Chile en llamas

Planes y estrategias

A medida que escuchaban las órdenes de Michell los tres hombres iban sintiendo una cuota cada vez mayor de molestia. Las atribuciones que se adjudicaba, esa postura de superioridad que tomaba cada vez que hablaban. Si bien ella era la que recibía las instrucciones directas de los jefes, a momentos parecía ser que confundía su cargo con la autoridad que le pertenecía a ellos. Esos altos mandos invisibles que nadie conocía, pero que todos los que formaban parte de la red temían con su vida.

-Sus progresos son demasiado lentos - indico Michell al otro lado de la pantalla. Su voz, sus gestos, el tono, resultaban en ese momento particularmente desagradables-. Es imperativo que los terrenos estén comprados lo antes posibles, aún faltan muchas tierras para que se logre desarrollar la totalidad del proyecto.

-No es fácil - dijo el hombre de la cicatriz-. Podemos asesinar a personas por los incendios, pero tampoco pueden morir tantos, eso atraería demasiado la atención... asesinar exige esperar el momento oportuno.

-Ese no es mi problema, por algo los contrate, ustedes sabrán cómo acabar con la vida de quienes deben dejar los terrenos que necesitamos, después de todo esa es su especialidad a menos que me digan que no saben cómo hacer su trabajo.

-Sé muy bien cómo acabar con una vida. – el tono del hombre de la cicatriz revelaba la ira que lo iba inundando a cada instante.

-Entonces demuéstrelo y deje de hablar tanto.

-Michell, debe entender que esto no es sencillo, los medios de comunicación están merodeando por todas partes, buscando noticias de gente sufriendo que ha perdido sus hogares... - era el hombre de los jeans, quien por primera vez tragaba saliva, dejando en evidencia un nerviosismo no menor-. Algunos han comenzado a decir que hay personas que están causando los incendios de forma intencional, la gente anda buscando a los culpables, mis hombres ya no se pueden mover con la soltura de antes. Han tenido que parar de causar incendios, de lo contrario los podrían atrapar.

-Ese no es problema mío - respondió Michell- Les pago que ustedes se hagan cargo de esos problemas.

Un incómodo silencio inundo la escena. De haberla tenido en frente el hombre de la cicatriz no habría dudado en acabarla de un solo golpe, lamentablemente la miraban por esa pantalla. Nadie dijo nada, hasta que Mauricio interrumpió.

-Creo que tengo una solución- indicó a la vez que se apretaba las manos buscando valor para alzar la voz.

- ¿Cuál es su plan? - Michell hizo un movimiento con los ojos como si buscara al otro lado de la pantalla al hablante.

-Podríamos buscar un experto, alguien de confianza que entregue datos adulterados respecto a la taza de incendios que ocurren anualmente en el sur de Chile, si alguien comienza a explicar que el problema no son los incendios, sino el descontrol que ha habido debido a la falta de recursos sería una buena estrategia para justificar a excesiva aparición de focos de incendios.

-Veo que ha tenido una excelente idea - intervino Michell a la vez que esbozaba una sonrisa -. Como ha sido su plan, lo dejo encargado de manejar el aspecto mediático. Vuelva de inmediato a Santiago para coordinar que los medios expongan la opinión de algún experto que desmienta el que estos incendios seas intencionales - tomó aire, se notaba preocupada, de una forma que nunca antes la había ninguno de los presentes -. Todo debe estar listo antes de mitad de año. De lo contrario la fase dos del proyecto no podrá comenzar. Nuestros empleadores tienen informes que los desastres se han apresurado, es muy posible que para mitad de este año ocurran eventos naturales que sobrepasen las proyecciones que se habían realizado. De ser así significa que no queda mucho tiempo para que el norte del mundo sufra un cambio geoclimático como el que se tiene presupuestado. Si eso sucede ustedes saben que todos saldremos perjudicados.