Capítulo 1

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> Bien, solo quiero dar un dato. Todos aquí o al menos la mayoría de estudiantes de la historia poseen la misma edad (16 a 17 años)

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- Y así es como concluye esta Novela Griega, Narciso por admirar su belleza en el Río de Valles muere ahogado y también sobre que la Ninfa Eco muere tras rezar a la Diosa de la venganza, Nemesis. Para así castigar a su amado tras haberla rechazado por ser muda, maldición de la Diosa Hera-

Odiaba la literatura pero, admitía que aquella novela de un joven narcisista y una ninfa hermosa le llamó la atención. El final no lo esperó, uno creería que un cuento siempre terminaba con el "y fueron felices por siempre"

-Bien, ahora tendrán que plasmar en una pintura alguna escena que les haya gustado. Los materiales son a su gusto así mismo la técnica- dijo la maestra para después irse, hoy venía de buen humor. Hoy estaba raro.

-Dororo, es jueves. Vamos a algún lugar- dijo Okowa, amiga cercana a mi desde la infancia. Ella era muy linda y amable, la consideraba una hermana pero con cierta distancia.

-Tú si que odias el instituto, vamos la segunda hora en nuestro horario y ya piensas en que hacer- sonreí por tal ocurrencia.

-Las mejores cosas son planeadas- susurró porque notó la presencia de la maestra de Química.

-Pero el destino se las arregla para arruinar todo- pensé, era verdad el destino es caprichoso y si le daba la gana nada salía como querías. ¿El lado bueno? A veces los errores nos sirven para aprender y otros son los mejores errores que podemos haber cometido.

Odiaba química aprendí pero no me agradaba aprender aquellas estúpidas nomenclaturas y fórmulas químicas. Así bueno es mas relajante y soportable ver por la ventana.

Bueno mas bien a un tarado, un tarado muy hermoso. Se sienta a mi izquierda cerca de la ventana y es imposible no voltear o siquiera ojear  Hyakkimaru.

Daigo Hyakkimaru.

Es un estúpido y encantador chico que es la sensación del instituto junto a su hermano Tahomaru. Creo que mi corazón no sabe a lo que se enfrenta.

El nunca regresa a mirarme, cosa que agradezco ya que no sé como voy a reaccionar y no quiero pasar como una loca pervertida.

Cuando llegue el momento voy a fingir un desmayo.

Pensando en cualquier cosa menos en las clases impartidas. Okowa invita a los demás de la "banda" lo digo así porque somos muchos buenos amigos que sale juntos haya o no evento, claro no entonamos nada.

-Bien, vamos al café y después a una sala de videojuegos- Saru gritó emocionado, el no pudo acompañarnos anteriormente por sus actividades de club.

Así lo hicimos fuimos al café para tomar unas malteadas, bueno café para mí. Y algunas botanas. Me gustaba escucharlos y comentar algo gracioso para su deleite.

Mis amigos, solo con ellos puedo ser yo misma. Nadie está gritándome sobre modales o reglas de etiqueta en una señorita. A ellos no les molestaba mi hablar, mi sonrisa ensanchada exageradamente, mi forma de vestir, ni el hecho de no tener los principales pilares de mi vida, mis padres.

-Dororo, retemos a Saru y Sakeru en las maquinitas de pelear-a pesar de no ser llamado así, se a que juego se refería- tú juegas muy bien y juntas los venceremos- asentí con mi cabeza.

Me gusta todo lo relacionado a la acción, talvez algo de gore, pelea y claro un poco de romance para alegrar todo momento.

Después de salir del lugar, decidieron ir a comer pizza pero lo rechacé porque si llego tarde ella podría enojarse y odio eso. No quiero más problemas, así que me despido para ir al departamento.

Estoy esperando el tren en la estación, hace frío. Saqué mi suéter verde para abrigarme más con este frío clima golpeando mi piel. Un punto a favor de usar pantalón, odio la falda, es corta y molesta por cualquier movimiento o sopla.

Al llegar el número correspondiente de mi tren, subo e intento buscar un buen asiento. Estoy cansada y descansar un poco mi cuerpo estresado no me molestaría.

Sentada cerca del calefactor pude sentirme a gusto y relajar mi cuerpo. Cuando noté que alguien se sentó cerca mío. No le di importancia, me puse mis audífonos y cerré ambos ojos.

No me percaté, pero me quede dormida suerte fue que paro en la estación correspondiente. Mala suerte fue que la persona de su lado estaba apoyada en ella, "fuera" era lo único que pasó por mi mente.

Cuando creo que también se despertó y empezó a susurras alguna que otra maldición. Suspire y me propuse levantarme pero el extraño llamó mi atención.

-Disculpa ¿Me puedes decir donde estoy?

Bueno intentaré hablar...de la manera más  comprensible que pueda. No soy de socializar pero, aquí vamos.

-B-bueno exactamente no sabría decirlo pero...- Madre mía! No puedo creerlo, y yo pensado que es un acosador! ¡¡Hyakkimaru no es un acosador!!

-¡El feo!- disculpen la estupidez, pero cuando estoy cerca no puedo evitarlo. Soy muy tímida y ese grito lo pegué sin vergüenza.

-¿Disculpa? Creo que estas equivocada, alguien como yo no puede ser insultado así. Yo tampoco puedo ser visto por alguien como tú. Mejor guarda silencio con esos gritos y ayúdame.- ¿ahora lo entiendes corazón? Esa persona no es para ti, y tranquilo no lloraré. Al menos no por ahora.

-Un momento...tú eres la enana que no habla, vaya no pareces alguien de 16 y ahora ayúdame, por favor. En 2 minutos se va este tren y si no quieres perder tu parada será mejor que te apresures- suspiré agobiada, quería salir corriendo.

-Ok- le hice señal de que saliéramos para no ser llevada a las afueras de la ciudad- Mira - intenté no tartamudear y decir monosílabos.

Le mostré un mapa que indicaba que estaba en el sur de ciudad, y otra cosa sobre que trenes pasaban para volver. Solo escuchaba atento y con algunos últimos datos, se marchó.

Comprendí que el también despertó por suerte en la parada que era a su destino.

Caminando a mi departamento, me aseguré de que la recepcionista no diga palabra de que he llegado tarde. Me conoce y sabe que nunca tengo momentos de espacio para mi. Es una dulce mujer y me alegra que en cierto modo se preocupe y ayude en lo que pueda.

Ingresando al ascensor y dirigiéndome a mi piso, me pareció bien pedir pizza ya que no comí con los demás y ya me entraba el hambre.

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Con el pedido ya hecho, fui a darme una ducha rápida para refrescar mi adolorido cuerpo y ponerme mi ropa para dormir. Aún con la toalla en cabeza, escuché el timbre y era obvio que era el pedido de la pizza.

Hoy no fue el peor día pero tampoco el mejor, otra vez se demuestra que el destino siempre esta jugando conmigo.

Ahora, ¡¿Por qué Hyakkimaru está afuera de mi departamento?!

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¿¿Qué materia/asignatura odian más?

Eco y Narciso I Hyakkidoro IWhere stories live. Discover now