Capítulo 2

9.6K 365 124
                                    


Mi papá y mamá estaban en un evento de caridad en el club. Termino con la limpieza de mi habitación y me refresco con una ducha, miro afuera de la ventana y reconozco el auto de Draco Lucius Malfoy aparcado en frente de nuestro garaje. Para mi suerte, el hombre de mis fantasías lascivas está aquí para regresar el cortacésped de mi papá.

En segundos, me pongo un top rosa sobre mi cabeza, sin sostén, bragas blancas, y completo mi outfit con una minifalda a juego. Un rápido cepillado de mi cabello y luego bajo las escaleras, apenas capaz de contener mi excitación, la anticipación elevándose, mi sexo poniéndose pesado y doloroso con cada paso.

Draco Lucius Malfoy lleva el cortacésped hacia el garaje cuando me ve salir de la puerta de la cocina, dándome una mirada antes de apartar sus ojos.

— Hola, Hermione. ¿Tu papá está en casa?

Me paseo sin prisa, poniendo un balanceo extra en mis caderas. — No. Papá y mamá fueron a Crown Point. No regresarán hasta más tarde.

— Oh, bien. Entonces solo pondré esto aquí. Dile a tu papá que lo limpié y cambié el aceite. Este cortacésped necesita mantenimiento.

— Seguro. Um, Sr. Draco Malfoy — Hago un puchero, mordisqueo mi labio inferior y juego con el borde de mi falda —. Me pregunto si podría darme una mano.

Ahora me mira, esos ojos mercurio oscuros parecen estar llenos de preocupación y un poco de algo más. — ¿Cuál es el problema?

— Hice algo estúpido con el fregadero de mi baño. No drenaba, así que usé una percha de alambre para tratar de limpiarlo. La maldita cosa se rompió por la mitad y no puedo usar el fregadero en absoluto. Papá me dijo que lo dejara en paz así él podría arreglarlo mañana. Pero estaba impaciente e hice la cosita más lenta — Enredo mis dedos juntos en frente de mí, lo que solo hace crecer más mi escote para que Draco se lo comiera con los ojos — Ahora la tubería de abajo está goteando. Pensé, quizás, ¿podía arreglarlo? Papá va a tener un ataque cuando averigüe que lo he empeorado.

Su ceja se arquea una fracción. — Niños — murmura —. ¿Cuándo van a escuchar? — Asiente —.Solo agarraré una caja de herramientas de mi camioneta y veré qué puedo hacer.

—Gracias, Sr. Malfoy. Lo aprecio — Le doy mi sonrisa más grande y que parece inocente.

— Seguro. No hay problema.

Vuelvo a mi cuarto, con Draco a remolque, y abro la puerta de mi habitación. Una rápida inclinación de mi cabeza y lo dirijo hacia mi guarida. — Mi baño está por aquí.

El me pasa y deja su caja de herramientas sobre el piso de baldosas, así puede examinar el fregadero. Mientras está distraído, me inclino contra la puerta, y muy lentamente aprieto el pequeño botón en el pomo para cerrarla y luego me apresuro a unirme a él en el baño. Agachado, abre el gabinete y mira en la oscuridad, sus cejas se juntan. — No veo nada goteando. — Su tono es acusador.

Me inclino contra el marco de la puerta. — ¿Seguro? Debe ser la otra tubería.

Tomó menos de un segundo que él se dé cuenta que me había inventado todo. Agarra su caja de herramientas, su cara oscureciéndose mientras me mira. — Esto no es gracioso, Hermione.

Bloqueo su camino, bajo mi voz a un ronroneo seductor. — No, no lo es — Me levanto sobre la punta de mis pies, me inclino hacia adelante y pongo mis labios sobre los suyos, mis brazos deslizándose alrededor de su cuello mientras oprimo mis caderas contra él... haciéndole saber cuánto lo quiero.

Draco se aleja, sus manos rodeando mis antebrazos y alejándome más. — Hermione...

— No le diré a nadie. Será nuestro pequeño secreto —L o beso otra vez, lamo sus labios, saboreando su sabor, el almizcle.

Su cuerpo se tensa en respuesta, su cara se oscurece. — Hermione. Esto está mal.

— ¿Por qué? ¿Por qué eres el mejor amigo de mi papá?

— Así es. Y eres demasiado joven.

Me acerco más mientras está distraído, empujándome contra su cuerpo. — Silencio. Tengo dieciocho. Simplemente piensa lo bueno que podría ser esto — Froto mis labios sobre los suyos otra vez, mordisqueo su labio inferior y lo trazo con la punta de mi lengua. Libero un brazo de su agarre y deslizo mi mano abajo hacia su entrepierna, el triunfo me llena cuando lo encuentro duro bajo sus vaqueros. Su miembro salta contra mi mano al primer toque, y aprieto su erección. Me muero por tenerla golpeando en mi interior. Deslizo mi lengua en su boca y le doy un beso ávido, dándole tanto como estoy tomando. Saboreo su sabor, canela y clavos con un poco de picante. Varonil. Draco ya no estaba resistiéndose. Me regresa el beso. Tímido al principio, aventurándose en mi boca, con indicios de lengua. Este es el hombre que conozco, tranquilo y de toque suave.

Pero luego el beso cambia. Profundo, fuerte y casi me hace caer sobre mis rodillas. Él es agresivo, demandante, sacando mi deseo mientras sus manos vagan, aprietan y pellizcan. Joder. El hombre sabe cómo besar. Empuja su lengua en mi boca mientras yo amaso su erección a través de la pesada tela, mi sexo humedeciéndose con cada segundo que pasa. Joder, lo quiero, en mí, sobre mí, detrás de mí. Dios, ni siquiera me importa qué agujeros use.

Ya no soy una niñita [Dramione]Where stories live. Discover now