DEKU... ¿ERES TÚ? [TERMINADA]

¡NO QUIERO DEKU!

El plan era simple, en el viaje escolar al parque de diversiones se quedaría a solas con el pecoso y ¡bum! Le diría sus sentimientos, directo, en su cara sin darle oportunidad a negarse a salir con él, sí ¿qué puede salir mal? Es un plan perfecto ¿no?

Si tan solo el pecoso no lo desafiara juntándose más con el maldito bicolor. 

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-¡MIERDA! 

Era la tercera vez que gritaba una palabrota esa mañana, un sueño húmedo con su tierno y adorado pecoso había ocasionado un desastre en su cama. Trataba de ocultar la maldita evidencia.

-¡GOGO KATSUKI BAKUGO!

<¡Maldición dijo mi nombre completo!>

Los pasos enfurecidos de su madre resonaban cada vez más cerca de su habitación, con desesperación terminó de cambiar las sábanas y lanzó las otras al interior de su armario. Mitzuki abrió de golpe la puerta y entró.

-¡Debes tocar antes bruja!

-¡AAAAH! MALDITO MOCOSO YA TE DIJE QUE DEJES DE GRITAR MIERDAS, LOS VECINOS ME VEN FEO CADA VEZ QUE VOY AL PUTO MERCADO ¡CONTRÓLATE!

-YA ENTENDÍ, VIEJA BRUJA SAL DE MI HABITACIÓN.

-¡NO PUEDES TRATARME ASÍ PEDACITO DE...

Masaru bebía su café en la cocina, estaba acostumbrado a esas peleas, siguió leyendo su periódico sin intervenir, este año también tendría que llevarles un regalo a sus vecinos por la paciencia, los rubios no lo sabían pero si no los habían demandado antes por romper el orden público era por la amabilidad de él.

Finalmente Mitzuki bajó resoplando a hacer el desayuno y Katsuki se metió a duchar. Masaru se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla. 

-Tranquila mi amor, ya cambiará cuando tenga una novia.

-¡¿AAAH?! ¿Novia? ¿De verdad crees que le dirán que sí?

-Claro, es mi hijo después de todo.

Ambos reían abrazados. Solo él podía calmar a su esposa, sabía que su hijo encontraría a la persona especial que le daría esa paz y amor que ayudaría a cambiarlo. 

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Llegó al instituto con un maldito dolor de cabeza, la riña de hoy con su madre terminó con un jalón de oreja que aún sentía, a parte tendría que enfrentarse a ver al pecoso... después de haberlo soñado tan jodidamente sensual moviéndose sobre él <Mierda> debía evitar recordarlo o entraría al salón con la Torre Eiffel en sus pantalones.

Entró al salón, hoy como cosa rara Kirishima no se le había lanzado encima, lo dejó ser hasta que se sentó en su escritorio y entonces el pelomierda y el tarado del pikachú se le acercaron. <Ok, esto es nuevo>

-¿Qué quieren idiotas?

El pelirrojo fue el primero en hablar, Denki se ocultaba atrás de él. 

-Katsubro tenemos que hablar.

-Sí Katsuki, has estado raro últimamente. El rubio se había puesto a la par de Kirishima. Ambos se tensaron al ver a Katsuki ponerse de pie con una sonrisa torcida.

-A ver par de tontos según ustedes ¿por qué putas estoy extraño? ¿eeh?

Denki tragó grueso, Kirishima dio un paso al frente valiente, aunque no sabía bien cómo explicar lo que habían platicado con el pequeño rubio eléctrico.