A tan temprana edad, Alice Derricks descubrió la realidad del mundo y sus provocaciones mas aterradoras.
Scott, trato de hacerla entender que no todo es como ella lo piensa, que en él habia bondad. Así como el día en que la acogió entre sus brazos y...
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Era de noche y las aguas del mar era el único sonido que me tenía despierta repasando las hojas del libro que Scott me había entregado esta tarde. La señorita que me atendía cada veinte minutos preguntaba si todo estaba bien, claro que lo estaba. Reviso la hora del reloj del muro en el dormitorio, calculaba aproximadamente 10:35.
—¿Está durmiendo?—escucho la masculina voz de Scott.
—No, señor. Está leyendo, si quiere le aviso que ya está aquí.
—Si, por favor.
Comencé a listar el pequeño libro, mientras dejaba la cama bien ordenada. Me levanto y me encuentro con las misma jovencita de servicio.
—El señor Nielsen, está aquí. La busca.
Asiento enseguida, me retiro del cuarto camino a la salita donde estaba él. Lo ve a él revisando su celular.
—Lamento tardar mucho, estaba en una reunión y tuve que reservar el hotel. Vamos, compre lo necesario para el día de mañana y el fin de semana. Me falta comprar ropa y perfumes...—me acerco y lo detengo apoyando mi mano sobre la suya. Se notaba lo cansado que estaba, debo ser gentil.
—No se preocupe por la ropa y los perfumes. Yo estoy bien con solo tener comida y un techo donde dormir. Me acostumbre a tener lo necesario para sobrevivir.
—También hice una cita para mañana a las 10:00 am en la clínica. Me gustaría acompañarte, pero eso será imposible porque tengo que cerrar un trato con cuatro un par de clientes. Pero una mi chófer te recogerá y te llevará.
—Gracias, Scott.
—Vamos al hotel, te compre esto para que estuvieras en contacto conmigo— me entrega un nuevo celular moderno—. Espera.
—Te puedo llamar de un teléfono público...— susurro cuando los dos salimos del yate después de la indicación de uno de sus escoltas.
—Solo llámame de ese número. No contesto llamadas de afuera.
Asiento uno vez de llegar al auto negro. Tomó asiento tan pronto para evitar sospechas, si estoy muy nerviosa. No me imagino lo preocupada que debe estar mi hermana, debo tener contacto con ella.
—Tuve que averiguar sobre tu traslado de beca, el sistema de la Universidad de Escocia no lo permite a menos que hayas tenido un año de preparación en esa universidad. Así que siguiendo muy cerca de la rama que te parece La Escuela de Estudios Superiores de Comercio de París. Es una excelente opción, además aprenderás el idioma perfectamente porque hay muchos estudiantes que vienen del extranjero para tomar el programa de idiomas.
Era demasiada información, probablemente sería estupendo asistir a esa escuela. Buscaré un trabajo y le devolveré el dinero. Para ese entonces, yo estaré con mi hermana en Londres.
—Tendría que pensarlo.
—Las clases comienzan el Lunes, hoy es viernes. Por los temas como Matemáticas o Historia, hasta lenguaje, no te preocupes. El mismo profesor que te enseñara escultura, también te instruirá en esos cursos.
