QUINCE.

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🐻

Iván llegó al sector comercial en su camioneta Ford Ranger recién comprada porque iba siendo hora de no andar en autos ajenos. No le había dicho a Shannon que también había gastado suficiente dinero en la compra de un transporte y que había dejado un depósito únicamente para la compra de los muebles junto con algunas cosas de los bebés.

Katherin Wen, a quien Mourad se la había presentado, le había dicho que era de mala suerte comprar para los hijos mientras estos están comenzando en el vientre de su madre. Por un momento desconfío de la mujer pero por el otro sintió que podía intentar abrir paso a más amistades aún más cuando ella le pidió que fuese su socio en su pequeña constructora.

Katherin le había terminado partes faltantes de la casa y cómo él le había dado una mano supo que aquello de la construcción le gustaba. La mujer le había mostrado cómo utilizar las herramientas y la maquinaria pesada, entonces recordó que lo que hacía para los Volkov cuando no arrancaba cabezas era más aburrido que eso.

Sip, esa era parte de una nueva vida. 

Probablemente Shannon se enojaría por tomar las decisiones sin consultar pero había soñado con tener a sus hijos de forma en que no les faltara nada. Iván dejo los suficiente para comprarle a sus hijos lo que creyó que a ella le gustaría, no hacía falta años para conocerla así que todo fue en blanco porque así los muebles combinarían con el azul de los niños o el rosa de las niñas.

Pero con Shannon enojada serían colores ácidos o negro. 

Hizo el pedido en la tienda, dos cunas, cosas y demás porque lo demás vendría por añadidura, Shannon todavía estaba en la etapa de negación pero el seguiría esperando.

Nunca nadie le había hecho tan feliz y el la amaba.

El amaba a esa hembra como para comprar un anillo de brillantes.

La propuesta iba a ser en la noche, el arrodillado delante de ella en la habitación de sus futuros hijos porque ella empezaba a adorar la idea de tener mellizos. Era demasiado pronto pero algo en su corazón le había dicho que con las palabras que había escrito con los chocolates esa mujer cedería totalmente y diría con lágrimas de felicidad un "si quiero".

Cadena y bola cómo decía Marianna Winterly pero el peso lo llevaría con honor, Shannon había sido creada para el y en cuanto viera o conociera a Blaize Amoux se lo iba a decir con todo el respeto del mundo. Iván pagó lo que tenía que pagar por la comodidad de sus chicos, el pedido iba a ser llevado en la tarde justo antes que Shannon regresara del bar porque agradecido si estaba que la mujer ya invadiera su casa sin derecho a regresar a la suya.

Nada de arrumacos, pero si mucho sexo, atención por parte de ella y risas involuntarias que le hacían sentir vivo, diferente y con ganas de seguir la vida.

"No me gusta dormir sola y tu comida es muy buena" pero la hembra le ayudaba a cocinar e incluso quería aprender a hecerlo en su amplia cocina.

Una vez que todo estuvo listo recibió una llamada, un número privado que por el momento parecía ser de alguno de los Volkov que más que jefes los tomaba como hermanos. Entonces recordó que ninguno de los altos mandos le llamaban por teléfono, solo eran mensajes de texto de SMS en ruso diciendo: regresa, El Alfa Mayor quiere que actúes como el miembro de la Bratva que eres así que enorgullecete y trae la cabeza de su enemigo.

Al decir su cabeza no era en forma literal, Vladimir Volkov, el Alfa Mayor eliminaba a sus rivales más lejanos que daban problemas de esa forma. A el no le fastidiaba con cumplir con ese trabajo, por el viejo o por sus nietos el haría lo que fuera si estuviera en sus manos, les debía mucho y la lealtad era hasta la muerte.

AMORES DE GREENVILLE 2: La Fauno y El Oso. *Finalizada*Where stories live. Discover now