Capítulo 10

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Leo's POV

–Muy bien, aquí voy.–Albin dio un largo trago de vino antes de hablar.–¿Cuál es el colmo de Suecia?

Pensé por unos segundos mirando a Astrid quien sólo reviró los ojos mirando su reloj.

–Ok, chico, escucha.–Albin me pidió acercarme a él y eso hice inclinándome a centímetros de su boca.–¡Estocolmo!–El hombre comenzó a reír de su propio chiste seguido de mí, que me reía de lo malo que era.

–Se ve muy feliz.–Le dije a Astrid quien retiró la botella de vino del lugar.

–Suficiente por hoy, grandulón.–Albin y Astrid eran amigos de Rosé, Jennie y ella se reunirían con nosotros en unos minutos ya que las entrevistas de Jennie se habían retrasado un poco más de lo esperado.

Llevaba esperando cerca de una hora pero no me molestaba en lo absoluto, Albin y Astrid eran buena compañía. Ambos suecos eran un par interesante, comenzando con el hecho de que eran gemelos. Tenían los mismos rasgos a excepción de la larga barba de Albin. Era un hombre alto, inclusive más que yo, alcanzaba casi 1.90 de altura llevándome de ventaja diez centímetros.

–Ahí vienen las chicas.–Dijo Astrid y me levanté de mi asiento cuando vi a Jennie entrar.

Jennie traía un suéter gris que cubría su cuerpo entero, debía traer cerca de tres prendas dentro porque Suecia era un lugar bastante frío. Cuando entró por la puerta verde del restaurante Gustavino comencé a sentir mis manos sudar.

–Hola, Leo.–Me dijo acercándose y dándome un abrazo rápido en forma de saludo. Cuando le correspondí el abrazo noté su olor a cerezas.

–Hey, ¿cómo estás?–Pregunté ya que se veía algo cansada y me sentí algo preocupado por ella.

–Estoy bien, sólo algo agitada del viaje.

Asentí y saludé a Rosé quien rápidamente se instaló al lado de los gemelos. Jalé una de las sillas que estaban a mi lado para que Jennie se sentara.

–Un gusto, soy Jennie.–Dijo saludando a los gemelos.–Gracias, Leo.–Jennie se sentó e hice lo mismo.

–Soy Albin y ella es Astrid.–Jennie miró a la ojiazul dándole una sonrisa. Noté que los ojos de Jennie se achinaban cuando sonreía y sus mejillas eran como dos bolitas de arroz.

Aparté mi mirada cuando volteó a verme y bajé la cabeza tratando de no sonrojarme.

–¿Qué tal el concierto, Leo?–Preguntó Rosé mientras veía la carta.

–Estupendo, los fans estaban muy energéticos.–Dije.

–¿Te vas mañana?–Preguntó Jennie.–Asentí.

–Mi vuelo sale temprano pero mi manager me permitió venir.–Jin me había montado un sermón acerca de salir con otros idols pero le había explicado que sería bastante tarde por lo que sólo me pidió no exponerme mucho.

–Por cierto, ¿por qué no hay nadie en el restaurante?–Preguntó Jennie.

–Lo cerramos temprano para que pudieran venir.–Dijo Albin.–Somos los dueños como verás y cuando nuestra Rosé nos dijo que necesitaba un lugar privado pensamos en este. Luego podemos caminar por Estocolmo, de noche no hay muchas personas en estas épocas, así que no será problema.

–Bueno, pero pidamos que muero de hambre.–Dijo Rosé con desespero haciendo que Albin riera. El apetito de mi amiga era algo que todos recordaban al conocerla.

Pasaron los minutos y continuamos conversando acerca de la historia en Suecia, desde las conquistas hasta la política de hoy en día. Astrid nos mostró cientos de fotos de los lugares más turísticos de aquí haciendo que los ojos de Jennie brillaran.

call me Leo [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora