El hombre prohibido

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Inglaterra, 1870

En una fastuosa casa solariega en el condado de Wiltshire, vivía el matrimonio Ackerman. Su vida marital no era diferente a la de cualquier otra pareja unida por imposición paterna: sin chispa y sin amor.

Era el matrimonio de Petra Ral y Kenny Ackerman, conde y condesa de Stohess.

Ella, una joven alemana e hija de un importante comerciante berlinés, había sido entregada en santo matrimonio (y sin preguntarle, por supuesto) al noble inglés Kenneth Ackerman, a quien le venía bien casarse al fin luego de una vida dedicada a las fiestas y a los escarceos sin compromiso, y viendo que la unión con dicha familia alemana era una gran ventaja para expandir sus propios negocios. Tanto para su padre como para su marido, Petra no pasaba de una moneda de cambio.

Al principio le había costado; como buena joven educada en la alta sociedad, dominaba varios idiomas, entre ellos el inglés, por lo que esa barrera fue fácil de derrumbar en tierras extrañas. Lo difícil fue acostumbrarse a su nueva vida como señora de una enorme y apartada mansión en medio de la nada, y sin más contacto que con los criados, ya que su esposo se la pasaba afuera todo el día por trabajo. Pero ni siquiera podía tener una conversación con la servidumbre, ya que ellos se tomaban muy en serio su posición en esa casa y se escabullían si la señora no necesitaba de nada más para su comodidad. Ni siquiera podía hablar de ello con Traute Caven, su doncella personal, a quien había traído de Alemania después de rogarle a su marido, ya que la consideraba buena acompañante y criada. Cada vez que Petra quería hablar de sus cosas con ella, Traute siempre le cortaba diciendo que no se preocupara y minimizaba las angustias de su ama, por lo que hasta la propia joven pensaba que sus males eran puras niñerías y entonces callaba y aguantaba.

A pesar de su excentricidad, su esposo la trataba bien. Pero Petra no le amaba, y por dentro quería gritar de frustración. Cuando le comunicaron que se casaría con un hombre al que ni siquiera conocía, quiso rebelarse, quiso patalear y negarse, pero simplemente no pudo; su sentido del deber le dijo en ese entonces que asintiera y aceptara con la cabeza gacha sin decir ni pío, salvo a la hora del "sí, acepto" en la ceremonia. En el fondo ella quería vivir, cumplir esas fantasías secretas que leía en las novelas de amor que tenía escondidas en su habitación, en las que las heroínas se abrían paso por sí mismas y encontraban no sólo una satisfacción personal a la cual dedicarse, sino también encontrando un gran y apasionado amor. Pero ella no había tenido suerte, y ahora era una dueña de casa dedicada a dar órdenes y a atender a su marido, quien apenas reparaba en ella, además. Kenny ni siquiera mostraba papeletas como para acercarse a ella como amigo, simplemente la tomaba durante las noches para inmediatamente quedarse dormido. Ni siquiera la vida de alcoba era mágica para la pobre y joven Petra.

Y eso que conocía matrimonios con gran diferencia de edad en los cuales los dos se encontraban más que enamorados y felices. Ergo, los 18 años de ella contra los 55 de él no era razón para esa vida marital tan sosa que llevaban. Simple y llanamente se trataba de una total diferencia de caracteres y carencia de sentimientos de por medio.

Además, no se imaginaba que la propia Traute se había convertido en amante y confidente de su marido poco después del matrimonio de Petra con él.

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Una noche, los dos se encontraban cenando en silencio cuando Kenny habló, haciendo que su mujer diera un respingo, ya que había estado perdida en sus pensamientos pesimistas.

-Petra, querida, quería avisarte que un sobrino mío vendrá muy pronto a Inglaterra para pasar las Navidades con nosotros. – le comunicó - Se llama Levi Ackerman y viene de Estados Unidos, donde se encarga de sus propios negocios inmobiliarios, además de ser vocero de los míos allí. Llegará la semana que viene y me gustaría que como la señora de la casa, organizaras algo especial para darle la bienvenida.

Juntos, la magia es posibleWhere stories live. Discover now