Cuestión de tiempo | Jenlisa

Capítulo 66

POV LISA

LISA: Jennie amor, ¿dónde te has metido? Llevo media hora esperando —le dije al buzón de voz de su móvil.

Pasaron cinco minutos y volví a llamarla teniendo el mismo resultado que antes.

LISA: Jen, ¿qué has ido tu misma a fabricar los helados? No quiero empezar a preocuparme, pero creo que ya es tarde. ¿Dónde estás? ¿Por qué no contestas? —colgué de nuevo.

Decidí ir a buscar a Jennie por el parque, a lo mejor me quería gastar una broma o no sé, estaba dando de comer a los patos...

Caminaba cuando vi el puesto de los helados, me acerqué al señor detrás del carrito.

LISA: Disculpe, podría ayudarme —le dije al vendedor.

Señor: Diga, señorita.

LISA: ¿Usted ha visto a una chica morena de ojos marrones? —dije nerviosa—. Vino hace como media hora —saqué el móvil del bolsillo y le enseñé una foto de Jennie—. Es esta, ¿la vió? Venía a por dos helados. Uno con mucho chocolate — el hombre parecía pensar— y otro de fresa.

Señor: Oh si, la recuerdo, si estuvo aquí, agarró los helados y se fue por allí —señaló el camino por donde yo había venido.

LISA: Gracias por su ayuda.

Regresé de nuevo haciendo el camino a la inversa cuando algo llamo mi atención, había dos helados tirados en el suelo. Mi yo paranoico no quería pensar que esos dos helados eran de Jennie pero... No, claro que no, no eran suyos, no.

Caminaba cabizbaja intentando desvanecer esos pensamientos cuando pise algo, una pulsera, esa pulsera era la de Jennie, yo misma se la regalé. La recogí del suelo y empecé a preocuparme de verdad. Empecé a buscarla por todas partes, pregunté a la gente que había por allá pero nadie vio nada. Cuando oscureció volví a casa.

Caminaba por todo el salón, llamaba al móvil de Jennie, no sabía que hacer, a quién llamar. Sabía que si llamaba a la policía iban a ignorarme y me harían esperar.

Me senté en el sofá y marque un número.

LISA: ¿Jack? —dije al escuchar su voz contestando el teléfono—. No sé qué hacer —dije llorando—. No sé dónde más buscar.

JACK: ¿Lisa? ¿Qué pasa?

LISA: Jennie, no sé dónde se metió, no sé dónde está —llore más fuerte.

JACK: ¿Dónde estás tú?

LISA: En mi casa.

JACK: Acabo de salir de trabajar, dame la dirección y estaré allí lo más rápido que pueda.

Después de unos cuarenta y cinco minutos llamaron a mi puerta, con toda mi fuerza deseé que fuera Jennie pero no, como dijo Jack, ahí estaba.

JACK: ¿Que paso? — dijo, cerré la puerta y nos sentamos en el sofá.

LISA: Estábamos en el parque y... Fue a por unos helados y no regresó... Hace más de dos horas que se fue... —dije llorando—. Encontré esto tirado en la calle —le enseñe la pulsera que no la había soltado desde que la recogí del suelo.

JACK: ¿Llevaba su móvil? —asentí— ¿La llamaste? —asentí de nuevo— ¿Y no se habrá ido a la universidad?

LISA: No iría sin despedirse de mí, sin avisarme.

JACK: A lo mejor le surgió algo, llama a Gabriela a ver si está en la habitación —hice lo que sugirió pero nada, Gabriela había estado toda la tarde en la habitación y Jennie no había aparecido por allá, antes de colgar le pedí que me avisara si sabía algo de ella. Jack agarro su móvil y marco un número—. Jennie, soy papá, cuando oigas esto por favor llámame.