14: Obsesión tóxica

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Dean

Apoyo mis brazos en el barandal del barco mirando hacia el mar, ya no puedo largarme porque el navío está en movimiento. Tardó un montón en partir, pero yo fui el tonto que se quedó. Debí haberme ido mientras pude. Conduje a Ellie hasta su amante de la forma más fácil, se la entregue en bandeja, aunque quizás nunca la tuve.

Ellie está embarazada ¿Pero qué me asegura que es mío? Sí, es cierto, no usamos condón ¿Pero quién dice que con Jayce sí lo hizo? Ella puede estar mintiéndome tranquilamente otra vez.

Sobre Analy.

Sobre su amante.

Sobre el bebé que viene en camino.

Demasiadas mentiras para mi cerebro, demasiados secretos que no puedo procesar, demasiada tristeza.

―Dean ―Oigo a la culpable de todos mis malos pensamientos pero ni pienso mirarla.

Ni se merece eso.

―¿Qué quieres? ―expreso de mala manera.

―No me odies.

―Jamás lo dije ―Suspiro.

―Yo te amo ―declara tan a la ligera que de la rabia que siento me giro para observarla enfadado, pero al mirarla, sabía que me afectaría ver sus ojos humedecidos, aunque lo que me hace reaccionar es el moretón en su cuello.

―¿Qué... ¿Qué te pasó? ¿Quién te hizo eso? ―cuestiono preocupado olvidándome de toda mi ira.

Se sobresalta al percatarse y se intenta cubrir con su mano, pero es inevitable, porque el moretón recubre todo.

―No... no es nada ―Baja la vista.

Frunzo el ceño.

―Más mentiras ―digo molesto.

―Jayce escuchó nuestra conversación ―se ánima a decir.

Lo mato.

―¿Y eso lo justifica para lastimarte? ―expreso indignado.

―Es que...

―No lo defiendas ―Entrecierro los ojos ―. Nada justifica un golpe, Ellie. Yo recibí la misma noticia y no reaccioné así ¿Sabes por qué?

Sube despacio la vista y niega moviendo la cabeza muy levemente.

―No... no lo sé.

―Porque a pesar de que estemos en esta mierda de mundo, yo sí tengo moral, yo sí te respeto, aunque eso seguramente no vale para ti, prefieres irte con el que te golpea y te maltrata ―expreso afligido.

―¡No es así! ―Niega agitando la cabeza y alzando la voz ―Es que... es que...

―¡¿Qué Ellie?! Termina la maldita frase, por favor.

Baja vista y lloriquea.

―No puedo, porque tienes razón ―Se refriega los ojos ―. No puedo salir de este maldito círculo vicioso y no sé qué hacer.

―Pues elige lo que quieres, porque yo no puedo seguir perdonándote todo, como si nada pasara, y lo sabes.

―No, no sé nada ―Corre a abrazarme, agarrándose de mi chaqueta y se me queda mirando fijamente ―. Lo único que sé es que no quiero perderte.

Perversa Oscuridad: Mafiosa [#8]Where stories live. Discover now