ROMPIENDO EL CONTRATO | TG 2

Capitulo 34 T.S.

Diciembre 25 del 2019, Miércoles 12: 25 am

Anna

- Te amo - pronuncia

Suelto un suspiro al recordar aquellas ultimas palabras. Había imaginado que todo seria demasiado doloroso para mi, pero que sabría superarlo con el paso de los días o semanas, pero llegue a equivocarme de nuevo.

Ya han pasado cuatro meses desde que regrese a Monterrey y tres meses de nuestro divorcio, y yo aun no puedo superar, nada de lo que ha pasado y de lo que he echo, he podido superarlo.

El divorcio fue demasiado rápido para mi gusto y eso me molestaba.

- Al final, la persona que ha echo el bien y ayudado a otras personas, termina tomando malas decisiones -

Vuelvo a soltar otro suspiro al recordar aquellas palabras de Roger. Quería a Roger, era un gran amigo, pero el tenia algo que me hacia molestar y ese algo era el que el abriera la boca justo en el momento adecuado para que yo nunca olvidara aquellas palabras.

Ladeo mi rostro sin dejar de mirar aquel vestido que utilice solo unos minutos el día de mi boda. Este aun seguía intacto, tanto a si, que parecía recién comprado. Lo que también conservaba a la perfección, era el anillo de civil.

Por el momento, estas dos eran las dos cosas preciadas que no quería perder.

- ¿Anna? - pronuncian

Volteo a mirar a mi costado para encontrarme en la puerta a Jenny, junto a Lauren y Gabriel. Los tres chicos me miraban con una ceja enarcada con una mezcla de preocupación.

- ¿Te encuentras bien? - pregunta Jenny ladeando su rostro un poco

- Si - sonrío de labios cerrados - tan solo estaba mirándolo - digo mientras me aparto de el - estábamos esperándolos ¿donde están los demás? - pregunto mientras me acerco a ellos

- Están en la sala con tu familia - contesta Lauren haciéndose a un costado para dejarme el paso libre

- Ya veo - contesto saliendo de la habitación junto con ellos

Esta era mi segunda navidad pasándola en casa de la abuela, también era la segunda vez que perdía un cumpleaños de mama y John. Yo estaba perdiendo muchas cosas cada vez que regresaba a este lugar.

Pero este era el único lugar en el que me sentía tranquila y en el que sabia que nadie podía venir a buscarme. Era mi escondite.

Tal vez esto era algo absurdo para mi edad, pero los problemas siempre me habían seguido desde tan joven que aveces lo único que necesitaba era un lugar en el que pudiese sentirme tranquila y respirar un poco.

- ¡Llegaron! - exclama Alex al vernos llegar a la sala - ¿Ya podemos abrir los regalos, abuela? - dice el chico volteando a mirar a mi abuela

Suelto una corta risa mientras empiezo a negar al escuchar como se dirige a mi abuela. Ellos ya no eran unos simples amigos, ellos eran parte de la familia. Antes me molestaba un poco escuchar dirigirse de esa manera a mi abuela, pero ahora, ahora todo era distinto.

La abuela asiente sonriendo y eso da pasa a que mis acompañantes se acerquen a todos ellos. Me doy una media vuelta al ver a todos concentrarse de inmediato en los regalos.

En estos momentos no estaba con la necesidad o el animo para abrir regalos, lo que necesitaba yo en estos momentos,era un poco de aire.

Necesitaba sentir el poco aire que había, golpear mi rostro para poder sentirme un poco relajada y olvidar un poco todo lo que estaba haciendo.