~°Nombre Clave: Ocho "La Hacker" (Cuatro/Billy) Escuadron 6

VII

—¿hola?—Cuatro conectó los auriculares a la consola antes de lanzarse a su cama.

~Te escucho, ¿tú me escuchas?~Billy sonrió.

—Sep, te escucho.—

Ambos entraron a aquel juego de fantasía, donde el objetivo era destruir monstruos inmensos.

—Lamento lo de la consola, debí estar más atento. Prometo no volver a olvidarla.—

~Eso espero, porque la próxima no te la devolveré... igual no era por eso que quería hablarte... ¿por qué fuiste tan imbécil con Seis?~

—Estaba de malas.—

~De malas y una mierda, no puedes ser tan grosero ¿te gustaría que me riera de ti y tus rodillas peladas? Porque sí, vi tus vendas.~

—No me molestaría.—el chico sonrió.

~¿pero y si te digo que eres un asco escalando y que tienes tanto parkour como una abuela? No te gustaría ¿no?~

—... Eso creo.—

~Pues no seas grosero, con Seis ni con nadie... O voy a tener que darte una lección.~

—¿cómo? ¿en el Mortal Kombat?—

~... espero que tu puerta esté trabada, porque iré a tu cuarto a darte una paliza.~

Vamos, ven a mi cuarto.

—Cuando quieras, Ocho.—

~Si no me tan bien, te patearía el culo.~

—Ya ya, muchas amenazas de muerte por ser grosero ¿vamos a jugar o no?—

~Adelante.~

Ambos comenzaron a jugar, diciendo uno que otro comentario sin mucho interés.

~Por cierto ¿te duelen las rodillas?~

—¡Hey!—la chica rió dulcemente, haciendo que Billy muriera un poco.

~No lo digo para molestarte, es en serio.~

—No dolió, estaba tan distraído que no sentí nada. Recién ahora comienzo a sentir molestia.—

~¿distraído con qué?~

Contigo.

—En su día de pesca, de verdad tenía ganas de ir con ustedes.—mintió, aunque no del todo.

~No te preocupes, organizaremos otro día juntos más adelante.~

—¿tú y yo?—la chica rió bajito.

~Tú, yo y los demás, tonto.~

—Ah, así no tiene gracia.—

Unos segundos de silencio se instalaron en la partida, siendo el ruido de las batallas con los monstruos el único sonido presente.

~¿tienes algún ser querido?~Cuatro agradeció que la chica cambiara de tema.

—A mi mamá solamente ¿y tú?—

~Solo Lucas.~

—Sé que no me incumbe pero... ¿qué sucedió con él?—

~Cáncer... la única cosa de la que no podía protegerlo.~

—Lo siento, debió ser difícil.—

~Ese día, cuando Uno me encontró... tenía planeado suicidarme.~un escalofrío recorrió el cuerpo del chico.

—Tu hermano no hubiese querido que hicieras eso.—

~No era solo por lo de mi hermano...~

En ese momento, Cuatro recordó lo que Uno le había dicho. Ella había cometió graves errores también.

—¿quieres... contarlo?—

Cuatro maldijo internamente al no recibir respuesta, pues creyó que había incomodado a la chica con aquel comentario. Pero entonces ella continuó.

~Al no tener un ingreso de dinero para costear el tratamiento de Lucas, encontré la solución a nuestra situación en las estafas bancarias. Un día vacié una cuenta millonaria, creí que era de algún corrupto, porque según el algoritmo juntó muchísimo dinero en menos de un día... tiempo después salió en las noticias que la cuenta bancaria de un niño con una extraña enfermedad fue vaciada, ese dinero iba a ser para pagar su viaje a China y comenzar a tratar su problema... murió un día antes que Lucas. Yo le quité la oportunidad, Billy. Yo maté a ese niño.~

—No tenías forma de saberlo.—

~Sí, sí la tenía.~la chica comenzó a quebrarse~. Podría haber investigado al dueño de la cuenta, saber a qué estaba destinada. Pero no, estaba tan cegada en salvar a Lucas que ignoré todo lo demás. Él ya no tenía chances de sobrevivir, yo lo sabía. Pero uno nunca quiere aceptar que es el fin y por querer evitar lo inevitable, acabé con la vida de alguien inocente...~un silencio incómodo se hizo presente~. ¿Cuatro?~

La chica se extrañó al ver que Billy se desconectó de la partida, así que algo preocupada se levantó de su cama y caminó hasta la puerta con la idea de ir al cuarto del chico.

—¿Billy...?—

El chico estaba en la puerta, indeciso de hacer o no lo que tenía pensado. Pero el rostro preocupado y los ojos llorosos de la chica fueron suficiente para que la rodeara entre sus brazos.

—No voy a decirte que todo estará bien ahora pero... Yo estaré aquí... contigo.—

La chica no dijo nada, simplemente se aferró a la espalda del chico con fuerzas.