ⒸⒶⓂⒷⒾⓄ (ᴍᴇxᴜsᴀ +①⑥)

Capítulo 41: Pasado

Corríamos, sentía la áspera superficie de la tierra en mis pies descalzos, me lastimaba, tanto que comenzaba a llorar, de terror, por la adrenalina de no ser atrapados por nuestros padres.

Sus hombres venían por nosotros, queríamos huir, irnos de ese lugar, jamás regresar, yo quería dejar de ser Nueva España, no quería ser el peón de mi padre más tiempo.

Se tropezó, cayendo al suelo, lastimandose el rostro y las rodillas, corrí a ayudarlo, sin importar que a mí también me atraparan.

— W-we won't achieve (N-no lo vamos a lograr) — sollozaba, intenté calmarlo como pude, dándole un abrazo mientras lo volvía a poner de pie, no lo dejaría a su suerte, su padre era mucho más sangriento que el mío.— ¿N-new Spain?

— No digas eso, mientras haya fé, todo será posible. — lo cargué hasta la desembocadura de un río, esto nos daría un poco más de tiempo, si él cae, yo caeré con él. — Aún quiero huir, pero lo quiero hacer contigo. . .si no es contigo, no haré nada.

— New Spain, ¡¿W-what are you doing?! ¡go out of here! — sonreí, creo que sabía mi respuesta, pues comenzó a abrazarme, le correspondía con una sonrisa, sabíamos lo que tocaba, las pisadas de caballo ya estaban cerca de nosotros.

Me aferré a él, no quería soltarlo, se sacrificó por mí, ibamos a huir, salir de esta esclavitud, despertar de esta pesadilla. . .

— ¡thirteen colonies! — se escuchó el gruñido de mi padre, y las pisadas aún más fuertes, no quería volver con él, quería quedarme con Nueva España, no quería que sufriera como yo.

— Prométeme algo. . .— escuché su susurro, subí a ver sus ojos, sus bellos ojos bicolor, quería que ese momento jamás terminara. — . . .nos volveremos a encontrar, trece colonias. Y hasta entonces si podremos huir, juntos.

— Nueva Esp. . .

— ¡Nueva España, alejaos de ese engendro! — se oyó a mi padre, sentí que algo tomaba mi brazo y me arrastraba lejos, lejos de él, empecé forcejear, no dejaría que me separaran de mi amado.

— Ugh, I will have to teach you manners again, thirteen colonies. (Tendré que volverte a enseñar modales, Trece colonias.)
— dijo el hombre en uniforme, y vi que lo agarraban igual que mí, ahora más quería protegerlo, no dejaré que vuelvan a lastimarlo.

— ¡No! ¡Let me go! ¡Nueva España! — pedía a gritos y se me partía el corazón en pedazos, como era arrastrado hacia un caballo.

— ¡Déjame ir, neccta! ¡Trece colonias! — ese día lloré, lloré con todo lo que pude, me habían separado de él, me habían separado de la persona que amaba.

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Lo volví a ver, después de varias décadas, ya no era el mismo, trataba mal a las personas, a mis hermanos, que por cierto me enteré que yo no fui el único que colonizó España. Había crecido mucho, ya no era el pequeño trece colonias que conocí en la frontera, ahora hasta podría decir que se parecía a su padre, arrogante, egocéntrico, con aires de grandeza, me lamente muchas veces no haber podido estar con él, para que no se volviera lo que ahora. Me quitó a Texas, se volvió un abusivo, me trataba mal, conforme pasaban los años olvidé el aprecio que le tenía.

Lo volví a ver, estaba emocionado por hablarle después de tantos años, pero, ahora era, pues. . .diferente, actuaba extraño, sonreía siempre, eso era raro, nunca me agradó, y no sabía porque, quizás porque me dejó, quizás porque jamás se apareció en mi independencia, quizás esperaba mucho de alguien que no pudo defenderse por si mismo. España no lo crió bien, hablaba cualquier estúpida jerga, era grosero, se juntaba con tercermundistas, hizo un jodido trato con Rusia, mi rival.

Pero siempre espere a que. . .algún día tocará mi puerta y me pidiera huir juntos como quedamos hace tantos años atrás.

But that day never came. . .
Pero ese día nunca llegó. . .

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