Parte 23 -Una Pequeña Triste Historia-

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—Stan despierta— la voz sonaba apacible, lejana y a la vez suplicante, como un susurro en medio de la nada —ya es hora de que termines de contar tan triste historia. Ponle fin

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Todo mi ser se sentía devastado, la verdad estaba cansado de la vida que llevaba, todo era dolorosamente inútil, era en vano, todo por lo que había luchado hasta el momento se escurrió entre mis dedos como si de agua se tratara.
Creí haberlo hecho todo bien, creí haberme esforzado con toda el alma.
¿Entonces dónde estaba la recompensa, la satisfacción de haber trabajado tanto en algo?, ¿dónde?

Aunque tratara de hallar una respuesta a esas interrogantes mi corazón ardía al querer encontrar algo que lo calmará, se sentía vacío, desconsolado y utilizado.

A mi pelirrojo le había valido totalmente lo que yo sintiera, no le importo al parecer el sufrimiento que me causaría su traición y lo peor es que sé que no me lo hubiera dicho
—¿por qué Kyle?— mi garganta estaba tan adolorida por ahogar el llanto, realmente quería gritar a viva voz y hacer tantas cosas que lograran calmar el dolor incesante dentro de mi pecho y mente, quería romper todo a mi alrededor, quería hacerme daño, destrozar mi cuerpo pedazo a pedazo si con ello lograba calmar este insoportable pesar...
Yo... yo quería lastimarlo a él.

En ese preciso momento llegó la idea más satisfactoria a mi mente, una capaz de calmar mi tristeza de alguna manera insana, lo pensé tan detalladamente que seguramente sería infalible.

Golpearía justamente donde más le dolía, mejor dicho en la persona que más le dolía, en su adorado Tweek, más haya de su traición sabia perfectamente que en él se encontraba su orgullo, orgullo que destruiría personalmente él.

Pagaría sus actos, lo perdería todo como yo lo perdí, ¡como el hizo que lo perdiera!, realmente lo odiaba más que nada, lo odiaba con locura.

Pero muy en el fondo sabía que hacía mal, que el odio no me llevaría a ningún  lugar, que más haya de lograr algo me dañaría a mi mismo... pero él también saldría lastimado y eso era más que suficiente.

Su dolor será mi satisfacción, haría pagar a ambos el maldito dolor que estoy sufriendo ahora mismo, todos pagarán, mi vida siempre a estado rodeado de esta mierda, mi odio es natural.
Esperare pacientemente si es necesario, estoy seguro que en algún momento Craig Tucker cometerá un error y será el momento en que podre actuar, podré vengarme.

Mientras tanto los meses pasaron, ya no era la misma persona, las ojeras se hacían más intensas a causa del insomnio que me provocaba sentir la ausencia de Kyle, del llanto y la depresión que eso me causó, ya no era aquel joven activo, ya no me emocionaba ni me preocupaba por las aventuras que la vida presentaba diariamente a mi encuentro, mi amor por los animales se había esfumado, me había convertido otra vez en un cínico de mierda, un despojo de lo que solía ser.
Cada mañana era lo mismo, me aborrecía ver a esa patética persona parada enfrente del espejo con esa miserable expresión en el rostro, con esas ojeras causadas por noches enteras de sufrimiento que ahogaba en alcohol, arto de vivir siendo miserable.

—¡salud papá!, tenías razón el alcohol si ayuda después de todo— levante la botella a la nada.

—¡uagg apestas mucho a alcohol Stan!— esa maldita voz me irritaba, no entendía como es que me encontró.

—y tu apestas a puta... Kenny—

—no necesitas ser agresivo conmigo, vamos, cuéntale a Mamá que te pasa, porque claramente estás mal, te ves pálido, ojeroso y triste—

Broken Heart (¿Creek?)Where stories live. Discover now