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"Cap. II El verdadero terror"

Están aquí.

Mi piernas comenzaron a temblar del miedo. Pronto me daría una ataque, terror recorría por mis venas. Podía tener un accidente con mi ropa ahora mismo, pero logro controlar mi vejiga para no cometer el mismo error que en años pasados. 

Al menos yo si logro mi objetivo, porque mi compañero de cosecha no. Una mancha comienza a expandirse por sus pantalones, humedeciendo la tierra fértil bajo sus pies. No puedo evitar tener una sonrisa burlona en mi cara, que no dura mucho, pues recuerdo en la situación en la que estamos. 

Naves con una forma geométrica, descendieron con sumo cuidado, respetando la cosecha. No tardamos en sentir el aire más pesado, más frío, más oscuro. Las puertas se abrieron dejando escapar aire y levantando tierra suelta. 

Faragan de mínimo dos metros empezaron a bajar por unas pequeñas escaleras que había tocado el suelo. La mayoría de ellos visten con telas negras y pesadas, ojos intimidantes. Solo los Faragan más importante tienen una cola tan larga y delgada, sabemos que cuando un Faragan tan importante aparece, es porque algo malo pasará. 

La gente comenzó a ponerse de un solo lado, mientras los Faragan se posaron frente a nosotros. Había 6 de ellos, y uno que parecía un líder. La cola lo delataba. 

—Dats belle kanuki jusy? —Nunca en mi vida había escuchado esas palabras, que él soldado le dijo a él líder, pasando una pequeña foto.

La voz era tal y como lo recordaba aquella última vez que los miré. 

—Moy —Respondió el líder para después mirarnos— Se nos ha informado que no hay ofrenda, y hay delito en esta aldea. El Kanuki nos ha enviado para darles un mensaje ¿Cómo van a pagar?

Olvidaba que con ellos hemos vuelto a los trueques, tristemente nunca podemos llegar a un precio justo. Siempre tenemos que perder nosotros, no ellos. 

Desde que ellos tomaron el control, mi abuelo me dijo que no se tocaron el corazón con nadie, no ayudaron a niños ni a bebés, para ellos todos los humanos siempre fueron iguales. Por alguna razón cada vez que uno de ellos parecía hablar de mi especie, parecía que nos odiaban, aunque no pudiésemos entender su idioma. 

—No tenemos nada —Habla el líder de la aldea— Pagaremos el precio

Todos comenzamos a sentirnos preocupados cuando el líder de escuadrón comienza a hablar su legua con todos los compañeros que tiene. Me comienzo a sentir muy nerviosa. 

Necesito proteger a mis hermanos. 

—Belle —Finaliza el líder, y es la única palabra que puedo identificar— ¿Quién es el responsable de los cultivos?

Esa palabra la he entendido y no me agrada la idea. He oído que a veces se han llevado a las mujeres jóvenes para tareas domesticas o hasta sexuales, todos son rumores, pero no quiero descubrir cual sea la verdad. 

—Tenemos varios a cargos, tanto de cuidar como de cosechar —Habla rápidamente el anciano líder que tenemos— Pero la que se puede hacer responsable es ella

Y si. Me ha apuntado a mi. Maldito anciano estúpido.

—Nos llevaremos a la responsable única, y serán salvados por única ocasión —Nos dice el Faragan líder

—Lo siento, pero creo que el responsable es el anciano —Hablo con el poco valor que me queda

—O te llevamos a ti, o mueren todos, un anciano no nos sirve, Belle —Responda de forma seca

Maldita sea.

Mi hermano menor corre a abrazarme— Alec voy a volver, dile eso a tu hermano, y dile mucho que te cuide del anciano, que cuando regrese me encargaré de eso viejo necio y arrogante —le susurro al odio— No llores bebé, voy a volver, y nos iremos de este feo lugar

—Te quiero —Dice mi pequeño hermano

No me queda mas opción que caminar hacia adelante. La aldea no me importa mucho, todos ellos decidieron dejar vivir a la familia de la cabaña, y ahora yo pago ese error.

—Cuando regrese, si no encuentro a mis hermanos bien, te juro que te mataré y bailare sobre tu maldita tumba —Le susurro al anciano, mientras le doy un cálido abrazo

Los Faragan no me esperan mucho tiempo, me escoltan para poder subir a la nave. Ellos me intimidan, pero al menos mis piernas ya no están temblando.

¿Me harán esclava? ¿Quedran sirvienta?

El cualquier caso, el estar cerca de ellos me cala hasta lo más profundo de mi. Tengo un odio y un miedo a la especie y el hombre con cola a mi lado me intimida mucho, no me gusta ni un poco. A lado de los demás da bastante miedo y escalofríos, no es normal estar tan alto, tener una piel así y mucho menos una cola que parece tener un aguijón letal en la punta, capaz de atravesar cualquier cosa o humano. 

Una vez estamos dentro de la nave, me colocan en un asiento de piel, piel de verdad, y un cinturón de algún material precioso. Los Faragan están hablando en su idioma. No entiendo ni una puta palabra de lo que dicen.

—Kanuki foy avis may —Dice uno de ellos

El lugar es grande. Y tiene demasiada tecnología, tecnología que nunca en mi vida había visto. Mi abuelo me contó sobre esas pantallas. Pantallas grandes que  parecen cristales, pues se puede ver todo desde esas pantallas aunque del otro lado estén cerradas. Muchas pequeñas luces con cientos de palancas, asientos con cueros difíciles de encontrar. 

Lo más importante, tienen agua purificada. Nos hacen trabajar por esa agua purificada como si fuéramos animales. La garganta se me cierra al desear beber un poco de agua, hace dos días desde mi último trago. 

Ellos parecen primitivos a lado de esto tan futurístico. Pero no debo olvidar que ellos son guerreros, que trabajan para una persona. Que llegaron a nuestro hogar y nos quitaron todo. No debo olvidar que son seres superiores e inteligentes.

¿Humanos? No ellos no son humanos, ellos son unos monstruos. Aunque su forma humanoide nos quiera confundir.

The love of tired swans +18Where stories live. Discover now