La Aventura Zodiacal

39-¿Quién morirá primero?

Percy:

Hiroshi se posicionó a nuestro lado y saludó a los demás sonriendo.

-¿Porque te tardaste?—preguntó Sam.

-Estaba camino hacia aquí pero encontré un lindo perrito en la calle y lo llevé a casa.—Hiroshi me miró y sonrió—¿Porque tienes un palo en la mano?—preguntó.

-¿Que palo?—pregunté pegandole de nuevo a John.

-Ese palo—señalo Hiroshi con una sonrisa burlona.

-¿Este?—pregunté señalandolo y luego dándole otro golpe a John, pero este se corrió hacía el lado y el golpe le dio al elefante.

El elefante soltó un quejido adolorido y se volvió a dormir.

-Dice que está herido—tradujo John a sus hombres.—Ryan¿Tienes algo para curarlo?

-¿Porque yo?—preguntó un chico de pelo y ojos azules.

-Porque eres el que siempre tiene algo de parches o para curar consigo.

-Oye tu—señale al chico que había creado el palo—¿Puedes mejorar esto?

-Soy Tauro. Y claro.

Tauro agarró el palo y este se convirtió en uno de metal.

Ryan nos miró divertido y sacó un pequeño parche curita que tendió a John.

-¿Crees que esto va a arreglar la herida del elefante?—preguntó John empezando a enfadarse.

-Ah lo querías para el elefante, creía que era para ti.

-¿A que te refieres con es...?

Tome el palo de metal a dos manos y le pegue un fuerte golpe a John en la cabeza. Sus rodillas de doblaron y cayó agarrando su cabeza.

-Creo que ahora funciona—observó Ryan abriendo el parche y poniéndolo en la mejilla de john, donde una pequeña herida apareció.

John se levantó de golpe y intentó darle un puñetazo en la cara a Ryan, pero este se corrió hacía el lado con una sonrisa burlona.

-Ups, fallaste.

-Veo que se están divirtiendo—observó una voz desde arriba.

Llevate la mirada y me encontré con los ojos de Jack, quien nos estaba mirando a todos sonriendo.

-Percy... Sam... ¿Como están los demás?—preguntó esté sonriendo.

Me sentí quemar por dentro.

-¿Es una maldita broma no?—pregunté empezando a gritar—arruinas la vida de muchos de nosotros y preguntas como estamos?

-Hablas mucho, ¿Porque no mejor te callas?—preguntó este aún flotando en el cielo.

-¿Porque está flotando?—preguntó una chica.

-Todos podemos hacerlo si entrenamos bien—explicó Sam sin desviar la mirada de nuestro enemigo.

Jack dio un salto y cayó a nuestros pies. Pasó a nuestro lado ignorandonos y se acercó a un viejo hombre.

Acuario:

-Oye—gritó Ofuico cuando este pasó a su lado y se acercó a su abuelo, quien estaba a unos metros detrás.

Sao sacó su espada y se puso en pose de combate. Jack ni se inmutó y se acercó lo suficientemente a él como para agarrar la espada a mano desnudo y lanzarla atrás suyo.

-Al fin mi plan va a funcionar —susurró—gracias, imbécil—comentó apretando su mano. Está se volvió de un color gris y se lo plantó en el pecho.