Prólogo

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Al fin era lunes. Muy a diferencia de casi el resto del mundo, Wonsik era de los pocos que prefería mil veces el primer día de la semana a un viernes e incluso un sábado, y como mucho agradecería por ser domingo. Por suerte la mañana se le estaba haciendo algo amena, pues entre reuniones y charlas internacionales, cuando se dio cuenta ya le quedaban solo quince minutos para marcharse, muy a diferencia a otros días en los que no se movía de su oficina ni para ir al baño, y los minutos parecían no avanzar nunca.

Mientras terminaba de enviar unos e-mails, Wonsik escuchó como recibía un mensaje, pero como sabía de quién se podría tratar no le dio ninguna importancia, pues los que a él realmente le interesaban no tenían ese tono de notificación. Miró su agenda para terminar de apuntar unas últimas notas, y al fin el reloj dio las seis de la tarde. Sonrió feliz.

Estiró sus brazos sobre la cabeza, haciendo así que sus músculos engarrotados volvieran a coger movimiento, e inclinó un poco el cuello haciendo que éste crujiera sin miramiento. Estaba agotado, no había duda, pero no le importaba en absoluto, nadie iba a fastidiar su tarde. Mientras recogía sus cosas, y se colocaba la chaqueta del traje, unos golpes en la puerta lo distrajeron.

- ¿Ya se marcha, señor director? - Habló su secretaria al entrar.

- Sí, ¿Necesitas algo?

- Únicamente que me firmara estos documentos, pero se los puedo dejar aquí y los enviaré mañana a primera hora cuando los tenga.

Agradeció que no fuera algo importante que lo retrasara, a veces solía pasar y Wonsik terminaba quedándose hasta casi entrada la noche, haciendo que perdiera toda la tarde. Sonrió a la chica, provocando que ésta se sonrojara, y salió a toda prisa hasta el parking de su empresa. Su coche se encontraba en la parte preferente, una zona cerca de la salida que incluso, tenía una placa con su nombre.

Antes de arrancar decidió ver que era lo que contenía aquel mensaje que le había llegado, y por supuesto no podía ser de nadie más que de su mujer, preguntándole que a qué hora llegaría para cenar juntos o no. Rodó los ojos antes de responderle que aún tenía trabajo y que no lo esperara, luego bloqueó el móvil para guardarlo. Se despidió del guarda de seguridad con la mano cuando éste le abrió la barrera para, al fin, salir de allí.

A veces pensaba que cualquiera querría tener su vida, pues ahora mismo Wonsik conducía uno de los últimos coches que había salido al mercado; su teléfono era con la mayor tecnología existente; también era el director general de una empresa conocida en todo el país, y por ello, la riqueza y los lujos heredados por su familia no faltaban en su día a día. Al mismo tiempo, estaba casado con la mujer que era considerada una de las más bellas de Corea del Sur, modelo y a la vez, una famosa diseñadora de moda.

Todo debería ser perfecto, si no fuera porque Wonsik nunca se sentía satisfecho con nada de lo que tenía, pues desde pequeño sabía que su vida iba a ser así. No había nada emocionante, siempre había estado educado y enseñado para esa vida de lujos, tenía claro que después de estudiar lo que le obligaron, no tendría la típica entrevista, si no que, directamente, sería el nuevo director de la empresa. Al cumplir los veinticinco, su boda prácticamente organizada desde su adolescencia, fue lo más comentado en su día, y a partir de ahí, pasaron dos años únicamente monótonos.

Hasta al menos unos seis meses atrás.

🌟🌟🌟


Holi!🙋🏼‍♀️ He vuelto después de mucho trabajo y poco tiempo libre😫 Bueno, en realidad sigo igual pero con algo más de tiempo😅 y con él os traigo un pequeño Navi😊

Realmente espero que os guste, no serán capis muy largos pero creo que es una historia entretenida llena de azúcar, algo de hot😏, y dramas de telenovela😅

Así que nada, os dejo el prólogo y el primer capi para que vayais cogiendo la idea^^

Besitos!😘


My peace moment (Navi)Where stories live. Discover now