Capítulo 19

23 3 1
                                    

Después de haber terminado una vídeo llamada de suma importancia para la compañía y de ordenar que el día siguiente quedara libre de citas, Yaten se estiro con el agotamiento de un largo día y tras servirse y beber una copa de coñac se encamino hacia el comedor; no porque tuviera hambre o algo parecido, sino porque seguramente era lo que esperaban sus suegros que hiciera, sin embargo cuando llego allí, el escenario no resulto como lo pensaba.

—Valla hermano hasta que te dignas a aparecer —Con la sonrisa que lo caracterizaba Seiya se levantó raudo y no tardo en pararse junto a su hermano para saludarlo con un par de palmadas en el hombro. — Todos están esperándote a ti y a Mina para Cenar. ¿Qué no pensáis venir? —Anexo con un gesto de lado —Yo ya muero de hambre.

—Lo siento —musito forzando una sonrisa — Estaba ocupado con algunos negocios que tenía detenidos y no sentí pasar el tiempo. No debieron haberme esperado.

—¿Cómo podríamos no hacerlo? —Replico Kenji cuando los chicos llegaron hasta la silla principal del comedor. —Esta es tu casa.

—Por favor no diga eso, sabe bien que ésta también es su casa y no necesitan ninguna autorización mía o de mi persona para hacer algo. Por favor no lo vuelvan a hacer o me sentiré mal.

—De acuerdo hijo, lo tendremos en cuenta.

—Perfecto y bueno, si me estaban esperando ¿Por qué no comemos de una vez?

—Eso voz me gusta hermano, pero me temo que aún falta Mina.

Yeten abrió la boca sin saber bien que iba a decir pero antes de que emitiera el mínimo sonido Rey se apareció por la puerta principal con una frase salvavidas.

—Buenas noches, la señora Mina desea que por favor cenemos sin ella, no se siente bien todavía y desea cenar en su recamara.

—¿Enserio? Que lastima —Dijo Seiya chasqueando la lengua con desilusión. —Esperaba que pudiéramos cenar todos juntos y transmitirle un escenario familiar a mi cuñada, Kuon recomendó mucho ese tipo de cosas.

—Me temo que será en otra ocasión señor —Contesto Reí con premura y con la misma prisa ordeno a Aylin que sirviera la mesa y que cuando terminase pidiera a Aime, que le llevara la cena a la señora.

A su espalda todos se sorprendieron por sus palabras y aún más por su actitud de señora de la casa pero, aun sintiéndola fuera de lugar, nadie dijo nada, y eso que cuando la morena se acercó al comedor a tomar asiento justo al lado izquierdo de Yaten, Samia estuvo a punto de preguntar ¿Que significaba eso?

Restaurante Bar Mistic Nigh

Después de la cuarta ronda de tragos y de haber pasado un incómodo momento de sutiles reclamos, sobre el tiempo en que llevaban sin hablarse, Hotaru había tenido que refugiarse en la lejanía de los servicios para poner bajo custodia los sentimientos que la enfurecían y que se había prometido no mostrar nunca. Por desgracia toda su resolución y voluntad había salido volando por el aire en cuanto sus ojos volvieron a verlo.

Y es que sin importar todos los años que habían pasado sin verse, Diamante seguía teniendo ese hechizante porte que a ella tanto le gustaba y que era el causante de las maravillosas personitas que le esperaba en casa.

—Lamento la espera —comentó Hotaru cuando estuvo de regreso y esa vez totalmente dispuesta a no perder el piso. — ¿Te parece si pedimos la cena?

—Claro, ¿Sueles venir a este lugar con frecuencia? Me gustaría que me recomendaras algún platillo

—No diría que con frecuencia pero si hemos... he venido aquí algunas veces; el Doeuf Bourgignon es un delicioso platillo, en todo Tokio no he encontrado un lugar que lo prepare como aquí.

Ella... soy yo. *Obra Original* En ProcesoWhere stories live. Discover now