CUATRO

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— Creo que hiciste las cosas mal, gran hombre.

Iván estuvo de nuevo en la cafetería con Mourad y este solo le había mirado con algo de preocupación. El Oso le había encontrado en su tienda de telas y prácticamente lo sacó sin preguntarle si tenía tiempo o no para escucharlo en sus problemas amorosos.

Bueno o malo El Chacal era el único al que Iván conocía y que no le daba tanto disgustos como los otros cambiantes de Greenville quienes habían empezado a quejarse contra él por su hostil comportamiento y su falta de tacto a los demás, incluso había colocado señales en todo su territorio con un No Molestar en grande.

Y pasó un tiempo en el que el Oso dejó de ver a su Fae después de las cosas que habían vivido, a él solo le importaba recuperar a la hembra que había huido de él y por una acción natural en ese momento estaba enfadada. Ya de anticipación, el Oso comentó las vivencias con Shannon omitiendo la parte sexual y Mourad solo le dió a entender que estaba equivocado porque en primeras la fémina era una Fae no una cambiante directa como ellos por lo que podía ser difícil para ella entender el comportamiento que son habituales en los teriántropos como ellos.

— ¿Qué crees que debo hacer con ella? —Preguntó Iván. —Solo marcaba dominio y el hombre estuvo muy cerca de mi hembra.

—Tus celos no son necesarios cuando se está iniciando una relación. —Respondió sabiamente el hombre. —Vuelvo y te digo que la mujer no necesita de escenas de todo un Alfa, cuando las mujeres son independientes es mejor darles su espacio.

Iván dió un sorbo a su taza y después suspiró pesadamente para verle al rostro. -Es difícil hacer eso, Mourad.

—Se que es difícil pero la chica es más difícil todavía. —Mourad dejó su taza a medio terminar sobre el plato de soporte. —Yo solo creo que deberías hacer las cosas como los pavo reales.

Iván le miró muy curioso. — ¿Cómo los pavo reales?

Mourad asintió. —Los pavo reales son dominantes, tienen hermosas plumas para llamar a su pareja pero esa es una gran equivocación, no solo el plumaje del ave llama la atención sino el como se mueven.

— ¿Y debo tener plumas para proceder a que Shannon me mire bien?

Mourad negó. —Debes comenzar por las acciones, moverte como todo un pavo real. — Dió un sorbo rápido y explicó para dejar bien clara las cosas. —Demuéstrale que estás arrepentido por tu salvaje comportamiento y que te de una oportunidad para conocerte.

—No quiero una oportunidad quiero llevarla a mi casa.

—Eso no funcionará. —Mourad le miró muy cuidadoso. —Si no llegas como todo un caballero ella no cederá.

—Shannon no es de caballeros.

Mourad asintió. —Pero no lograrás mucho siendo todo un cavernícola. —Miró su reloj de pulso en oro y terminó de beber su café. —Debo irme y a la próxima si quieres desahogarte por favor pregúntame si estoy ocupado tengo una tienda que no se atiende sola.

Iván asintió y luego quedó pensativo ¿Por dónde debía comenzar?

Mourad lo dejó allí solo y luego de una larga bebida a su café pensó bien las cosas, algo había que hacer que pudiera compensar su falta de cuidado hacía ella.

Entonces halló la forma de redimirse solo era esperar a que la hembra reaccionara para bien.

🐻🐻

Shannon intentó tranquilizarse, tenía un negocio que atender y una preocupación en su cabeza que no la dejaba quedarse quieta en un solo lugar, las ventas de licores no estaban tan bien últimamente y la mejor licorería que podría abastecerla estaba pasando por un enojo al perder a su mejor despachador de pedidos por culpa de ella.

AMORES DE GREENVILLE 2: La Fauno y El Oso. *Finalizada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora