la minivan de Seokjin ☆ taekook/kooktae

0012: perdiendo el sentimiento

Si, volví !!! Les recomiendo leer el capítulo anterior para acordarse de lo que pasó ♡

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Todos los problemas se vieron olvidados cuando las luces extravagantes de Las Vegas golpearon contra los seis pares de ojos brillantes y curiosos. Jimin acomodó mejor sus lentes sobre su nariz y se dirigió a Yoongi: —¡El casino! Escuché que siempre dan bebida gratis, ¿Genial eh? Pero si te llegas a pasar te reviento.

Yoongi puso sus ojos en blanco: —Bueno Pá.

—No pensé que todo fuera tan colorido... —Taehyung lo dijo para si mismo con sus manos apoyadas en el vidrio de la minivan, que avanzaba lentamente debido al tráfico. Jungkook lo observó para que terminara de decir lo que había comenzado a balbucear y las mejillas de Taehyung se colorearon como los duraznos en primavera. —Se suponía que era sólo un pensamiento... No me escuches, es una tontería.

—Si querés compartirlo te escucho.

Taehyung pareció dudar un momento pero luego devolvió su mirada a los enormes letreros de la ciudad. La luz podría dejarlo ciego y creaba raras manchas dentro de su visión, de hecho la piel de Jungkook parecía muy violeta y verde con toda esa confusión en sus retinas: —No pensé que pudiera haber noches tan coloridas. Siempre pinto escenarios de día, flores o mariposas o lo que sea apuntado con la luz del Sol porque lo hace sentir más vivo. Todas estas luces acá me hacen sentir así. Los edificios son oscuros pero las luces son cálidas... ¿Ves? Te dije que era estúpido. Sonaba mejor en mi cabeza.

Jungkook sonrió ligero y negó dos veces con la cabeza: —No es tonto en lo absoluto.

—¡Vayan pensando que quieren hacer cuando bajemos! —Exclamó Namjoon desde el volante y Seokjin pegó una leve y nerviosa risotada.

—Hasta que encontremos estacionamiento van a pasar tres meses.

—Quiero ir al casino a tomar mucho alcohol. —Dijo Jimin y Yoongi levantó la mano susurrando un leve "Ídem". Jungkook puso un pequeño puchero con su labio inferior.

—Siempre quise ir al espectáculo de las fuentes de Bellagio, dejaría de lado todo el vodka del mundo con tal de presenciarlo.

Taehyung no esperó mucho tiempo antes de exclamar: —¡Te acompaño! No tengo ganas de aguantar a Jimin borracho y quiero ver un lindo espectáculo.

—Hey, ¿Quién te dijo que iba a emborracharme?

Yoongi se cruzó de brazos: —Jimin, sabemos. Te conocemos.

—¿Entonces van a hacer cosas diferentes? —Seokjin preguntó apoyando el costado de su rostro sobre el respaldo del asiento. Observó con detalle el pequeño grupo desastroso sobre las ventanas: Taehyung tenía los ojos de cachorro más grandes que vio en su vida e increíblemente Jungkook también. Parecía que querían pasar la noche juntos, porque inconscientemente sus cuerpos se acercaron más cuando las manos se encontraron por error sobre el vidrio. Jimin limpiaba los lentes con el borde de su remera y Yoongi miraba a Jimin hacerlo; eso si era normal. —Pensé que querían hacer algo grupal, pero si quieren ir a lugares diferentes entonces tengo la excusa perfecta para ir al invernadero de Bellagio. Nam, ¿Venís conmigo verdad?

—¿Tengo otra opción?

Unos seis vasos descartables después, Jimin se sentía un poco mareado pero bastante agitado. Sabía que Yoongi era ese brazo que sostenía con el suyo para que no se perdiera y para no errar con su equilibrio, también sabía que la mata de cabellos verde menta lo observaban con una alegría casi incomparable a las dudas traviesas y el comportamiento tímido de siempre. A Jimin no le gustaba cuando Yoongi bebía por las noches, pero si le gustaba cuando bebían juntos. Por alguna extraña razón sentía que si se tenían el uno al otro, espalda con espalda, podrían contra cualquier persona que los quisiera echar de algún lugar o de alguien que se quisiera aprovechar de su estado de ebriedad.