Quinto baile

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En la mañana escuchó los gritos, decidió salir de su habitación, se dirigió a la sala, fue bajando cada escalón como si la vida le pesara de manera tortuosa y así era. Sin JiMin, todo se sentía tan vacío.
El panorama en la sala no le afectó.

Su madre caminaba de un lado a otro, su padre realizaba algunas llamadas y Jeu se encontraba con la mirada baja y hecha bolita en el sofa de tres piezas. Le restó importancia y se dirigió a la cocina por un vaso de jugo. Abrió el refrigerador y sacó la bebida sieviendola para sí mismo. Las criadas lo miraban estupefactas, el niño Jung parecía indiferente, ni siquiera se había molestado en preguntar que pasaba o que había sucedido.

HoSeok sentía las miradas que le brindaban las personas a su alrededor, y sabía o suponía lo que estaban pensando. Pero él debía proteger a su hermano, y para ello necesitaba verse frío e indeferente. Suspiró leve y dejó el vaso en el lavatrastos, volvió a caminar a la sala y su padre le miró de inmediato.

- ¿Necesitas algo?- preguntó en tono aburrido al hombre mayor, quien lo escaneó de pies a cabeza. HoSeok no acostumbraba pasearse por la sala con la pijama puesta, es mas siempre despertaba a JiMin para desayunar juntos.

- JiMin desapareció- le dijo de inmediato. HoSeok frunció el ceño y se encogió de hombros. Su madre estaba a punto de llorar, y Jeu lo miraba con algun brillo de esperanza que él supiera donde esta.

- ¿Y?- dijo y miró escaleras arriba.

- ¿Eso es todo lo que dirás?- preguntó su madre con voz quebrada.- ¡Es tu hermano! ¡¿No dirás nada más?!

- No es mi culpa...- dijo y se dirigió hacia las escaleras- El hecho de que sea mi hermano no me hace responsable.

Subió los primeros cinco escalones y giró su cabeza.

- No quiero interrupciones de ningún tipo, voy a dormir hasta tarde, así que no me molesten- habló autoritario. Dejando sorprendido a mas de uno en la sala.
Jeu se echó a llorar al igual que su madre, su padre solo caminó hasta el sofá y se dejó caer, el personal de servicio solo siguió con su tareas normales.

Las personas esperan perder algo o alguien para saber lo importante y necesario que se vuelve lo demás y los demas. HoSeok volvió a su habitación, se encerró y se dejó caer en su cama, esperando que su hermano estuviera mejor, ayer mismo había enviado el correo de transferencia de institución para que su hermano se quedara junto a los Min el tiempo que fuese necesario. A la medianoche recibió la llamada de YoonGi diciendole que estaban en su hogar y JiMin habló un par de minutos con él hasta que el castaño menor cayó dormido. HoSeok había presionado con un poco de fuerza su celular pensando que así tal vez podría retener un poco de la escencia de su hermano menor. Se sentía perdido, apenas había pasado diez horas sin su pequeño y las ganas de correr hasta otra ciudad, para volver a abrazarlo, no le faltaban...

Recibió un par de mensajes, y resultó ser JiMin quién los enviaba preguntando si había comido, si ya se había duchado, si aún seguía dormido y diciendole lo mucho que lo amaba, le mandaba muchos abrazos para hacerlo feliz. Se tiró a la cama y rió silencioso a la vez que lágrimas bajaban por sus mejillas, se envolvió en las sabanas y abrazó su celular, hasta caer dormido...

.....

YoonGi llegó con JiMin hasta su hogar, donde su madre le esperaba con una sonrisa.

- Mi bebé...- sonrió abrazando a JiMin, quien se sonrojó- Mira que hermoso estas, cada vez mas guapo...- el menor correspondió el abrazo, la señora Min siempre era tan cariñosa, atenta y amable con él, que por eso pasaba todo el día de ser posible con YoonGi. La señora Min a pesar de ser empresaria, tenía tiempo para sus tres hijos, era una mujer valiente y muy fuerte, no se dejaba amedrentar por nada, y siempre le daba galletas incluso para llevarle a su hermano mayor. Para JiMin las personas mas importantes en su vida, eran HoSeok, YoonGi y la señora Min.

- Mamá, mira, Mochi se pone todo rojito...- dijo YoonGi divertido, incrementando el rubor en el menor. La señora Min rió y acarició sus mejillas con ese tacto de madre que la distinguía, esa muestra de afecto que había olvidado...

Luego de los abrazos de la señora Min, YoonGi lo llevó a la habitación.

- Ya que tu hermano me avisó de imprevisto, por hoy te quedarás en mi cuarto...- dijo entrando con las maletas mas grandes del menor, en mano- Espero te sea cómo-...

Se detuvo de hablar cuando escuchó un sollozo a su espalda, se giró y notó las lágrimas que bajaban por las mejillas de su pequeño favorito, dejó las cosas en el suelo, y abrió sus brazos.

- Ven aquí cariño...- le dijo y el menor se acercó a él. JiMin había tratado de mostrarse fuerte y valiente frente a su hermano mayor para evitar preocuparlo, sin embargo estaba asustado. Tenía tanto miedo, dudas e inseguridades, que se sentía encerrado. Sin salida alguna.
Sintió los brazos de YoonGi rodearle, las caricias en sus cabellos, y unas suaves palmaditas en su espalda, pero ello le daba mas fuerza para seguir llorando, trataba de ser silencioso, pero no podía.- Calma bebé... llora todo lo que necesites, esta bien... esta bien...

El arrullo continuo por varios minutos. Mientras JiMin desahogaba todo lo que estaba sintiendo.

- ¿Puedes besarme como la última vez?- preguntó en un susurro entrecortado muy bajito mirando a YoonGi, el mayor le sonrió con ternura. Había extrañado tanto a JiMin.

- Claro, cielo...- le dijo sonriendo. Besó su frente, sus párpados, su naricita, sus mejillas y sus labios.

Cuando YoonGi se despidió de JiMin años atrás, le había dado su primer beso, haciendo sonrojar a su pequeño bebé. JiMin solo sonreía avergonzado y un poco tímido.
Él solo sabía que no le agradaba cuando las chicas del colegio se le acercaban a su Hyung, que amaba y se sentía tímido al estar con el mayor, siempre le prestaba atención, y jugaba con él, escuchaba todas sus historias.

Luego de cambiarse por sus pijamas, ambos fueron a la cama. JiMin se aferró a YoonGi y justo cuando el mayor iba a apagar la luz de la lámpara que eataba sobre la mesita de noche, el menor le llamó.

- ¿Sin pesadillas, Gigi Hyung?- preguntó en un susurró adormilado.

- Sin pesadillas, Jiji bebé- el mayor le sonrió. Besó la frente de su menor y apagó la luz. Abrazando al pequeño entre sus brazos.
YoonGi iba a cumplirle a HoSeok, protegería a JiMin.

Bailarín de calleWhere stories live. Discover now