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El esperaba nervioso en aquella sala de espera. Su madre intentaba calmarlo al igual que su hermana. En cinco meses habían pasado muchas cosas... cosas muy importantes para el mundo magico.

Los distintos seres sobrenaturales lograron integrase entre los humanos y los humanos a ellos. En las escuela se impartía una materia llamada "Historia Magica" que enseñaba a los jóvenes sobre la historia, las diferentes razas, y tradiciones. Esto era obligatorio. Las grandes manadas que crecieron como ciudades ocultas para la humanidad se revelaron al mundo y formaron parte de las además civilizaciones mágicas... pero los humanos no podían entrar a estas sin un permiso especial del líder de aquella ciudad. Los humanos lograron aceptar que pertenecían al eslabón más bajo en la sociedad.... y a quienes les tenían más miedo era a los vampiros y a los demonios.

-Hijo, ya cálmate.- dijo su madre.- Ella estará bien.

-No nos han dicho nada desde hace dos horas! Como quieres que no me preocupe?!?- respondió.

Ella se separa de su lado para ir con su hija quien solo se mantiene mirando.

-De verdad la ama ¿no?.- pregunta.- Nunca había estado tan preocupado por alguien.

-Si, la ama con toda su alma.- dijo después de suspirar.

-Alfa.- dijo un medico llamando su atención.

-Como esta ella? Y los cachorros?.- pregunto de golpe. El medico sonrió.

-La luna esta bien y los cachorros en perfectas condiciones.- Tom suspiro aliviado.- Ya puede pasar a verla.

El no lo pensó dos veces y camino con premura por los pasillos. Cada medico y enfermera que lo veía le dedicaba una sonrisa junto a una reverencia... llego a la habitación y abrió la puerta.

Su pareja estaba en la camilla, con el cabello pegado a la frente... se le veía cansada pero eso no quitaba el hecho de que portada una enorme sonrisa. El se acerco con lagrimas en los ojos debido a la felicidad... y hay estaban... sus cachorros... sus hermosos cachorros...

-Hola...- dijo con voz cansada.- Te presento a nuestros cachorros...

Su sonrisa no se borraba. El sostuvo a uno de ellos...

-Ella es Avyanna...- dice ella con voz baja.- Y quería que eligieras el nombre de nuestro hijo...

El corazón de Tom se acelero, las lagrimas salieron... se sentía bien... no podía describirlo.

-S-si...- dijo sonriente.- Nuestro hijo... Nuestros pequeños...

Miro al bebe en sus brazos, tenía la misma piel blanca de su padre... sonrió ante ello.

-Quien nació primero?.- pregunto mirando a su hijo.

-El fue quien nació primero... me dio problemas.- rio un poco.

-Que te parece... Daniel.- dijo.

-Daniel... es muy bonito.- expreso somnolienta.- Me gustaría dormir un poco.

-Descansa.- entraron unas enfermeras.- Te amo...

-Te amo...





























































































(...)

-Ella debe estar con su madre.- dijo inseguro.- No conmigo, no puedo... hija sabes que no.

-Papa... no es que quiera hacerlo, debo hacerlo.- dijo con ojos cristalizados.

Avyanna se encontraba durmiendo en sus brazos. Con tan solo un año y medio de edad debía dejarla con su padre... Jarem. Por su seguridad.

-Esta bien, lo haré.- acepto tomando a su nieta en brazos.- ¿Estas segura de esto?

-No es que este segura... es que debo hacerlo, papa. Ya lo hable con Tom... el accedió.

Hace unos días... ella estaba con su pequeña Avy en los jardines. La miraba como si fuera su universo entero... pero su cuerpo se tenso. Los grises ojos de su pequeña resplandecieron con pequeñas pigmentaciónes púrpuras. Ella lo sabia desde que la tuvo en brazos por primera vez... lo supo debido a ese sentimiento de poder que ella irradiaba. Ella había heredado la sangre de los Lharzy... era probable que no heredara aquel don sombrío... pero lo que si era cierto es que los Lharzys presentaban indicios a muy corta edad.

-Necesito que la cuides con tu vida, padre. Ella es Avyanna Lharzy...- dijo con voz rota.- Sera una Lharzy desde que cruze esa puerta.

-La cuidaré con mi vida... después de todo, es mi única nieta.- expreso aceptando.

Ella beso la mejilla de su padre, y la cabecita de su pequeña para después dejar a la luz una cadena que la niña llevaba... uno idéntico al que llevaba su hermano. Un lobo y un cuervo... solo que en el caso de su pequeña el cuervo estaba encima del lobo, marcando propiedad. Fue un regalo de Elizabeth... la madrina de los pequeños.

-Ire a visitarles de vez en cuando... siempre y cuando pueda.- aclaro apartadose.

-Entonces nos veremos pronto, hija.

-Cuidala con tu vida, papa.

-Lo hare...

































































"Cuervo que crecerá entre los suyos... Lobo que crecerá para liderar."




































Siento que sea tan corto pero es necesario T_T

Estos son los collares que ambos niños llevan solo que el de la niña el cuervo esta sobre el lobo.

| Mi Asesina | Saga Cuervos #1Where stories live. Discover now