𝐈𝐕

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Tras un inicio de año sin novedades llego el mes de febrero, nuestro aniversario. Hacia un año ya de que su presencia había cambiado completamente mi destino.

Preparaba en silencio una noche especial, para el primer fin de semana del mes; había planeado cocinar su plato preferido “Bangers and mash” (salchichas y puré), compre una botella de vino. Sinceramente me hallaba muy nerviosa, esperaba todo resultara bien y como me lo imaginaba.

El viernes, luego de entregar nuestro turno, Melissa y yo caminamos a casa y así yo aproveche de compartirle mis planes para el aniversario. Quería pedirle me cubriese el turno del día del domingo y yo cubriría el nocturno, así alargaba más mi noche de sábado con Chaeyoung.

- ¡Me parece una genial idea!, así yo paso mi noche de domingo con Héctor, - suspiro – tal vez envíe al niño a casa de su abuela, ya sabes para tener más privacidad – rió con picardía y yo le sonreí. Le agradecí de nuevo.

- ¡Tranquila, no me agradezcas tanto! – se detuvo un instante a mirarme.

- ¿Qué sucede? – pregunte temiendo tuviese planes que no recordará y ahora no pudiese hacerme el favor.
- Oye, ¿puedo hacerte una pregunta? – la mire confundida y a la vez temerosa – es que no quiero ser indiscreta.

- ¡Dime! – le apremie.

- Cumples un año con Kyle ¿cierto? – asentí.

- ¿No se te ha ocurrido que sea estéril? – confundida la observe – bueno, no sé si tu utilizas algún método de esos, como el capuchón de seda de los estadounidenses – me sonroje – lo siento, Mina, es que me da curiosidad, tu sabes que Héctor y yo no tardamos mucho en concebir.

Me genero demasiada gracia aquella conversación, pero a la vez me dio una perspectiva muy interesante, la gente siempre se va a preguntar eso, y pues obviamente Kyle y yo no podemos gestar un bebe juntos.

- Me cuido – opte por decir, lo más natural posible.

Siguió disculpándose, y yo sonriente le decía que no pasaba nada, solo no estaba preparada para esa pregunta, jamás me imagine que me interrogarían al respecto, pero ahora asumo tengo que estarlo para esa y muchas otras más, después de todo somos un matrimonio tradicional ante la sociedad.

En la mañana antes de que partiésemos a nuestras respectivas labores, bese sus labios y le pedí regresara pronto del trabajo, quería hablar con ella, le dije. Algo confusa acepto y se fue, yo creía que ella no sospechaba nada, había tratado de ser muy cautelosa, en serio pensaba que nos haría bien una noche diferente, de sorpresa.

La comida caliente y recién hecha esperaba por ella, quien sin defraudar mi petición no tardó mucho en llegar, la recibí con un beso.

- ¡Dúchate y cenaremos! – me sonrió sospechando ya, tal vez, lo que me traía entre manos.

El brillo de su mirada ante su plato preferido fue mi gran recompensa.

Tomamos asiento y comenzamos a cenar, conversábamos con libertad y espontaneidad, su rostro lucia alegre, su mirada frente a la mía, potentemente invadía mis ojos, y yo me sonrojaba con la misma intensidad de los primeros días.

Levante las cosas de la mesa y me dirigí a la cocina en busca del postre, un budín de pan que por primera vez hacía. Tan solo un par de segundos luego la sentí pegarse a mi espalda, besaba mi cuello y acariciaba mi cintura; subía sus manos, contorneaba mi pecho. Su tacto erizaba mi piel, ¡como extrañaba sentirla así, deseosa, cálida!

𝐁𝐮𝐭𝐜𝐡 𝐅𝐞𝐦𝐦𝐞 | 𝐌𝐢𝐜𝐡𝐚𝐞𝐧𝐠 𝐀𝐔 [ADAPTACIÓN]Where stories live. Discover now