Un Amor Imposible >Tanjiro y tu<

Capitulo 10

(Sigue narrando Mizuki)

Tanjiro cayó al suelo de golpe, me sentía débil. Camine rápido hasta él arrastrando mi pierna derecha. Note que no respiraba ni respondía mis llamados desesperados.

No quedaba mas opción. Pegue mi cabeza con la suya uniendo nuestros labios dándole respiración boca a boca cuando de pronto empezó a responder. Tosió un poco recuperando el aire y se levanto.

- Mizuki! Estas bien?!- dijo a toda prisa al verme

- No hay tiempo que hablar, ve a por Nezuko. E-ella esta pelean-do- decía entrecortada intentando calmar mi respiración

- Vuelvo enseguida lo prometo- tomó su espada y salió corriendo a la dirección que estaba Nezuko

Ya no aguantaba más, me tiré al suelo completamente y mis ojos se cerraron de a poco hasta que todo se volvió negro.

Narra Tanjiro:

- Mizuki, vengo pronto- dije recostandola en el suelo ya inconsciente

Corri hasta donde estaba Nezuko, la cual tenia una batalla increíble con aquel tipo que nos había guiado antes.

-momentos antes-

Narra Nezuko:

- ¿Crees que te puedes encargar de él Nezuko?- pregunto Mizuki molesta

Asentí con la cabeza y ella corrió hacia donde estaba Tanjiro.

Ahora me encargaré yo de este idiota.

- Sabes soy un ninja, no creo que puedas contra mi pequeña bestia- de sus manos salieron cuchillas

Ya reveló su verdadera forma, me lanzó con tres cuchillos que esquive fácilmente moviendome hacia la derecha. Comencé a correr hasta él para darle una patada directa y mandarlo a volar, pero comenzó a tirar cuchillos en todas las direcciones. Al principio fue fácil esquivarlo pero al estar mas cerca se volvía mas complicado esquivarlos. Uno me corto el hombro derecho y otro la pierna izquierda. Brinque en el aire dando una vuelta y cayendo directo apuntando una patada a su cara. Lo golpee, pero solo retrocedió un poco y agarró mi pierna.

- ¿Sorprendida? Tus ojos parece que se van a salir- empezó a girar y me soltó reventándome contra una de las paredes de la cueva

Las rocas del techo comenzaron a caer, eso me daba una idea. Volví a correr y brinque en el aire pero esta vez patee el techo rompiéndolo, las piedras lo golpeaban. El plan estaba saliendo bien.

- Maldita, termínala ya- me golpeó de nuevo y mi pierna quedo atrapada en una piedra

Cuando mire adelante el estaba preparado para apuñalarme, cerré los ojos con fuerza por el miedo.

- Cuarta postura: Golpe de Marea!