Una relación abusiva no es ningún chiste después de todo. Y puede hacer tanto daño que te puede dejar rota en mil pedazos.
Pero ¿Quien dijo que una siempre puede estar rota?
¿Que pasa si te digo que lo que te lastimo antes no es nada con lo que vend...
*ATENCION antes que comiencen a leer, hay una parte donde hay contenido adulto (como he puesto en la descripción de la historia) es parte de la novela así que YO LES HE AVISADO. Si no les gusta solo, eviten esa parte.*
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-Estoy lista. ¿Ya podemos irnos?-Dije saliendo de mi habitación buscando brillo labial en mi bolso.
No escuché respuesta alguna y al levantar mi mirada, Han se encontraba mirando a Minho con su mano cubriendo su boca, tratando de no reírse.
Mi mirada fue a parar a Minho, quien me miraba con su boca algo abierta, analizándome de pies a cabeza.
-Solo, déjalo unos segundos.-Dijo Han guiñándome un ojo.
-¿Me veo mal?-Le Dije a Minho quien me miro finalmente a él rostro y negó sucesivamente con su cabeza.
-¿Estás loca?-Dijo el indignado.-Te ves... te ves uhm...-Comenzó a decir algo nervioso.
-Hermosa. Te ves hermosa.-Dijo Han rodando sus ojos.
-Exacto.-Repitió Minho tomándose la frente.-Demasiado hermosa.
-Gracias.-Dije con una sonrisa.
-Creo que ya entiendo porque le has regalado eso.-Dijo Han repentinamente y Minho se giró para mirarlo algo ¿Enojado?- Va a ganar un par de miradas esta noche.
¿Que pasa con Minho?
-No hace falta que lo remarques hermano.-Dijo este algo frustrado.-Solo vamos, ¿Quieren?
Ambos asentimos y comencé a caminar para que Minho se colocará a mi lado, colocándome su chaqueta sobre mi.-No quiero que tengas frío.-Dijo mientras salimos al pasillo que daba al elevador fuera del departamento.
Lo mire extrañada.- Pero es verano.-Dije susurrándome para mi misma y frene un poco mientras que han se colocó junto a mi.
-Solo no quiere que te vean así por las calles.-Respondió Han.
-Pues... ¿Para que me regaló esto?
-Eso deberás saberlo tu. Creo que le gustaría más si lo usaras solo para el, ¿No crees?-Dijo Han con una sonrisa divertida, ganándose un pequeño empujón de mi parte.
Minutos después nos encontrábamos en el auto, Han y Minho iban discutiendo estupideces mientras que yo solo prestaba atención a la música que pasaba por la radio.
