Extra O2

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-A G U S T   D-


El frió en esté lugar es particularmente intenso, sobre todo cuando hay esas malditas tormentas de nieve, como en el día anterior, había visto el pronostico y sinceramente me valía un comido lo que pasará, tenía la suficiente ropa como para poder abrigarme a la perfección, así que no le dí mucha importancia a los hechos.

Por fin seque mi cabello, percatándome del poco tinte negro que se quedaba en la toalla blanca, manchandola, sonreí, me mire al espejo, por fin deje esa cabellera rubia a un lado, el negro no me quedaba para nada mal, sonreí ladino, pero mi sonrisa se borro en esos instantes.

El recordar a ese maldito niño mimado de cabellos rosas, me ponía más que enojado, pero está vez no dejaría que me atrapará, si ya me encontró, lo volverá a hacer, y está vez estaré preparado para lo que haga, ni crea que está vez será tan fácil, o no, está vez lo tendré en mis manos y seré yo quien de fin a esto, de una maldita vez.

Solté un suspiro, empañando levemente el espejo frente a mí y por fin salí del baño, nuevo color de cabello, nueva vida, Nueva Jersey, ni siquiera podía creer que todos mis documentos hayan pasado prácticamente desapercibidos por esos idiotas del aeropuerto, había sido una grandiosa idea falsificarlos con un profesional antes de mi partida, había valido la pena gastar parte de mi dinero ahorrado en un banco privado para estos documentos.

- Maldición -susurre para mí, al sentir como el frió viento me calaba hasta la espalda, joder, en verdad que estaba haciendo demasiado frió en ese momento, y la nieve no había parado de caer esté día, supongo algunos vuelos han de haber sido suspendidos.

Tenía que salir a comprar algunas cosas, así que necesitaba irme antes de que siquiera el frio y la tormenta aumentaran y no pudiera regresar sin sufrir las consecuencias, ahora en verdad estoy odiando la nieve.

Tome mi abrigo además de unos guantes, una bufanda, me coloque mis botas más resistentes y me coloque un gorro para mantener mis orejas y mi cabeza cubierta, algunos de mis cabellos sobresalían, suspire.

Camine hacía la salida de mi departamento y abrí la puerta.

- ¡Hola vecino! -odio que siga con lo mismo, esa chica es un fastidio desde que llegue, no ha dejado de saludarme o de siquiera decirme un montón de tonterías sobre su familia, a las cuales ni siquiera presto mínima atención, ruedo los ojos sin siquiera que ella lo note, aunque me gustaría que lo notará, para que vea lo fastidiosa que es su presencia para mí-. Hace frió, ¿verdad?

- La verdad me siento como en un día de verano -mencione, ella soltó una risa al escucharme, no era un chiste, estúpida.

- Es bueno saber que amas el frió -menciono ella y abrió la puerta de su departamento, debería pedirle al dueño del edificio que me dé mejor a rentar el departamento fantasma que se encuentra en el cuarto piso, creo que sería mucho más agradable convivir con el dichoso muerto que estaba viviendo allí mismo que con esa chica-, ¡nos vemos luego, vecino!

- Lo que digas, tonta -mencione para luego cerrar la puerta de mi departamento, al menos no había escuchado lo que dije, aunque me hubiera gustado que lo hiciera.

Ahora lo peor también era, vivir en el segundo piso y que el maldito elevador no funcionará, y no era porque sentía demasiada flojera como para subir mis cosas, pero en verdad es una tortura subir escaleras cuando llevas en manos bolsas de plástico que posiblemente se rompan en cualquier momento, debido al terrible peso que hace el cargar agua en ellas, y ahora necesitaba mucha agua.

El maldito de Kitty Gang había hecho que me diera casi gastritis, lo odio, quisiera tenerlo frente a mí y ahorcarlo de inmediato para poder ver como muere lentamente por la necesidad de aire, nadie me deja casi por dos semanas sin comida, ni agua.

Kisses With Blood ||DiKi||Where stories live. Discover now