Capítulo X: Oh, mi Alfa.

3.6K 282 14
                                    


Al día siguiente me desperté con un dolor fatal en el trasero y es que se me dificultó levantarme de aquella cama que no era mía, sino de él.
Él estaba a mi lado aún dormido y eran las 10:20 de la mañana, habíamos tendido una gran aventura anoche y lo hicimos 3 veces. Genial, ¿no?

Me levanté cuidadosamente y lentamente para poder, al menos, aminorar el dolor que se creaba en mí. Estaba desnudo y así fui directamente hacia el clóset de John para agarrar un conjunto de ropa: una camisa negra de manga larga con rayas blancas en estas, unos jeans negros, un boxer gris y mis tenis blancos. Me dirigí hacia el baño y me di una ducha: posaba mis manos en cada parte de mi cuerpo, en donde él había tocado. No hubo ninguna parte que él no tocara.

Cuando terminé de bañarme me miré atentamente en el espejo completo que había ahí en la habitación y miré mi grande y fornido cuerpo que se encontraba adornado por unos chupones y mordiscos que fueron hechos por él. Y, mi trasero, estaba muy rojo y se encontraba marcado por las manos de John. Él estaba en mí.

-Eres hermoso-escuché su voz y rápidamente volteé a verlo.

-Obvio-sonreí para después agarrar los boxers y, antes de ponérmelos, una mano me lo impidió.

-No seas tan orgulloso, o sino tendré que volverte a enseñar lo que es perderlo-me sonrió mientras guiñaba un ojo y apretaba mi trasero con su mano, me sobresalté por ello.

-¿¡Qué mierda haces!? Quita tus manos de mí-me alejé de él y me puse mis boxers para después ponerme los jeans y dejar mi abdomen fornido a la vista.

-Ah, lo hicimos anoche y aún así no quieres que te toque, ¿es en serio?-sonrió con ironía.

-Solo fue anoche, ya no volverá a suceder..., creo-agarré la camisa y me la puse, también mis tenis junto con mis calcetines-. Me voy.

-¿Por qué? ¿Acaso no recuerdas que ya somos pareja? Ahora vivirás aquí.

-Sí, recuerdo eso, pero yo ya tengo un hogar y vivo ahí, lo siento-agarré mi chamarra y abrí la puerta pero él me detuvo-. ¿Ahora qué?

-Lo siento pero no puedo dejar que te vayas-agarró una correa que tenía guardada y me la puso en la garganta rápidamente. Ahora estaba atado a él.

-¿Es en serio?-dije inexpresivo.

-Sí, ahora vamos a desayunar, te prepararé algo-jaló de la cuerda para poder llevarme a la planta baja. Sentía cómo esa correa me sofocaba si no caminaba al ritmo de sus pasos.
Cuando llegamos a la cocina el me posó encima de una de las sillas para después atar la correa con un gancho que estaba por ahí. La sujetó bien.

-¿Qué quieres de desayunar, amor?-me guiñó el ojo.
Miré a otro lado para poder pensar mejor en su pregunta.

-Mm..., pan francés relleno de chocolate -dije por fin.

-Está bien-su grande cuerpo, esbelto, fornido y sexy empezó a moverse de un lado a otro para poder agarrar los ingredientes que necesitaba para preparar lo que dije. Se veían tan lindo.

En ese mismo instante empecé a sentir cómo mi pene se empezaba a levantar y a chorrear un poco de semen. Acababa de excitarme con solo verlo.
Me dolía y tenía que sacarlo de ahí o sino el dolor nunca aminoraría.
Lentamente y silenciosamente me levanté del asiento y me dirigí al baño (gracias a Dios, la cuerda era larga como para llegar ahí), pero antes de abrir la puerta, sentí cómo él se posicionaba atrás de mí apoyando sus brazos a los lados de mí acorralándome.

-¿A dónde crees que vas?-su voz era autoritatoria.

-Al baño, ¿algún problema con eso?-volteé a verlo.

-No, solo que...¿por qué ibas a hacerlo tú solo?-sonrió.

-¿Hacer qué?-se acercó a mi oído.

-Esto- posó su mano derecha encima de mi pene cubierto ya de semen y lo apretó.

-Agh- solté un pequeño sonido de dolor-. ¿Acaso ya no puedo hacerlo solo?

-No, recuerda que solo yo puedo tocarte porque eres mío. Yo toco lo que me pertenece-empezó a hacer movimientos circulares con su mano en mi pene. Se sentía tan bien-. ¿Mi Alfa, caso te excitó el solo verme?-me sonrió con lujuria.

-Ahg-me dedicaba a gruñir, pues a los Alfas no se les daba tanto el gemir como un Omega. Le sonreí-. Oh, claro. Eres jodidamente sexy como para no excitarse.

-Eso quería oír- en un movimiento rápido jaló mis pantalones hacia abajo junto con mis boxers dejando a la vista mi grande y duro pene que necesitaba ser atendido. Fe él salían gotas de semen.

-Vaya, te excité demasiado, ¿no?-sonrió de lado.

-Jódete- dije para dedicarle una sonrisa burlona.

Agarró mi pene con su mano y lo apretó un poco para después empezar a masturbarme. Sentía sus cálidas manos encima de mí, sentía cómo rozaba la punta de mi pene con su mano llena de semen. Llegó un momento en el que su boca se posicionó en mi pene y lo metió adentro de él, yo saqué unos cuantos gemidos de Alfa, hasta gruñidos. Su jodida lengua estaba tan caliente, suave y llena de saliva mezclada con mi semen. Lo hacía jodidamente bien. Era como si... estuviera a punto de ser un cuerpo calcinado. Oh, joder, cómo lo amo.

Mi Alfa, soy solo tuyo, tu Alfa.

Alguien más.Where stories live. Discover now