Capitulo 1

4K 429 85
                                    


No hace mucho, en el valle Godric al este de Inglaterra, se desarrolló una historia poco usual a los ojos de la vida.

En medio del verano, en una lujosa casona a las afueras del valle, acostada en una canasta enfundada con telas de seda y el mas cómodo colchón de plumas de ganso, se encontraba acostada una gata, blanca como el crudo invierno y ojos grises como nubes en pena, maullando de dolor por labor de parto. A su lado se encontraba otro gato de su misma raza, uno que le miraba preocupado e impotente, deseando que no le pasara nada malo al amor de su vida.

Gata Narcissa y Gato Lucius son una pareja algo joven de felinos, mascotas de la hija de un millonario negligente, el señor Parkinson le dicen por aquí.

Pansy, su ama, le gusta mucho los animales, Gato lucius fue la primera mascota que tuvo, un angora turco. No había cosa que no hiciera su ama sin él, ir de paseo, comer, cantar, llevarlo a escondidas a sus clases de vallet y demás. Claro que eso término hasta que llego la segunda mascota, un pavo real albino. Gato Lucius odiaba en un principio al Pavo Blaise, le quitaba toda la atención de su ama, y por ello, le perseguía, arrancaba plumas y le hacia la vida difícil. Ama Pansy le castigaba, sabía que estaba mal lo que hacía, pero con tal de obtener su atención, hacia lo que sea, porque se sentía muy solo.

Hasta que ese día llego...

Su ama Pansy le había llamado, y feliz fue corriendo escalones abajo.

Su humana tenía una jaula consigo, y solo le basto unos segundos para adivinar que se trataba, bajando la cabeza triste al pensar que ahora el tiempo con su ama será mucho menor.

Claro que no le consoló mucho que ama Pansy le dijera que lo que había en esa jaula era expresamente para él.

Al bajar la jaula al suelo, entre la oscuridad, pudo vislumbrar un par de ojos brillantes, pensando con temor que si era enserio lo de adoptar la boa constrictor que vio en televisión, retrocediendo unos pasos.

Ama Pansy con risitas, abrió la reja de la jaula, haciéndole erizarse en grande.

Solo fueron unos segundos de intriga hasta que salió aquella jaula un hermoso pelaje blanco.

Gato lucius termino de creerse que si existía un cielo para gatos, no había explicación del porque se quedó embobado al mirar aquella hermosa criatura saliendo de su jaula, con aquellos ojos místicos fijos en él.

Maulló de nervios.

Gato Lucius era ahora un gato enamorado.

Y para su satisfacción, Gata Narcissa no era felina fácil...a los ojos de ella no era más que un vil vagabundo, y conquistarla seria todo un reto...

Y le gustaban los retos.

Después de 2 años conquistándola, 3 estando unidos en sagrado matrimonio gatuno, en las sardinas y en la enfermedad, está llegando la hora que vea la luz del mundo un pedacito de ellos dos.

Tras agonizantes minutos, un pequeño maullido se hizo presente.

Y a los ojos de Gato Lucius, aquella imagen nunca se borraría de su cabecita.

Un gatito muy pequeño, de poco pelaje y patitas rosas, se alimentaba de su amada esposa Gata Narcissa, que le lamia el pelaje para limpiarlo, ronroneando de felicidad al ver que al fin había nacido su pequeña cría.

Gato Lucius se sintió el gato más afortunado del mundo.

Aguardaron por su ama que debía estar aun en clases, esperando de todo corazón que le pusiera un digno nombre a su preciada cría.

No se decepcionaron mucho, el nombre Draco le quedaba muy bien, al fin al cabo, en estas épocas del año, ellos dos siempre iban al jardín a observar las estrellas.

Una historia Drarry.Where stories live. Discover now