lipsticks of flavor. nomin.

french vanilla.

y resultaba que todo iba de lo lindo, pero había malos días en los que jeno quería mandar a la mierda a todo, incluso a jaemin.

el castaño con sus buenas intenciones, aquél sábado de estudio, fue a ver a jeno. al ser eso, un sábado de estudio, el azabache no estaba de humor, tenía ganas de golpear la pared.

pero casi se le quitó el enfado cuando enterró su cara en el cuello de jaemin, cuando inhaló el olor de su colonia, que era la de vainilla que tanto le gustaba.

"jaemin" empezó a hablar "sé una forma de quitar el estrés y es algo que me ayudaría mucho ahora mismo".

se escuchó la risa del de pelos marrones cerca de su oído, "sé que estás pensando en la que estoy pensando yo, pero, aún no es el momento"

en la cabeza de jeno solo habían estas palabras recitándose con un tono infantil. ¡oh, claro que es el momento, na jaemin! ¡podríamos hacerlo perfectamente, tú y yo, sobre mi cama o contra la pared! ¡me da igual!.

así que suspiró resentido y dió un pequeño beso en los labios del menor.

— también saben a vainilla.

— me adelanto a los acontecimientos.

ahí fue cuando el mayor lo olvidó todo y le besó de nuevo, mordiéndole el labio para que separara estos y así poder introducir su lengua, que no era para nada una intrusa. se sentó en la cama, jaemin se sentó en su regazo mientras se besaban, el roce que ambos estaban haciendo sin ni siquiera quererlo era excitante. aunque no lo admitieran ambos añoraban el cuerpo del otro, sí, se habían tocado en otras ocasiones, pero, era el mínimo roce, un abrazo, cualquier cosa. ahora se deseaban, y aunque jaemin dijera que no en un principio, tan rápido como jeno metió las manos en su pantalón para apretar su redondo trasero el castaño aceptó, se perdió, así que a continuación, dejaremos que pase lo que pase.