45-El secreto del collar:

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Sao:

-Ya llegamos-anunció alguien desde la puerta.

Deje de lado la pizza que estaba comiendo y me levante para ir a ver si todos estaban bien. Pero vi que no estaban solos. Gin, Hiromi, Hiroshi, Seijun, Hagane, testu, Harry, Henry, percy, Sam y dos otras personas que no conocía estaban entrando al salón.

-Hola, ¿Que tal fue vuestro día?-les pregunté a los chicos.

-Bien abuelito, ¿Y tú?-preguntó Ofuico dándome un abrazo.

-Bien, creo. Tenemos mucho de lo que hablar-les informé.

-Oh lo siento me iré-informó la mujer empujando a un niño-Buen día niños.

-No señorita, quédense. Usted también está involucrada en esto-le contesté acercandole una silla y añadiendo-vuestro hijo quizás quiera ir a jugar ya que será una discusión de adultos-susurre para que solo ella escuchará.

Se quedó mirándome unos segundos como sin entender y luego se dio vuelta y preguntó:

-¿Alguien sabe conducir?

-Em... ¿Yo?-contestó Hiromi sin mucha convicción-¿Porque?

-Mi hija sale una hora después que Dylan así que te agradecería si la fueras a recoger con mi hijo-contestó lanzandole unas llaves.

-¿Tiene hija?-preguntó Seijun con desconfianza.

-Sí, es una chica hermosa. Se ganó los ojos verdes de su padre y mi pelo rubio. Creo que Dylan será capaz de decirte cuando la vea-añadio dándole un besito en la frente a su hijo.

-Claro profesora, tranquila ella está en buenas manos-le aseguró dándose vuelta y tomando de la mano a Dylan-Vamos, pequeño héroe, hay que traer a tu hermana.

-Creo que yo también los acompañare-dijo con rapidez Seijun y se dio vuelta también.

-No, Seijun, quédate con nosotros-le pedí con una sonrisa-Necesitamos testigos, y que mejor que capitanes y pequeños superhéroes.

Seijun me miró con una mezcla de curiosidad y de mal humor, y con pesadez se dejó caer en la silla al lado de Sam y Percy.

-Calma leona, nadie te va a robar tu chico-le susurró Sam, pero esta desvió la mirada, y dándose cuenta que la miraba me echó una mirada de odio.

-Bueno por donde empezamos...-comencé ignorando esa mirada y mirando a la profe, que estaba nerviosa.

-Por el principio, claro-contestó Henry jugando con hacer volar un papel gracias a una cuchara-Oh lo siento, continúe-se disculpó cuando le dio en el ojo a su hermano.

-Dime, ¿Usted sabe lo que le pasó a su esposo?-pregunté sin rodeos.

-A mí... ¿A mi esposo?-preguntó desviando la mirada.

-Sí, a tu esposo-le sonreí para darle animo-no tienes de que preocuparte. Nosotros somos buenos y estamos a tu lado. No te pasará nada mientras nosotros estemos vivos.

-Eso último la va a poner aún mas nerviosa-susurró Ofuico a mi lado.

-Bueno pues...-la mujer miró a sus alumnos y suspiró-Se llevaron a mi esposo. Unos hombres.

Esta dejó de hablar y se quedó mirando al suelo. Nadie dijo nada hasta que volvió a hablar:

-Mi esposo no les hizo nada, pero así sin mas se lo llevaron-contestó torciendose los dedos con nerviosismo-intentamos protegerlo yo y los niños, intentamos que no se lo llevarán, pero eran demasiado fuertes, mucho más que nosotros.

La Aventura ZodiacalWhere stories live. Discover now