38-Recuerdos de guerra

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[En el pasado]

Lapis se había detenido a observar el océano, era diferente a los otros cuerpos de agua del imperio de las gemas, no era utilizado con ningún propósito en especial (por ahora) o estaba congelado o evaporado, era un océano de pura agua salada frente al que la gema azul extendía sus alas con una sonrisa -¿Que demonios estás haciendo?- Pregunto una voz algo chillona y autoritaria tras Lapis, a lo que ella giro repentinamente.

-¡A-Aguamarina! Yo solo...estaba viendo el océano ¿No te parece, ya sabes, hermoso?-Exclamo apresurada Lapis, viendo a la pequeña gema azul con una gema en forma de lagrima bajo su ojo agitar su varita sin mucho interés, volando alrededor como una mosca junto con dos Topacio.

-Si, si, como digas. Pero no vinimos aquí para ver el océano-Sentencia Aguamarina con simpleza, a lo cual Lapis tuvo que inmediatamente volar junto a la más pequeña gema azul para acompañarla, aquel grupo de gemas entonces pudo continuar su trayecto entre las grandes estepas frente a ellas. Se extendían junto a un río de gran extensión pero se dirigían a un lugar un poco más al oeste, con unos bosques mucho más espesos, donde se reunían algunas tribus de cazadores y recolectores.

-Entonces como son estos ¿"Huugmanos"? Como se diga...- Exclama Aguamarina con curiosidad, aunque no podía pronunciar bien la palabra a la que hacía referencia a las criaturas que buscaban, debido a ordenes de Pink Diamond, el cuarteto de gemas fue enviado por Blue Diamond hacía la colonia en la Tierra.

-¡Te lo estuve explicando hace 10 horas!- Se quejo Lapis amargamente, pero por su parte su compañera volvió a ignorarla tan rápido como le había entrado curiosidad, por su parte las dos Topacios que las acompañaban iban en silencio caminando preparadas para su tarea en cualquier momento.

Tras algunas horas, finalmente el grupo había encontrado al primer espécimen, separado del resto del grupo, repentinamente se vio inmovilizado por el rayo proveniente de la varita de Aguamarina, por su parte las dos Topacios saltaron sobre el humano y se fusionaron, atrapando a este en una especie de prisión de la cual no podía liberarse. El grupo podía continuar atrapando más humanos, aunque por su parte Lapis debía examinarlos a todos, un poco difícil al haber tantas zonas del cuerpo cubiertas por Topacio.

Los dientes, los ojos, las manos, las uñas, las extremidades y demás, la gema azul debía encargarse de que todo aquello estuviera en buen estado para cuando finalmente las Nefritas vinieran a recogerlas para llevar a los humanos al zoológico de Pink Diamond, lo cual ocurriría al anochecer.

A diferencia de la mayoría de los planetas de las gemas, la Tierra contaba con una atmósfera que le daba la ilusión de un cielo diferente respecto al hemisferio, ver las estrellas ciertamente emocionaba a Lapis -Todo esta listo, ahora solo tengo que hacer mi reporte- Sentencia la gema azul sellando una tarjeta que le dio una Nefrita, que entonces metió a los últimos humanos en su nave. En aquella instalación de las gemas, un puerto en crecimiento, había muchas otras Aguamarinas, Topacios y Lapis Lazulis reunidos.

Nada fuera de lo ordinario, por su parte nuestra Lapis se puso a hablar con sus Topacios, aunque propiamente dicho era más un monólogo ya que aquellas dos gemas no hablaban mucho -Y ¿Que piensan hacer después?- Pregunto la gema azul mientras se estiraba, como siempre no hubo más que una mirada sin mucha emoción, o incluso un elevamiento de hombros.

En ese momento repentinamente empezaron a caer bolas de fuego o mejor dicho, lava, desde el cielo, pero no era una lluvia de meteoritos natural o de cualquier otro tipo, sino que era fuego enemigo, directamente provisto desde cañones pertenecientes a las fuerzas rebeldes.

Bandera rosadas ondeaban por el alrededor mientras el ataque continuaba, los cuarzos leales se preparaban y cargaban contra las lineas de los rebeldes mientras que las Nefritas aseguraban como podían sus naves para salvar cuanto pudieran. Las Topacios empezaron a correr llevándose a Lapis hacía una de las naves, mientras que por otro lado Aguamarina sobrevolaba con sus compañeras paralizando a los enemigos.

Lapis extendió sus alas intentando volar y ayudar a las Topacios a irse más rápidamente, pero entonces vio a una figura de color morado y cabello arcoiris cargar contra ellas, la gema azul apenas pudo distinguir aquellos rasgos del atacante, que con un golpe de sus manos mando volando a las Topacios fuera de la vista de Lapis. La gema volada quería irse de allí lo más rápido posible, pero entonces su forma física fue destruida cuando la gema utilizo la punta afilada de la bandera rebelde como una especie de lanza.

Lo último que vio Lapis fue el símbolo de las Crystal Gems, no mucho antes de desaparecer, sin embargo había pasado algo muy grave, cuando la otra gema perforo su forma física, lo hizo con tal fuerza que llego hasta la propia gema de Lapis, rompiendo a la gema de manera casi permanente.

Después de eso todo era borroso, para Lapis era como estar en un profundo océano. Aun le es difícil saber como su gema fue colocada en un espejo, pero repentinamente su océano se conecto con una imagen del mundo exterior, 5000 años de encierro le esperaron por delante.

[Presente]

Cuando Lapis despertó estaba rodeada por Peridot, Spinel y Steven, con los dos últimos saltando emocionados a abrazar a la gema azul, algo consternada.

Para entonces Steven y Spinel habían llegado al Kindergarten Beta, usando el portal para traer a Lapis hacía Beach City, y de allí al granero, con unas consternadas Crystal Gems por la seguridad de Lapis, aunque a Peridot le importo un poco más saber sobre la situación de El Cluster.

[Italia]

Todo estaba tranquilo en Toscana, aunque los italianos veían con suma preocupación las noticias del gobierno sobre la situación en Estados Unidos, donde varios soldados y científicos italianos habían ido para ayudar en la lucha contra la misteriosa criatura que había empezado a devorar la Tierra, un escenario apocalíptico.

Su situación solo se puso peor cuando una nave repentinamente cayó en los suelos de Toscana, parecido a la clásica representación de los ovnis, algunos corrieron despavoridos y otros saltaron a encontrarse con lo desconocido -¡Siéntete agradecida Tierra, estoy de vuelta!- Sentencia una vocecita saliendo de la nave, cuyas compuertas se abren.

Aguamarina y dos Topacios habían aparecido en Toscana. 

Esperando (Steven x Spinel)Where stories live. Discover now