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Desperté al notar como el viejo colchón se movía, abrí un ojo y ví al peliblanco levantándose de la cama y desapareciendo por la puerta. Minutos después vinieron a levantarme y llevarme con las demás, una sonrisa tonta se formaba en mi labios al recordar lo de anoche, Yoongi se había quedado toda la noche durmiendo conmigo, se habría gastado mucho.

No me llevaron donde las chicas si no que me llevaron al cuarto de la vez anterior, dónde hablé con flamenco.

--Hombre princesa, ¡por fin haces algo bien! - me pellizcó los mofletes como si fuera una niña de 8 años, le aparté con asco.
--¿Se bebió el champán? - asentí. --Perfecto, se ha gastado más de 2000 wones.
Me sorprendí al oír la cifra, ¿se había gastado todo eso sólo por mi? No me lo podía creer.

Luego de eso me regresaron con las chicas dónde comimos y descansamos, volvían a faltar más chicas y aparecieron dos nuevas, una era de mediana edad y la otra parecía más joven,tenía los ojos azules y el pelo negro.

--¿Dónde has pasado la noche? Nos tenías preocupadas - preguntó Suni.
--Estaba con un cliente...
--¿El de pelo blanco?
--Si.
--¿Vosotros dos sois...algo...?
--No, simplemente viene para desahogarse, también me suele escuchar. Hoy se ha querido quedar a dormir conmigo.

Las chicas al escucharme abrieron sus ojos como platos, y una de ellas me preguntó sobresaltada.
--¿¡Te has enamorado de un cliente?! - gritó en bajito para que los de fuera no lograrán escucharlo.
Entonces empezamos a susurrar.
--N-no, claro que no, somos.... No lo sé, no sé qué somos, simplemente nos desahogamos, está muy roto y me consuela a mi también, pero no es... amor.... Creo.
Se miraron entre ellas y todas se miraron con aspecto preocupado.
--Mira cariño... Muchos clientes vienen a eso... No es algo raro, el hecho de que te escuche también es normal, lo hacen para no sentirse tan mal con sus vidas, es mejor que no te hagas ilusiones... - Me dijo una de las mayores.
--P-pero... ¿A vosotras también os vienen clientes así?
Muchas asistieron con lástima, compadeciéndose de mí, tuve ganas de llorar, pero decidí no hacerlo, seguiría viéndole cuando el quisiese y afrontaría que no íbamos a ser nada, sólo prostituta y cliente.

Pasamos casi todo el día en silencio, flamenco nos amenazó diciéndo que como hablásemos nos pegaba un tiro en la sien, escuchamos varias voces fuera y estuvimos a punto de gritar pidiendo auxilio, pero corríamos el riesgo de que sólo fuesen simples clientes y no la policía.
Escuchábamos cómo las goteras dejaban caer agua al suelo y algunos vehículos en el exterior aparcando, sobretodo motos y grandes camiones.

Llegó de nuevo la noche y nos anunciaron las que bailarían, me volvía a tocar.
Bailé mientras buscaba a Suga con la mirada, no estaba, pero tenía la esperanza de que llegaría más tarde.

Después de terminar mi show bajé de nuevo al sótano y esperamos a que todas las chicas de ese día terminasen sus espectáculos, una vez todas reunidas se llevaban a las que habían conseguido un cliente, me tomaron a mí y a Suni junto con alguna más y nos arrastraron por los claustrofóbicos pasillos hasta llegar a las habitaciones.

Me encerraron en una y en unos minutos abrieron la puerta, me dió un ataque de ansiedad al ver que no era Suga el que entraba por la puerta, era un hombre de baja estatura, musculado, con el pelo largo rizado negro y bigote, cómo no con chupa de cuero.
--Hola preciosa - se acercó a mí sonriendo de una forma sátira .--Vamos a divertirnos un rato.

Me acorraló contra la pared dejándome sin salida, luego de eso se abalanzó a mis labios besandolos de forma sucia, era como chupar un cenicero, El terrible sabor del tabaco concentrado me dieron náuseas.
--Vaya, primero te resistes y luego te doy asco... Estoy segurísimo de que no quieres que flamenco sepa que me has dado un mal servicio...... - dijo poniendo cara de niño bueno en forma de amenaza.
El miedo me consumió y las lágrimas volvieron a mis ojos.
--No llores preciosa - dijo acariciendome la sien para luego volver a besarme.
Entre la angustia, el miedo y el sabor a cenicero, un flujo salió por mi garganta formando un gran charco en el suelo, agaché mi cabeza y me recogí el pelo al segundo, mientras, el motero miraba asqueado casi con ganas de vomitar también.
--Una pena, flamenco tendrá que saber de esto, nos vemos. - escupió y volvió a salir, dejándome con las piernas temblorosas y aún agarrandome el pelo.
Uno de los matones entró y miró la escena con espanto, me tomó enfadado del brazo sin ninguna delicadeza.
--La acabas de cagar hasta el fondo.

Me llevó por los pasillos de nuevo hasta llegar a una puerta metálica, la abrió con un enorme estruendo y me lanzó dentro con fuerza, haciendo que cayese al suelo aturdida. No entraba ninguna luz, estaba completamente a oscuras.

Lloraba en silencio cuándo la puerta se abrió, cegándome con un resplandor de luz, ví la sombra de flamenco, llevaba un cinturón en la mano, se formó una tétrica sonrisa en sus amarillentos dientes y volvieron a cerrar la puerta, dejándome otra vez a oscuras, pero esta vez, con un psicópata dentro.
En cuanto noté el gran golpe del terco cinturón en mi cuello, supe de verdad que la había cagado hasta el fondo.

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Nota de la autora:

Holaa! ¿qué tal? ❤️
espero que os guste esta historia y que cualquier duda o cualquier error que veáis me lo comentéis, o si simplemente queréis opinar y añadir alguna tontería por mi encantada, ¡me hace mucha ilusión que comentéis y votéis de verdad! y ya si me compartís os hago una estatua.🚶🏽‍♀️🚶🏽‍♀️🚶🏽‍♀️

muchos besos🥰

Amnesia - Min Yoongi ffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora