Cuando las luces se apagan

Capítulo 15: la verdad

POV ITZAN

Salgo del estudio y voy a mi camerino. Me recuesto en el sofá y paso un brazo sobre mis ojos para descansar un momento. La imagen de ella viene a mi mente. Su sonrisa, sus ojos verdes, su cabello que siempre huele a flores. Algunos momentos que pasamos.

Siento dos toques en la puerta y solo alcanzo a murmurar que sigan. Lo que veo me parece increíble. Ester entra y cierra la puerta, le sonrío pero ella no me devuelve la sonrisa. Me besa ferozmente.

Me separo un poco de ella y la miro a los ojos.

-¿Qué es esto? –coloca una mano sobre mis labios pero no responde. Con torpeza empieza a intentar soltar el pantalón para liberar mi ya duro miembro.

Quita la mano de mi boca y se encarga de mejor forma de mí. Saca mi erección y la masturba un poco antes de acomodarla en su hendidura y empezar a montarla. Llevo mis manos a sus caderas y ella las quita. No me mira a los ojos, solo sube y baja a un ritmo veloz sobre mi polla.

Contengo los gemidos y la tomo de la cabeza para besarla. La acerco a mí y aprovecho que ella abre la boca para introducirle la lengua y hacerla jadear. Llevo mis manos a su clítoris y empiezo a masajearlo con los dedos, de la forma que sé que le gusta. Ester gime casi en susurros y me vuelve loco esa manera tan sexy en la que lo hace, como pequeños suspiros.

Estoy a punto de correrme.

Oh, sí nena, sigue montándome.

La primera gota de semen empieza a salir y de repente unos insistentes toques en la puerta me hacen despertar completamente sudado y con una dolorosa erección.

-Adelante –digo en lo que camino al baño.

-Hey, soy Jorge –siento su voz y luego cae en el sillón.

-Dame un momento, tengo que cambiarme de ropa –miento y me acomodo la erección que gracias a Dios ha empezado a bajar.

-Vale, tómate tu tiempo.

-Vale, ya he terminado –salgo del baño con la ropa bien acomodada y me acomodo el cabello para disimular ante él– pensaba que nos íbamos a reunir más tarde.

-Sí, pero quise venir ahora a decirte que eres un imbécil –lo miro extrañado.

-¿Perdona?

-Lo que has escuchado –se acomoda el cabello también– Danna me ha contado lo que ocurrió entre tú y Ester, de la pelea –suelta una risa un poco irónica– Ya debes saber lo dramática que es ella, pero, de verdad eres un tarado. Te has puesto como loco sin dejarla explicarte.

-¿Habéis visto la foto de Ester besándose con Álvaro? –aprieto la mandíbula de solo recordarlo.

-¿Sabes cuántas cosas pueden haber detrás de una foto de esas? –suspira– eres actor, ya eres conocido, debes ponerte a pensar en todas las posibilidades, bro. No puedes dejar que te dominen los celos. Son negativos, no le hacen bien a nadie.

-Brother, no sé qué me pasa, cuando se trata de ella reacciono como un animal. No quisiera que nadie la mirase, ni la tocase, no quisiera que le hiciesen daño y yo la he lastimado, pero también ella ha accedido a liarse conmigo teniendo novio.

-Ella no tiene novio –replica Jorge.

-Álvaro es su novio –le respondo un poco cansado de repetir lo mismo.

-Que es todo fachada hombre, que no son pareja –inquiere pero no le creo.

-No, brother, eso suena muy extraño, muy loco –me paso las manos por la cara.