Capítulo 9

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Trabajo

Otra vez lunes, pero no quería irse con el mal genio de siempre porque ayer estuvo tan relajada que no necesitaba enojarse con la vida. Era uno de esos días en los que por extraño que pareciera estabas feliz, así sin más. El día soleado, algo irritante para ella pero hoy lo disfrutaba en su totalidad, además no hacía daño disfrutar el ahora.

Mientras seguía el camino a su instituto pensó en el regaño de Mio, a pesar de ser una locura enojarse y encapricharse, ella tenía razón en algunos cosas y recordarlas hace un poco de gracia.

Flashback

-Dororo- esa mirada de "no te haré nada" asustó a la pequeña y a ¿Quién no? Parecía una mamá que regañada a su hija por llegar tarde a casa. -Te dije que iría contigo- dijo sin quitar esa mirada dulcemente siniestra.

- M-Mio-Nee no quería molestar - y en ese momento un escalofrío recorrió su cuerpo - Solo quería hablar con mis padres... Ya sabes -

- Esta claro que no sé - Mio fue quitando su sonrisa escalofriante - pensé que iríamos para que no te sientas sola - golpeo la mesita en la que estaba apoyada pero Dororo no pudo evitar reír porque a Mio a parecer le dolió hacer eso.

- Necesitaba valentía, no comprensión en este momento y tus esfuerzos no fueron en vano, gracias a ti me siento en paz y visitaré más veces las lápidas - Mio la miró ya con ternura, le mostró su brazos abiertos en señal de que la venga a abrazar.

Grave error.

Mio soltó una risa macabra, y la estrujo tan fuerte que Dororo quería separarse inmediatamente. Luego Mio apoyo su mentón en la cabeza de la pequeña, haciendo más presión y asfixia.

Fin flashback

Llegando ya a su clase, hizo un sonido desapercibido para muchos, una cálida risa que ella por supuesto no deseaba mostrar a nadie de los que están aquí. Mirando a su alrededor fijo su vista en su pupitre, quien estaba ocupado por un "molestoso" compañero, ella no quería hablar de hecho casi no lo hacía en la clase y tampoco enfrente de alguno de ellos que no fuera la "banda de raros" de sus amigos.

- Disculpa... - Fue como una voz de un niño en medio de un concierto eufórico, no tenía remedio.

-Jiro, quítate de ahí- Dororo giró un poco la cabeza dándose cuenta de su compañero de ventana, sí, es un nuevo apodo.

- Hyakk, amigo querido - el chico se apresuro a saludar al chico hermoso, cosa que mostró solo la indiferencia de este.

Mientras estos chicos se alejaban del lugar y se dirigían al de Hyakkimaru, deje mis cosas a un lado del pupitre, noté que Okowa no llegaba aún y no preocupe porque vamos, ella amaba llegar tarde.

- ¡Llegué! - Vaya, Okowa llegó toda cansada por correr y con su cabello a medio sujetar - ¿¡Eh?! Mi reloj anunciaba que venía tarde, pero parece que vine más temprano de lo normal.

- ¿Reloj? - Cuando me lo mostró me aguanté la risa

- ¿Qué pasa?- Su reloj estaba adelantado con 30 minutos y ella no se había dado cuenta

- La hora que tienes está mal, de hecho está adelantada con 30 minutos- suspirando cansada e irritada por la confusión se fue a sentar.

Aún teníamos algo de tiempo, pero según pasaba el tiempo una compañera vino a gritar que los profesores tenían una junta y que tardarían más de lo esperado. Y con una noticia así los amigos se reunían a conversar e incluso otros por comodidad agarraban algunas sillas para ponerlas alrededor del grupo en el que estaban.

Eco y Narciso I Hyakkidoro IWhere stories live. Discover now