O N C E

11 0 0
                                    

Por más que te insistí nunca me dijiste su nombre, solo hablabas sobre ella cuando tenías una oportunidad. En ocasiones me permití imaginar que esa chica era yo, pero tú nunca decías algo que me permitiera darme alas.

La incertidumbre me empezaba a molestar y por más que intentaba escucharte sin reflexionar mucho sobre el tema terminaba dándole vueltas cada vez que tenía la oportunidad.

Decidí tomar distancia, te lo dije, y aunque no entendiste el por qué (yo tampoco me esforcé en explicártelo, me daba vergüenza) me dijiste que me respetabas y que respetabas mis decisiones.

Estabas tan confundido y sonabas tan lastimado que por un momento me planteé explicártelo todo, decirte "Dante, lo siento muchísimo pero me gustas demasiado y me duele no ser la chica de la que hablas de una manera tan hermosa porque te juro que cada vez que te escucho hablar sobre ella solo puedo pensar en cuánto me gustaría que esa fuera yo" pero me daba tanto miedo expresar aquello en voz alta que simplemente te dije que necesitaba espacio para mi misma y para encontrarme, lo cual al final no era una mentira.

No volvimos a cruzar palabra luego de eso.

Ya ves? Te dije que lo perdí.
Podría habernos ahorrado tantas cosas...

Siempre tú, siempre yo, siempre nosotros. Where stories live. Discover now