cheating;

5.2K 277 38
                                    

el frío había congelado tu rostro en las afueras de seúl, traías contigo un pastel de chocolate para celebrar el cumpleaños de tu novio, y así poder pasar un tiempo a solas.
no habías avisado, por lo tanto querías sorprenderlo de una forma muy bonita. ya teniendo en cuenta que el trabajaba hasta tarde ese día y teniendo una copia de su departamento que él mismo te había regalado ibas a poder montar las decoraciones para más tarde.

once y media de la noche, subiste las escaleras hacia la habitación donde san se alojaba. acomodaste todo en una sola mano para poder abrir la puerta, consiguiéndolo a la perfección. entraste, dejaste tu abrigo y posteriormente dejaste el pastel en la mesa junto con las decoraciones y el champán. suspiraste.

tus pensamientos fueron interrumpidos por unos sonidos saliendo del cuarto de san. dudaste. se suponía que no había nadie en casa, el mismo te lo había dicho.
pronto te diste cuenta de que no eran unos sonidos cualquiera, eran gemidos. te asustaste por un momento imaginando que algo le había pasado a tu novio, pero una voz femenina logró captar aún más tu atención. no querías imaginar lo peor.
avanzaste hacia la puerta entreabierta del cuarto, asomaste tu cabeza logrando ver una escena de la cual nunca te olvidarías en un largo tiempo.

una melena pelirroja se lograba ver encima de san, sus labios chocaban con los de él y su cuerpo estaba en una posición poco prometedora. en un acto de reacción empujaste la puerta fuertemente logrando captar la atención de aquellos dos. la expresión de san era sorpresiva, sus ojos estaban brillando y su labio inferior estaba temblando. la chica se separó de él, llevó un dedo hacia su boca con un sentimiento pícaro y sinvergüenza.

—jagi.. -susurró el chico, con un nudo en la garganta.

la chica desconocida se levantó, tomó sus cosas como si nada y se acercó a ti.

—siento mucho que hayas tenido que ver esto, pero.. creo que mi trabajo aquí terminó. hasta pronto, querida.

sus caderas se movían al compás de sus pasos, los cuales se lograban escuchar por sus zapatos de tacón que llevaba.
te quedaste estática en la puerta, sin decir nada. san se quedó de la misma manera por unos segundos, hasta que se levantó yendo hasta tu cuerpo.

—n-no es lo que pien.. —tu mano dió contra su mejilla en un golpe seco pero seguro.

—no quiero que me expliques nada.

tus lágrimas comenzaban a salir, y sin que te dieras cuenta ya habías dejado la habitación. recogiste tu abrigo dispuesta a salir del departamento.

—¡jagi! —gritó antes de que salieras del lugar. —déjame explicarte, por favor..

—no. —susurraste. —eres un grandísimo hijo de puta, choi san. en serio, te juro que no me volverás a ver en tu vida. púdrete.

saliste del departamento confundida, aterrada y llena de dolor en tu pecho. tus lágrimas no paraban y te habías dado cuenta de lo tonta que habías sido.
así también, habías dejado a un chico completamente enojado consigo mismo mientras lloraba por haber perdido al amor de su vida.

san reactionsWhere stories live. Discover now