Capítulo 5

1.1K 71 6
                                    

Marcela entra a su departamento con Patricia detrás de ella haciendo pucheros.

—¿Y por qué se supone que te tenía que decir?— dice Marcela fastidiada.— Además, voy por cuestiones de trabajo, tu nada harías viniendo conmigo.

—¡Ay Marce, que malagradecida eres!— dice Patricia haciendo que Marcela voltee a verla con sorpresa— ¿Por qué va a ser? Porque soy tu amiga y si venimos hasta acá es obvio que tenemos que regresar a Colombia las dos— añade mirándose la uñas.

—A ver Patricia, sigo sin entender para que quieres venir conmigo; voy a ir con Fernando, Leticia y Marco, no tendría sentido que fueras.

—¡Ay Marce! Yo que soy tu amiga, casi que tú hermana— dice con un tono de reproche— ¡Porfa Marce, llévame!

Marcela niega con la cabeza y da un fuerte suspiro, pensando que va a hacer con Patricia. En Colombia, después de un día difícil para Betty, llega a su casa y ve a su hija que la anima un poco, la bebé hace que por un momento se le olvide todo el problema de Marcela. Armando por otro lado, intenta animarla haciendole mimos para que ría.

—Listo amor, ya dormí a la mounstrica— dice Armando entrando a la habitación— ahora voy a consentir a la monstruo mayor— se acerca a Betty y comienza a besarla.

—Ay doctor mounstris— dice Betty entre risas— no me haga cosquillas doctor—le da un beso—  ¿sabes que recordé?

—Ay amor, quitas mis malas intenciones— hace un puchero— ¿qué recordaste?

—Nuestra luna de miel...—Armando fija su mirada en Betty— ¿Recuerdas la playa de Santa Marta...?

—Creo que ya sé a qué te refieres— dice Armando pensativo— ¿de cuando llegamos y por poco unos chicos que andaban en cuatrimoto nos mojan?

—Si— se ríe con su particular risa— y que por evitar que nos mojaran, todo salió peor y nos caímos, y tú aprovechaste para hacerme cosquillas sabiendo que no me gustan.

—Si, aunque así no es como recuerdo las cosas— dice divertido— pero te tengo una propuesta— Betty lo mira con atención— ¿qué te parece si otro día terminamos de recordar y ahora nos concentramos en otra cosa...?— se acerca a ella juguetonamente.

A la mañana siguiente en México, Marcela llega a Conceptos.

—¡Marce! Dime qué viniste a hablar con Fer sobre mi— dice Patricia emocionada.

—Uy pero que confianza con Fernando, no sabía que eran íntimos— Marcela la mira con sorpresa— y pues en parte sí, vine tambien por eso.

—Ay, pues si no fuera porque está embobado por su esposa, créeme que no se me escapaba.

—Ay Patricia, tú nunca vas a cambiar.

En sala de juntas, estaban reunidos Fernando, Leticia y Omar.

—Bueno Omar, ya está todo listo— dice Fernando dirigiéndose a su amigo— entonces te quedas a cargo de la empresa en lo que nosotros estamos de viaje.

—Es importante que todo marche bien— añade Letty.

—Tranquila Letty— dice Omar— yo se hacer bien mi trabajo...— En ese momento interrumpe Patricia, entrando a la sala de juntas.

—Disculpen, pero acaba de llegar Marcela Valencia.

—Patricia, hazla pasar a presidencia por favor— le dice Letty— ya ahorita voy.

Mientras tanto, a Ecomoda llegan Betty y Armando.

—Buenas, buenas— dice Armando saludando a todos los que se encuentran allí— Sandra, ¿sabe si ya llegaron Gabriela o Calderón?

—La doctora Gabriela si esta en su oficina, pero el doctor Mario aún no ha llegado, doctor.

—¡Ay, ese Calderón ahora en donde se metió! Le dije a ese idiota que era importante que llegara temprano.

—Amor, muy seguramente debe estar con un de sus amiguitas— dice Betty tratando de calmarlo— ¿Te parece si iniciamos la junta cuando él y doña Catalina lleguen?

—Si, está bien— le da un beso— Nicolás, ¿puede venir un momento a mi oficina? Por favor.

—Si, si, vamos— voltea a ver el escritorio de su secretaria— ¡Sofía! Deje de estar chismoseando y mejor pídame mi desayuno— se acaricia el estómago— ya sabe que todo lo que pida es doble.

Y así inicia otro día de trabajo en Ecomoda. Tanto en M.V. Modas como en Ecomoda tuvieron sus respectivas juntas de comité, en dónde ultimaron todos los detalles del festival. Pasaron los días y por fin llegó el gran día, Ecomoda estaba echa un caos ya que llegan nuevamente el jefe de Kenet y Gabriela. Por otro lado, a la casa de los Mendoza llegaban Marcela y Marco.

—Hija, que gusto verte— don Roberto le da un abrazo a Marcela— ¿qué tal el viaje?

—Ay Roberto, para mí es toda una alegría estar aquí de nuevo, en la tierra que me vió crecer— añade Marcela con una sonrisa en el rostro— ¿Y Margarita?

—Aquí estoy Marce querida— le da un abrazo.— ¿Cómo estás?— voltea a ver a Marco— tú debes ser Marco, ¿cierto?
 
—Si señora y con el debido respeto, que hermosa está usted doña Margarita.

—Por favor, quítame el doña y favor que me haces— dice riendo— y díganme, ¿cómo va todo para esta noche?

—Perfecto, todo está listo— dice Marcela— y ahora Patricia se puso las pilas conmigo, porque ha estado muy juiciosa ayudándome para que todo salga bien.

—Pues ya era hora— añade don Roberto entre risas— pero pasemos a la sala para poder seguir mejor con la charla.

Mientras ellos charlaban, en el Club Fest estaban las modelos con Hugo y Catalina viendo los últimos detalles, en ese momento llegan Fernando, Letty y Patricia.

—Patricia, ¿a qué hora llegan Fabiola y Miguel?— pregunta Fernando.

—Se supone que ya deberian estar aquí, no sé porque no han llegado.

—Hay que hablarles para saber que pasó— dice Letty con preocupación— digo, su vuelo salió antes que el de nosotros. 

—Ya mismo me encargo— dice Patricia con entusiasmo y se aleja de ellos— Marcela Valencia, ésta me la vas a pagar, mira que hacerme jurarle a este par que me portaría juiciosa no se vale.

#EcomodaContinúa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora