Fragancia de vida

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Cada letra se desvanecía

Y con el paso de los años, aquella flor se hizo grande... Dejando que el vals que alguna vez bailo con ella fuera el último dónde entrego a su hija... Dónde sus dedos se deslizaron a otra mano que era el brillo en los ojos de su tesoro.

Estaba sentado, sintiendo tanto dolor de no tener a su amada en ese sitio, y con cerrar los ojos podía saber que estaría llorando por ella, porque si, su linda niña se iba del brazo paterno.

El viento soplo, tan fuerte que la Luna brillaba más, dónde las fragancias de las mujeres él las podía percibir y entre todas ellas la más exquisita le hizo voltear al jardín, dónde una silueta le observaba en las sombras, los ojos eran ámbar...

No podía formular nada, corriendo desesperado ante tal aparición, que, cuando la tuvo enfrente y se lanzó a sus brazos pudo sentir a su esposa entre la máscara blanca que cubría su rostro.

Con delicadeza, con curiosidad, desató aquella que le ocultaba, y su rostro se mostró ante él, y con anhelo en sus acciones beso sus mejillas.

—Kazuto -sama —los susurros salían de sus labios, alejándose de él, y teniendo entre sus manos las cartas que él le había dado hacía tanto —no se exactamente para que un hombre honrado como usted pudo haber escrito tales palabras en cada papel, pero... Kazuto sama...

Parecía que una palabra nueva tenía en su voz, porque su nombre era lo único que decía con amor, con pasión y aunque parecía desorientada, le quitó de sus cabellos la capa que cubría sus cabellos.

Y... Era una niña... Tan pálida y fría como él, un pequeño cuerpo que el podía terminar asesinando pero no podía hacer nada si era ella.

—¡Padre!

Ante sus ojos, las manos de su hija le buscaban y llegando a él, detuvo su avance al ver a la mujer en sus brazos y que inútilmente trato de ocultar.

—Padre...

—Kazuto, ¿ella es?...

Aferró todas su inseguridades ante su esposo y con cuidado tomo las mejillas de la mujer frente a ella, sin sentir que las lágrimas se escurrían sin misericordia en su rostro como joyas tan brillantes en el firmamento.

Mayuri se quedó tan quieta, al ver tan joven a la mujer que siempre solía contemplar en los retratos de su madre noto que eran la misma persona, y siendo tan bella como su padre le decía...

Era dolor tan fuerte, con tantas emociones, que rio sin saberlo, dejando que los brazos de la mujer que nunca había conocido le apresaran como dos cálidas llamas de amor... Amor más grande...

Perfecta.

Ni ella ni nadie más... Más el amor tan fuerte podía morir en una pulsada intensa, pero ni dos vidas bastarían para deshacerlo, jamás lo harían.

Encierrame en tal agonía que es tu alma, tan pura y virgen, arrullame entre tus labios y latidos calmados que recrean nuestros comienzos, porque así terminaremos...
En un último beso dónde las palabras no serán nada sin las miradas y promesas que hicimos...

Año 2022

Las cosas habían cambiado...

El mundo había evolucionado, y frente a los árboles donde la oscuridad reinaba había dos personas, entrelazadas firmes, cubiertas de ese manto, resguardadas del sol.

Pero a pesar de todo... Seguían vivos y sus dominios reinaban de flores ...

Dónde el perfume volaba por los vientos...

Y ante sus miradas enamoradas de hacían la promesa que desde hacía tantos años se había cumplido.

Por siempre... Te amare

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Que haría sin tí Usagi_tan?!!!

Al fin llegó el amor, bueno, el final de esta historia, algo corta, pero que me encantó escribir mientras mezclaba mi tragedia con la miel que tanto les pongo a estos dos

A los que siguieron está historia, muchas gracias por haberle dado su cariño, sin más...
Se despide...

Keyla S.

Rosas de un desconocido #SAOF_KiriasuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora