1.¡Era secreto Mamá!

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Aitana disfruta del aire libre apoyada en el pecho de Luis mientras el tocaba la guitarra junto a ella.

La playa estaba desierta, sólo había algunas parejas en el muro mirando el atardecer, pero en la arena sólo estaban ellos.

El sol bajaba poco a poco, y las estrellas empezaban a asomar, al igual que una Luna llena que ilumbraria todo el cielo.

-mamá, tengo sueño.

Aitana abría los ojos pudiendo observar a su pequeña.

En ese tiempo había creído mucho, y con sus excasos 5 años era toda una niña mayor, como quería que la llamasen.

-¿quieres que nos vayamos ya con los yayos?

Noelia afirmaba haciendo un puchero involuntario.

-venga.

Aitana se levantaba y sacudio su vestido veraniego blanco para intentar eliminar todo tipo de restos de arena.

-vamos Luis.

Luis sonríe observando a sus dos amorcitos.

No a podido tener más suerte de tener a ambas en su vida.

Luis se levanta y también quita el resto de arena, como anteriormente Aitana, pero con su pantalón, ya que tenía el torso descubierto.

Puso su básica corta negra mientras Aitana peinaba los difícil rizos de Noelia.

Al terminar de ponerselo cogió a su bebé, y ambos se dirigieron al coches, directos a la casa donde se crió Aitana y donde estaban durmiendo esos dias de vacaciones.

Noelia ama a los padres de Aitana desde el minuto uno en el que les vio por primera vez.

Y eso no puede alegrar más a la que no hace demasiado era la más pequeña.

¤¤¤

Ana llega agotada a casa.

Hoy a sido un día largo y duro, pero esta agradecida de todo lo que a logrado en unos pocos años.


Va directa al salón dejando más cosas en el sofá.

-¿qué tal?-pregunta Ana sin aliento.
-¡bien!

Roi da un dulce beso en los labios a Ana.

-¡mamá!

Ana se agacha y coge a su peque por los aires.

-¿qué tal con papá?
-bien, pero sigue sin saber hacer el zumo.
-ya le enseñaremos.

Ana junta su nariz con la de su peque y la mueve al lado contrario del contrario.

Ana baja al bebé de la casa y va junto a Roi.

-¿y Leire?
-la acabo de llamar, ya viene, no te preocupes tanto por ella anda.

Ana afirma mientras se sienta en el sofá al lado de Roi.

-¿qué tal el trabajo?
-bien, como siempre.

Roi asiente y Nico salta al lado de cada uno de sus papis.

-mamá, he echo esto para ti.

Nico entrega a su madre un dibujo echo por el en el colegio, aunque siga odiándolo.

En el se veía con perfección su familia, añadiendo a Oliver y todo.

Primero estaba Roi, con una gran tripa, aunque en la vida real no fuera así, después se veía a Ana, con Nico de la mano, y después Leire, que la dibujo con una gran sonrisa también agarrando su mano contraria.

En cinco años, que era los que llevaba con Roi, había creado a su familia soñada, con sus defectos, pero que a ojos de Ana no existian.

Después de mucho tiempo deseandolo, ahora tenia lo que quería.

Familia.

¤¤¤

Con el coche recién aparcado, Alfred sube a su hogar con Amaia y Helga, la niña que tuvieron hace menos de dos años.

Su sueño siempre había sido ser padre, y era muy feliz de poder serlo junto a Amaia, la mujer que protagoniza todos sus sentimientos, aunque tenía competencia con su hija, Helga.

-Hola.-grita al llegar a casa y va a la única luz encendida, la de la cocina.

Entra y ve a su amada cocinando mientras la pequeña estaba sentada en la encimera, seguramente liando alguna, como siempre.

-¡Hola Papá!-contesta, algo tarde Helga.

Alfred deja el maletín en una pequeña silla de la pequeña cocina.

-¿que tal estáis?

Helga asiente y sigue comiendo una galleta de chocolate.

-Bien, ¿y tu? ¿que tal el trabajo?

-Bien.

Alfred se acerca a su novia y da un beso en los labios.

-Me cambio y cocino contigo.

-¡Perfecto! Porque esta granuja no me quiere ayudar.

-¡Oye! ¡que era secreto mamá!

Empezamos novelita.

Bienes De Vida - Aiteda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora