Capitulo 9: Decepciones

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En el portal me dijo... "Mierda, mi sobrino... está en casa, no podemos pasar" no me lo pensé dos veces, me lo llevé de la mano corriendo hasta el coche, subimos, y... fuimos a un lugar bastante apartado... Una vez que llegamos, me desabroché el cinturon y me puse encima de él, le quité la camiseta y empezé a repasar con mi mano cada parte de su marcado torso.

-Eres hermoso lo sabías? - dije sonriendole.

-Pero nunca llegaré a ser tan perfecto como tu- dijo pegandome aún mas a el. Sus polla estaba muy dura, a punto de reventar el pantalon...

Empezó a deborar mi cuello y a repasar las marcas que seguían en mi cuello de aquella primera noche. Antes de seguir, se quedó mirando unos segundos con cara rara por la ventanilla, estaba observando algo... yo le cogí de la barbilla y le acerqué a mi boca, el cogió un condon y lo dejó en su pierna, después me quitó la camiseta e intentó bajar mi pantalon, pero fue imposible, yo me reí ante aquel esfuerzo inutil y el me miró.

-Sabes que al final acabaré quitandotelo - me respondio, tenia un calentón... Y yo tambien.

Tumbó el respaldo del asiento teniendo mas accesibilidad a mis vaqueros, se deshizo de ellos y empezó a masajear mi polla, yo gemia su nombre y creo que se escuchaba hasta fuera del coche, sí, estabamos haciendolo en un coche en medio de la nada sin cristales tintados, pero me daba igual, la idea la verdad me gustaba, ya no pude mas y me corri en su mano, el se llevo los dedos a la boca y los lamió, despues me ofreció uno a mi y me lo metí en la boca saboreandolo despacio, sin prisas.

Era una tortura dulce y placentera pero ya no podía mas, me deshice de los pantalones y boxers de Cory y en un rapido movimiento entró en mi, esta vez fue puro placer desde el principio, nos moviamos uno al compas del otro, una conexión perfecta que nos provocaba un placer inmenso, sentía tocar el cielo con la punta de los dedos y al cabo de algunas penetraciones mas los dos llegamos al dulce y glorioso orgasmo.

-¿Sabes que cada vez lo haces mejor verdad? Dijo con la respiracion entre sonrisas y voces cortadas...

-Tu no te quedas atrás - dije besando su cuello.

-Podría quedarme así toda la eternidad, dentro de ti, unido a ti - dijo mientras hacia los movimientos mas rapidos y fuerte, el sé sentó, y yo me quedé a la sillita de la reina, osea yo encima de él.

Si, él aún no había salido de mi, pero tampoco quería que lo hiciera. Pasaron cinco minutos, y estabamos apuntito de volver a corrernos juntos...

Cerré los ojos y empezé a notar como Cory salía bruscamente de mi y me quitaba de encima suyo, vi un flash por la ventanilla, no podia ser... el psicopata...

-Vaya con los maricones de mierda estos, se la suda estar en público... que pena que estas fotos vayan a acabar en la red del instituto, en twitter, facebook... - empezó a reir como un lunatico mientras me señalaba.

Vi a Cory salir del coche ya vestido y coger al subnormal, por la camiseta levantandole a algunos metros del suelo, no escuchaba nada así que raudo me vestí y salí del coche.

-BORRALAS- fue lo primero que escuche a Cory gritar.

- Estas fotos valen demasiado, mas que tu vida maricón, solo sois basura que debería extinguirse - dijo asqueado de que le tocase un "maricon".

Cory le tiró al suelo y empezó a darle patadas en el estómago, intenté pararle pero fue imposible, era mas fuerte que yo, lloraba y gritaba cogiendole de los brazos, me subí a caballito y le tape los ojos, pero me caí al suelo.

-CORY JODER PARA LO VAS A MATAR - dije mientras le cogía otra vez de los brazos.

-ES LO QUE SE MERECE- me dijo mirandome a los ojos, esos ojos.. no eran los suyos...ese precioso azul habia adquirido tonos oscuros...

Se arrodilló al lado del cuerpo del psicopata y empezó a ahogarle hasta dejarlo incosciente, yo solo miraba...no podia gesticular palabra alguna...

Le metí un tortazo para que reaccionase, pero de la rabia que tenía me metió un puñetazo en la cara, haciendome sangrar por la nariz y boca, caí de espaldas, y mientras me tocaba la cara, y con los ojos como platos, me heche a llorar...

Cory le cogió la cámara y dejó el cuerpo incosciente en un parque que habia a pocos metros.

Me cogió del brazo e hizo que entrara en el coche pero me negué.

-Sube al coche Carlos ¡AHORA MISMO! - dijo gritandome y muy nervioso.

Yo le miré y mientras lloraba, me giré y empecé a andar,

-¡CARLOS! ¡CARLOS POR FAVOR! ¡CARLOS POR FAVOR, PERDÓNAME! ¡CARLOS JODER! ¡TE AMO! - dijo gritando de una manera extrema, con una rabia bestial, yo me giré, y mientras lloré solo pude decir... ADIOS CORY.

Acuérdate de miOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz