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Despertó por algunos toques en su estómago, alguien le estaba poniendo sus dos pequeñas manitas en su bientre, más que manos se sentían como patas, unas muy suaves y esponjosas, abrió la vista viendo como Mirio estaba a su lado sosteniendo su mano y el doctor Neko hacía presión en su bientre, de seguro checando a sus bebés, también noto que toda su espalda estaba vendada y que Mirio tenía una cara apunto de llorar, sintió una presión en la parte central del bientre y su rostro se deformó en una mueca soltando un pequeño gemido, Mirio al levantar la mirada se encontró con la alegre sorpresa de que Tamaki estaba despierto, -Tamaki!- Mirio abrazo al menor empujado al doctor para que le diera espacio, no puso precien en su espalda pues savia que seguramente le dolería y Mucho, -M-Mirio q-que paso?- dijo correspondiendo al abrazo -Nada,ya no hay que recordar eso, lo importante es que estas bien- Mirio siguió abrasándolo, y de repente sus labios estaban juntos otra ves en un tierno besó, el doctor solo vio algo incómodo la escena, -cof cof- dio una tos fingida el gato para señalar que el estaba hay, -necesito acabar de revisarlo prrr~- dijo quitando a Mirio de en medio, puso sus patitas otra ves en el vientre luego puso su estetoscopio, por lo cual Tamaki apretó levemente la mano de Mirio -está frío- se quejó, -prrrau~!- dijo feliz el gato -señor Togata, puede venir por favor- Mirio soltó la mano de Tamaki y se dirigió donde el gato, este le puso su caleidoscopio mientras ponía la parte fría sobre el bientre haciendo una pequeña presión, -esto es enserio?- preguntó dando una pequeña risa , -sip- Mirio embozo una gran y hermosa sonrisa , -que ocurre?- preguntó Tamaki con curiosidad, Mirio sacó su teléfono y lo puso entre los audífonos de estetoscopio, -no creo que funcione-, dio una pequeña risa cortando el video, le pasó el teléfono a Tamaki este lo puso en su oído, y después puso su otra mano en su boca, de sus ojos delgadas lágrimas salieron mientras de bajo de su mano había una sonrisa -esos son?- preguntó alegre sin Poder acabar su frase -sip prrr~ son los corazones de los bebés y el tuyo- Tamaki sonrió y sintió el abrazo que Mirio le proporcionaba, -los bebés están bien pero tú tienes que cuidarte en exceso y cómo estás entrando al cuarto mes es más peligroso prrr~- Tamaki asintió con la cabeza y Mirio fue a despedir al doctor en la entrada, cuando Mirio regresó acaricio el vientre de Tamaki que estaba descubierto y dejó varios besos en este, -creó que todavía son muy pequeños para hacer eso- dijo Tamaki acariciando los rubios cabellos del otro, -lo c pero no puedo evitarlo- Tamaki dio una pequeña risa, -oye Mirio- ahora su voz tenía un tono serio, -Tendreque seguir durmiendo en el sótano?- preguntó, Mirio dejó de besar su vientre y miró a Tamaki seriamente, -No, pero si regresare al trabajo, para poder dejarlo tengo que trabajar asta que nazcan los niños, me quedare esta semana en casa todavía, pero cuando acabe trabajaré desde temprano y regresare en la noche, después de que nazcan renunciaré, y encontraré otro trabajo, talves nos mudemos a un departamento después de casarnos- Mirio se callo rápidamente, mientras Tamaki se quedaba en sorpresa, Mirio suspiro y se paró pues estaba arrodillado frente a la panza de Tamaki que está acostado, rodeó la cama y fue a su lugar, de El Cajon de su mesita de noche sacó una pequeña caja -estuve guardando esto durante un tiempo, ok se que no te conozco más de hace tres meses, pero gracias a la bebida de nuestros hijos, y tus condiciones quiero preguntarte algo- se arrodillo frente a Tamaki que estaba acostado, tomó la mano de Tamaki y le dio un beso para luego quitar la mano con la caja de su espalda,-Tamaki Amajiki, yo Mirio Togata quiero darte mi apellido y también a nuestros hijos, así que te lo pido con todo mi corazón ¿Quieres ser mi esposo?- Mirio dio una sonrisa mientras veía la cara en shock de Tamaki este no savia que decir,pero la alegria que sentía en su corazón lo hizo responder con con un -si!- casi a grito y llorando de alegría. Mirio colocó el anillo en su dedo con una gran sonrisa y luego besó su mano.

Ya era de noche las 8:10 para ser exactos, Tamaki seguía acostado en la cama, solo que ahora con la ayuda de Mirio se había podido poner su pijama, Mirio entro al cuarto con una bandeja entre sus manos, la puso en el regalo de Tamaki, en la bandeja hacia un pequeño plato de ramen que parecía estar muy caliente, y unos palillos al lado, -wou... no lo quemaste- dijo el pelinegro Aldo sorprendido, -creo que no quieres envenenar a tus hijos- Tamaki dio una pequeña risa mientras pasaba su mano sobre su bientre aun no tan abultado, Mirio frunció el sueño, -ajá si claro, ahora abre la boca- dijo el rubio tomando los palillos entre sus manos y tomando algo de pasta del plato, Tamaki abrió la boca y se comió la pasta, y así estuvieron un rato hasta que se acabó con el plato. El pelinegro sintió náuseas y se tapó la boca con la mano, el rubio al notar esto, trajo el bote de basura que tenía en la esquina del cuarto, se lo dio a Tamaki y este bonito en el, -hay mi amor- decía Mirio mientras le acariciaba la espalda, -no c si aguante todo lo que sobra- dijo en un pequeño respiro que le dio su estómago, -si vas a aguantar, eres fuerte- le dijo dándole un beso en la frente.

Y así pasó la semana, Tamaki ya se podía parara otra ves y empezó a hacer sus deberes como "ama de casa", Mirio se iba de la casa antes de que Tamaki se levantara, y llegaba cuando el ya estaba dormido, había veces en las que llegaba temprano, y se iba a su oficina a trabajar, en esas veces Tamaki le llevaba la comida y le ayudaba a planear sus planes para los secuestros o el contrabando, de echo Tamaki tenía bastante conocimiento sobre eso y era de gran ayuda. Esa noche Mirio llegó algo cansado, y lo primero que hizo fue dirigirse a la cocina, esperando encontrarse a Tamaki hay, pero no, lo único que avía era un plato con arroz y un poco de catsudon, Mirio tomó los palillos suponiendo que Tamaki se había cansado rápido después de haber doblado la ropa y haver limpiado la casa. Lo acabo de comer, y dejo los platos en el lavabo, se dirigió a su cuarto dispuesto a dormir pero se encontró a Tamaki dormido en la sala, su Quirck prendido, sus dos alas blancas tapaban su pequeño bientre y lo protegían, Mirio enternecido por la escena lo más lógico que se le ocurrió fue tomar una foto.

 Lo acabo de comer, y dejo los platos en el lavabo, se dirigió a su cuarto dispuesto a dormir pero se encontró a Tamaki dormido en la sala, su Quirck prendido, sus dos alas blancas tapaban su pequeño bientre y lo protegían, Mirio enternecido por l...

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Xd si esto se vi de relleno pero vamos El Niño está en su 4 mes de gestación.
Jsjsjs lo veo, iré a editar las otras historias :"v

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