Bienes De Vida - Aiteda.

19-Maldito Salón.

-¡venga! ¡despidete de los abus!

Noelia niega abrazando la pierna de su abuelo.

Aitana se pone de cuclillas y acaricia la espalda de su hija.

-no lo alargues más, por favor.

Noelia niega.

-si vamos a ir a ver a los papas de papi, ya verás como te lo vas a pasar bien.

Noelia se separa un poco de su Abu y mira a su madre.

-¿y son igual de guay y divertidos que los abus?
-son superdivertidos.
-¿y tú los conoces?
-los conozco, y tienen muchas ganas de también conocerte a ti.

Noelia se abraza más fuerte a la pierna de su abuelo.

-¿y por qué los abus no pueden venir?
-porque tienen que descansar.
-¿y...?
-basta de preguntas.-la interrumpe y la coje en brazos.-en una semanita estamos otra vez aquí, no seas caprichosa Noelia que papá quiere ver a sus papás y quiere que los conozcas.

Noelia se esconde en el hombro de su madre.

-lo siento por esta despedida.
-no te preocupes, es pequeña.

Aitana asiente sonriente mientras le da un beso en la mejilla a cada uno de sus padres.

-tener mucho cuidado.-despedía la madre en la puerta de su casa.-que hay mucho tonto por ahí.

Aitana asiente terminando de meter a su hija en la parte trasera del coche.

-no te preocupes mamá, Luis siempre va con cuidado, os quiero.

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Galicia.

Cepeda sonreía feliz al estar en tierra gallega, en su tierra natal.

Su pareja dormía plácidamente al lado suya, al igual que su hija en los asientos traseros.

Su pelo despeinado era excesivamente sexy como para ser real.

-aiti.-decía acariciando su brazo.-hemos llegado.

Aitana se movía cansada y abrió sus ojos.

-¿cuánto llevo dormida?
-no mucho tiempo.

Aitana asiente mientras se toca la frente, levantando su flequillo.

-voy a despertar a Noelia.

Aitana asiente como si de una resaca llevara.

Cepeda fue a la parte trasera y acaricio la mejilla de su hija, que compartía con la increíble mujer que tenía delante.

-ya hemos llegado, Noelia.

Noelia se mueve de una manera muy parecida a la de su madre, lo que hace matarlo de ternura a su padre.

Aitana se levanta y va a la parte de atrás con su novio.

-Es tarde, Luis.

Cepeda asiente y coje a su hija dormida.

Ambos se dirigen a la puerta de la casa del gallego y llaman al timbre agotados por el largo viaje.

Ya era de noche y, sobre todo el gallego, tenía unas ganas sobre humanas de irse a dormir y descansar con su amada.

Fueron pocos besos y abrazos debido a la tarde hora que era y entraron directos al salón.

Maldito salón.

He estado sin subir porque quiero que este PERFECTA Jueves, la novela que voy a estrenar ESTE VIERNES. Espero que lo entiendan y un montón de besazos!