Una relación abusiva no es ningún chiste después de todo. Y puede hacer tanto daño que te puede dejar rota en mil pedazos.
Pero ¿Quien dijo que una siempre puede estar rota?
¿Que pasa si te digo que lo que te lastimo antes no es nada con lo que vend...
"Será mejor que huyas de mi, antes de que me quede con tu alma... te decepcionare, déjame ir."
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-Seungmin, tienes visita.-Dijo una de las señoras que trabajaba en aquel psiquiátrico.-Pero antes debes tomar tu medicina.
Asentí, mientras que ella a través de la puerta me entregó aquellas pastillas que tomaba desde que me internaron aquí.
Coloque las pastillas en mi boca y bebí todo el agua del pequeño vaso que me habían dado.
La señora entró luego de ver el recipiente vacío y me observo, mientras que yo abrí la boca y levante la lengua, mostrándole que en realidad las había tomado.
-Bien. Eres el único aquí que se ve que quiere ser curado.-Dijo ella suspirando aliviada.
¿Curado? ¿Curado por tener un corazón roto?
-Ven, te llevare hasta la sala de visitas.-Dijo ella con una amable sonrisa y asentí.
La seguí por aquel largo pasillo, no había notado pero mi compañero de cuarto no se encontraba cuando me fui. No debí haberlo notado irse. Después de todo le habían dado el alta y estaba desesperado por irse... ¿Quien será mi nuevo compañero de cuarto?
Bajamos por unas escaleras... probablemente mi visita sería aquella misma persona que venía todas las semanas a verme. Ni siquiera mis padres venían a verme.
-Disculpe, ¿Podría ir mas despacio? Aun tengo las heridas de bala medió sensibles.-Dije tranquilamente agarrándome de la escalera y ella asintió.
No recuerdo mucho de aquel día, el día en que secuestré a Wheein. Con tan solo pensarlo una gran tristeza se acumulaba en mi.
Aunque no recuerdo nada, el psicólogo que me analizó luego de ese día, afirmó que desarrolle un trastorno de personalidad, después del trauma para no culparme a mi mismo sobre Min Ah, y que con el tiempo aquella se podría ir pero... iba a costar demasiado. Las medicinas ayudaban a mi depresión, estrés post traumático y trastorno. Aquel trastorno fue algo que no le dije a nadie aún.
Según se todavía el psicólogo no puedo ver mi segunda personalidad, y hasta que el no pueda presenciarla, no podía decirme mucho...
En resumen, mi otra personalidad, mi propio trastorno desarrollado después del accidente, fueron los culpables de todo lo que hice. Se que suena loco, pero eso explicaría cómo no recuerdo muchas cosas a veces... como habría llegado al trabajo, porque me encontraba en el edificio de Wheein.
