río —. Todavía pareces un niño en el cuerpo de un adolescente algo calenturiento.
—Que bonita imagen tienes de mí —se queja.
—Niégamelo.
—Bueno, un poquito —Hace puchero —. Igual ¿A qué viene la pregunta? ¿Te refieres a qué de verdad debería salir con ella?
—Es que me indigna un poco ¿Te juntarías con Lucía porque está embarazada? Una persona debería estar con alguien solo si la quiere, no digo que la abandones, pero yo me lo pensaría bien, de hecho deberías ir a hablar con ella en vez de estar charlando conmigo.
—¿Y qué su padre y su hermano me maten? —Alza una ceja —Ni hablar.
—Mándale un mensaje.
—¿Y qué le digo?
—Lo que sientas —Parezco poeta.
—Cierto, nadie puede decidir por mí ¡Tengo que aclarar las cosas con Lucía! —exclama levantando los puños y se va corriendo.
No sé si hice para bien o para mal, pero yo ya cumplí mi parte de amiga.
Mi celular suena y mis ojos se abren en grande.
¡Es un mensaje de Tristán!
También salgo corriendo.

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Herencia Lovelace (R#12)
Teen FictionLibro de la saga Ricoy. Entra para ver la sinopsis. Atención: Contiene spoilers. Atte: Vivi.