Seijun:
Había luz infiltrandose por la ventana de mi cuarto, y está no me dejaba dormir.
Abrí los ojos con dificultad y miré alrededor.
En la cama de al lado estaba durmiendo una pelota de carne, roncando.
Me incorporé y sentí que me apuñalaban con algo en la cabeza. Agarré mi cabeza y me fui arrastrando hacia el baño en el cual llené un gran balde de agua.
Me acerqué a la cama y vacie el balde encima de su ocupante, el cual lanzó un chillido.
-¿Pero que te pasa?—gritó Hiromi sentándose en la cama.
-Esa es la mejor manera de combatir la resaca—le expliqué sonriendo.
-¿Ah sí?—contestó este enfadado.
-Si—conteste—estas empapado—le dije mirándolo.
-Oh no me digas, creía que había hecho pipi en la cama—dijo este intentando separar la ropa que se le pegaba al pecho.
-Pfff, esa también puede ser una opción, ya que sigues siendo un crio—explique viendo como se volvía a enfadar—pero yo lo decía porque te pareces a una papa, ¿lo entiendes? Em-papa-do, eres una papa, jajaja.
-¿Ah sí?—contestó Hiromi reprimiendo una sonrisa. Siempre supe que todos los chistes lo hacían reír.—pues yo me largo. Me voy a duchar.
-Tonto—le dije.
Hiromi se encaminó hacía el baño y cerró la puerta. Yo me volví a acomodar en mi cama y cerré los ojos.
-¿Quién es el tonto ahora?—escuché que Hiromi decía, antes de sentir un montón de agua mojarme.
-Te vas a arrepentir—dije levantándome y atrapandolo antes de que este se escondiese en el baño.
-Pero soy tu tonto ¿No?—preguntó este acercando su cara a la mía
-Alejate tonto—dije empujandolo y pegándole un puñetazo en el brazo.
Ofuico:
Los niños ya habían entrenado. Estaban mejorando, y a una velocidad sorprendente.
Ya eran casi las 6 de la tarde así que estos estaban haciendo lo que querían, en sus cuartos.
-¿Que estás haciendo?—preguntó leo entrando a la cocina.
-Justo iba a preparar la comida—le expliqué—¿Qué quieren comer?
-Yo quiero un poco de Sagi...de sanguijuelas—dijo leo cambiando de opinión.
-¿Sanguijuelas?¿Porque ibas a querer comer sanguijuelas?
-¿Dije sanguijuelas? Quería decir pollo frito—dijo este enrojeciendo y retrocediendo.
-Ok...—dije al tomar algo de pollo de el refrigerador.
De repente la puerta sonó, y escuché a unos pasos bajar.
-Yo abro—dijo Hiromi.
-Yo voy contigo—dijo leo—igual no nos pueden ver—agrego al ver mi cara de curiosidad.
-Creo que yo también voy—dije saliendo de la cocina, atrás suyo.
Hiromi estaba abriendo la puerta, dejando al descubierto a un chico de unos 18 años, pelo marrón y ojos azules.
Parecía cansado, como si hubiera corrido un maratón.
-¿Qué pasa hijo, estas bien?—preguntó Hiromi mirándolo con curiosidad.
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La Aventura Zodiacal
Aventura⚠️Versión original de "Jackson Kingston y La Sociedad de Poder". Está llena de errores de ortografía y de narración, pero sigue publicada porque es la primera historia que publiqué y tiene un lugar importante en mi corazón⚠️ ¿Que pasaría si del dia...