Buitre 2.0

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Peter: Mari, ¿de verdad te molestaste por qué no te dije sobre Liz? - preguntaba cerca de la puerta de su habitación, donde la azabache estaba encerrada

Mari: ¡Si! Debiste decirme sobre ella

Peter: Pero no es correcto, además ni siquiera salimos

Mari: Tengo sentimientos, Peter - se escuchó como sollozaba un poco - Que te besen frente a mi es algo cínico

Peter: De verdad, Mari, si quieres saberlo todo, bien te lo diré, pero abre la puerta - le dijo con una voz suave, haciendo que la azabache se sintiera en confianza - ¿Puedes, Mari?

Poco a poco la azabache quitó el seguro de la puerta, y la abrió lentamente, observando al castaño sonriendo un poco, le encantaba esa sonrisa, lo que más quería era lanzarse sobre de el y besarlo, pero debían hablar, lo que había pasado en el parque la dejo un poco confundida. Cuando la chica llamada Liz Toomes llegó, algo en la azabache cambio, una especie de alerta recorría su cuerpo ¿Sentido de Catarina? Era como si tuviera el Spider Sense de su novio. Quería saberlo todo, pero al mismo tiempo la aterraba. No quería conocer la historia de Peter y Liz, pero en el fondo de su corazón había un sentimiento de inquietud, como si algo o alguien la obligará. Cuando Liz llegó y beso a Peter, Marinette inmediatamente salió de ahí, molesta y a la vez frustada, no sabía que sentir. Peter era su primera vez en todo, incluso fue su primer beso, ella había resguardado ese regalo para la persona indicada, no había sido Adrien Agreste o Luka Coffaine quien se lo había merecido, era Peter Parker, el hombre al cuál desde pequeños se había ganado el corazón de la azabache.
Al dejar pasar al castaño, pudo notar que algo estaba raro con el, su sonrisa se veía triste, y sus ojos apagados.

Mari: ¿Que tienes? - hablo con un nudo en la boca

Peter: No lo se - se adentro en la habitación y se sentó en la cama - Mari, primero que nada - hablo con la voz un poco ronca, señales de quería llorar, pero empleaba toda su fuerza por no derrumbarse - Debes saber que mi corazón te pertenece, aunque ya lo deberías saber - río un poco, sin ganas, pero lo hizo - Liz fue una muy buena amiga, era de las primeras de la clase, junto conmigo y mi otra amiga, Michelle Jones, pasamos por muchas cosas juntos, y me enamoré - la azabache sintió una mano fría en su corazón, y el llanto se aproximaba conforme las palabras salían de la boca del castaño - Durante varios meses idee como decírselo, participamos en el Decathlon y estuvimos en muchos lugares, pero no me atrevi, y la gota que derramó el vaso, fue su padre - se detuvo y respiro profundamente - Su padre es Adrian Toomes, alias el Buitre - vio a Mari, quien estaba atenta a sus palabras - El descubrió mi identidad, y estuvo a punto de arrebatarme todo, pero cuando lo derrote, Liz se mudó, había estado a punto, pero no lo logre - agachó la cabeza - Conforme pasaron los meses, pude guardarla en el fondo de mi corazon, sabiendo que no podría estar junto a ella - volvió a mirar a Marinette, y Peter solto Otra sonrisa triste - También debes saber esto, Michelle Jones, se convirtió en una muy buena amiga, más de lo que incluso yo soportaría - se levanto y se acercó a Marinette - Ella y yo competimos en el examen de Damocles, y cuando descubrimos en rumbo de cada uno - miró una vez más hacia abajo - me confesó sus sentimientos - otra punzada en el corazón para Marinette - Me sorprendió saber que eran los mismos que los míos - Marinette solto una lágrima a lo que el castaño uso sus dedos y sujeto su rostro, acariciándolo y limpiando no solo una, si no muchas lágrimas que salieran de sus ojos - Pero... - ella lo miro atenta, estaba curiosa de lo que el castaño estaba apunto de decir - Ellas me hicieron sentir feliz, a diferencia de ti - Marinette hizo un gesto de intriga, rápidamente Peter le explicó - Tu me haces sentir fuerte, valiente, alegre, calmado, inteligente, tonto - ella río, aún con lágrimas cayendo por sus mejillas - me haces sentir muchas cosas Marinette, es por eso que como tú no hay nadie, tal vez llegaste tarde a mi vida, pero ahora eres, mi Princesa consentida - ella lo abrazo con fuerza, tales palabras hicieron que el llanto aumentará, pero sus lágrimas eran de felicidad, e hizo que el castaño llorará también - Me he liberado de toda esa carga, no puedo ocultarte nada, tu eres todo de mi, y te amo...

Juntos los dos (SpiderBug)Where stories live. Discover now