❝ Tears ❞ UsPer

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USA no tardó mucho en volver a buscar a Perú, quería arreglar las cosas y tratar de calmar su enojo, pero realmente no sabía con que palabras empezar ¿Qué debía decir? ¿Qué lo disculpara? Es que en realidad no podía decir algo que no sentía y es que no creía que había cometido un error, en ese momento trató de recordar varias cosas, pero al final siempre lo llevaban a lo mismo, él solo era un chico que deseaba salir con sus amigos y su novio se ponía celoso de ello.

Perú de todas formas no respondía el celular, no abría la puerta de casa y gracias a México pudo saber que este no quería verlo ni en pintura y que era mejor que se mantuviera alejado. . .suponía que había roto su corazón y al menos eso era lo que lo tenía mal, haber lastimado tanto al peruano de una forma indirecta.

El tiempo pasó y sus intentos por hablar con el pecoso disminuyeron, sus llamadas parecían no entrar y se había cansado de mandar flores que el castaño o bien dejaba fuera de casa o bien mandaba a uno de sus amigos a recogerlas, por uno de ellos supo que Perú no deseaba tenerlas, pero al ser tan bonitas no quería que se marchitaran tan rápido. USA suspiró, sin duda alguna el peruano era un chico muy dulce y amable que él había perdido por estupideces que no podía recordar o hacer conciencia de ellas.

Para cuando quiso encarar al peruano, luego de tanto tiempo, enserio, demasiado, había notado como él ya tenía a alguien más en su corazón, lo comprendía, después de todo él nunca se había disculpado, trataba sí, pero se había acobardado los primeros días y eso pasaron a ser semanas, lo que dio paso a largos meses mirando su celular pensando si debía hacerlo o no, luego llegaron las flores y después de incansables métodos de llegar al moreno se dio cuenta de que había alguien más en su vida. . .al parecer un país sudamericano, que por su puesto antes era amigo de su novio o en este caso ex novio, no sabía si era correcto, pero al menos se sentía mejor con ver a Chile  besar la carita de Perú y éste darle una sonrisa junto a una mirada de esperanza y felicidad. . . Su corazón se rompió, pero suponía que eso era lo que merecía.

Después de tanto tiempo al fin tenían otra junta gracias a la ONU, Perú seguía con su nuevo novio y él seguía mirándolo desde lejos, ¿Enserio le hacia tan feliz? , quería dejar de observarlo, dejar de ver su sonrisa, pero no podía evitarlo, se estaba dando cuenta de todo lo que se había perdido con su contrario, su sonrisa, sus besos, sus mimos, todo, pero ya era tarde.

Esa reunión pasó a ser un encuentro algo extraño, pues ni bien terminó parecía que todos se iban a una habitación en específico y luego se dio cuenta de lo que pasaba, era el cumpleaños de uno de sus compañeros, por su puesto, el alcohol no falto y una cosa llevó a la otra, ahora veía como la mayoría ya estaba por los suelos y otros andaban bailando por ahí, aunque no del todo bien, de hecho era muy gracioso, no obstante la gracia se acabó para USA cuando noto cierta escena.

—Chile, creo que deberíamos ir a casa— Era lindo ver al castaño preocuparse por el contrario, como tomaba su mano, de hecho esa escena le parecía familiar. Por su puesto el actual novio de Perú no se tomó muy bien su reacción pues apartó sus manos de forma brusca, recalcandole que aún quería estar ahí y disfrutar del momento, por lo cual el pecoso solo le respondió que ya estaba bastante ebrio y que era mejor ir a casa para descansar.

—Si tanto quieres irte, entonces vete, al menos ya sé lo poco que te interesas por mi.— Perú y USA vieron como el chico se retiro con el resto para seguir ingresando alcohol a su sistema, mientras que el rubio miraba al moreno pudo notar una mueca de disgusto, pensaba que era mejor que se fuera, pero Perú no le parecía tan buena idea pues se fue a sentar a una de las tantas sillas que estaban vacías.

Ahora se preguntaba si él debía quedarse al menos para saber lo que pasaba. Como suponía el chico no volvió en un largo rato y Perú parecía que en cualquier momento caería dormido, suspiró cuando por fin vio a Chile volver y con cierta complicación en su caminar, no había duda que ya estaba en las últimas. El moreno lo ayudó y vio como ambos se retiraban y su ex-novio daba un suspiro de alivio por eso.

Un recuerdo fugaz pasó por su mente al recordar esa noche, él no había querido irse con Perú, es más ni si quiera le dio la oportunidad de tratarlo con ese cariño con el cual había tratado a Chile, sino que decidió irse con una persona con la cual no había llegado a esa fiesta, dejó a Perú, dejó que se fuera solo, él también había esperado pacientemente para ayudarlo; sin embargo, el había rechazado su ayuda y aceptado la de otro, el problema con eso es que él había ido a la fiesta con Perú, este se quedó con él, disfrutaron, se supone que debían volver juntos a casa, pero debido a su causa Perú tuvo que volver solo a la suya, ¿Acaso no pensaba? Pudo haberle pasado algo malo y él estaba pasando el rato con su amigo.