Esto no puede ser verdad. (Tomioka x Shinobu)

23 Las Niñas

Ella salió de la habitación y se dirigió a ver a las niñas.

-¡Shinobu-sama! -dijo una de las pequeñas cuando la vió-

-hola, ¿cómo van?

Ellas, a su corta edad, ya habían aprendido bastante. Actualmente no tenían muchos pacientes, lo cual era extraño, pero relajante. Las pequeñas no tenían mucho que hacer y se aburrían, por lo que Shinobu les encomendó una tarea bastante sencilla y divertida a su gusto, recolectar flores.

-¡bien! Tenemos 20 de cada una ya

-¡¿20?! -dijo ella sorprendida-

-¡sí!

Shinobu se las quedó mirando, 20 era un número demasiado grande, quizá hayan sacado demasiadas y provocado algún daño en las flores.

-no se preocupe, Shinobu-Sama! -dijo otra niña- sacamos lo justo para dejar flores y no generar daños

Shinobu se rió, se le había olvidado lo inteligente que eran esas niñas.

-muchas gracias -les dijo-

-ah, Shinobu-sama -dijo Aoi pasando por ahí con su tono serio habitual- tengo un problema

-¿Qué pasa?

-al no tener pacientes decidí hacer limpieza de todas las camas, pero me quedé sin espacio para colgar sábanas

-oh...

-lo siento, no pensé antes de actuar

-no te preocupes, tus intenciones no eran malas. Vamos a buscar un lugar. Chicas, ¿podrían llevar las flores a mi cuarto?

-¡sí, Shinobu-sama!

Ella les sonrió, esas niñas realmente eran geniales

Se acercó a Aoi y caminaron un rato en silencio

-¿has visto a Kanao? -preguntó ella-

-creo que esta entrenando -dijo Aoi-

Esa chica... Se exige demasiado

Aoi la miró, y ella se dio cuenta

-¿Qué pasa?

-o-oh, es que... perdón, no es nada

Ella la miró unos segundos, ¿que quería? Y más bien, ¿por qué tenía miedo de decirle?

-hey, no tengas miedo de hablarme -dijo, sabía que guardarse las cosas no era bueno-

-... Vale... le quería preguntar por... El chico que se está quedando

-oh, Tomioka, ¿qué pasa con él? -dijo extrañada, ¿por qué le interesaba?-

-bueno, es que te he visto muy cercana a él y... bueno... quería saber por qué

-...

Shinobu no supo qué decir. ¿Tan obvia había sido? ¿Qué tenía que decir? ¿La verdad? ¿Tendría que admitirlo realmente de una vez por todas?

Aoi la miró y se sorprendió, nunca había visto una expresión tan nerviosa en la cara de Shinobu. Ella se había acostumbrado a la cara amable de siempre, a esa sonrisa que jamás cambiaba con nada, pero ahora...

-ese chico... Te gusta, ¿no? -dijo sin pensar, estaba demasiado sorprendida por la repentina humanidad que presentaba su hermana? -

-¿a-ah? B-bueno...

Shinobu quiso morir, ¿de verdad así de obvia era? Y peor, ¿por qué se mostraba así de débil frente a una de sus niñas? Debía ser fuerte para no asustarlas, debía sonre... ir. No, no necesariamente

-s-sí... supongo que sí -dijo mirando a otra parte, ¿de qué servía seguir ocultando eso?-

-¡¿en serio?!

Shinobu se sorprendió por el repentino grito de Aoi. Ella se dio cuenta

-perdón, es que al fin tienes a alguien -dijo ella disculpándose-

-¿A-a alguien?

-con todo respeto, es que usted siempre está sola. Lo único que hace es cuidarnos, pero sinceramente creo que debería tener amigos cercanos e incluso una pareja, no me parece bien que esté sola

Shinobu sintió que fue regañada como Tomioka, por lo estar solo todo el tiempo, pero... ella no estaba sola como él, ¿no? Tenía amigos...

Y ahí se dio cuenta, si bien tenía amigos, ella le había dicho "cercanos" lo cual... jamás había tenido. Quizá... ¿Estaba igual de sola que Tomioka?

¿En qué otra cosa se parecían?

-por lo que -siguió ella- que le guste un chico me parece maravilloso!

Y Shinobu no lo pudo evitar, se sonrojó por lo incómodo de la situación. ¿Es que no podía ser más discreta? Además, ¿por qué todo el mundo la miraba tan directamente cuando se sonrojada? ¡Eso siempre lo hace más incómodo!

-¡l-lo siento, Shinobu-sama! ¡No era mi intención avergo-!

-e-esta bien, esta bien -la interrumpió- busquemos dónde colgar estas sábanas y ya

-vale...

Caminaron otro rato en silencio hasta que encontró un lugar perfecto, tuvo que arreglar algunas cosas, pero no fue tan difícil.

Pronto las sábanas estaban colgadas

-muchas gracias, Shinobu-sama

-de nada, bueno, tengo cosas que hacer, avisame si necesitas otra cosa

-s-sí

Ella partió y suspiró a mitad de camino, prefirió no pensar más en Tomioka por mientras, o al menos intentarlo, tenía suficiente con la conversación de recién.

Entró al patio donde Kanao entrenaba normalmente y allí la encontró. Para su sorpresa ella simplemente estaba sentada

-Buenos días, Shinobu-sensei

-Buenos días, ¿qué haces? -le preguntó mientras sonreía por costumbre-

-nada, la esperaba

-para entrenar, ¿no es así? Puedes empezar sola si ves que me demoro

-vale

Shinobu la miró, ¿acaso alguna vez podrá hacer algo por su cuenta? Pobre chica. Ella se había ganado su cariño, la consideraba una hermana menor, pero realmente esperaba que algún día sienta que quiera hacer algo.

-bueno, empecemos

Estuvieron entrenando hasta que el sol se puso. Shinobu no se había dado cuenta del tiempo y se maldijo así misma, tenía un paciente que cuidar.

-vale, es todo por hoy -dijo rápidamente viendo al cielo- tengo que partir

-¿vas a ver al chico? -preguntó-

Shinobu se sorprendió, era la primera vez que ella le preguntaba algo por curiosidad, sin embargo, ¿tenía que ser por él? Y, ¿justo en ese momento? No tenía tiempo para entrar nuevamente en ese problema, por lo que fue honesta de una vez

-sí, tengo que ir a verlo.

-oh, vale

-nos vemos luego