0.32

7.8K 305 130
                                    

A días de navidad y estaba junto a Ignacio parados en una estación de servicio para comprar algo, tenía el cumpleaños de su mamá hoy a la noche y me pidió si podía acompañarlo, al principio me negué puesto que sería incómodo ir a casa de mi ex suegra donde estaría toda la familia de Nacho pero luego Natalia, la mamá de Matías, me llamo invitandome por que el boludo de su hijo le mando un audio por WhatsApp preguntándole si podía ir. Eran las 9 de la noche y recién llegábamos hasta la casa de la mamá de ignacio, dejo el auto aparcado sobre la calle para bajarse abriendo la puerta de atrás sacando mi mochila pequeña junto al regalo que ambos le compramos, era un perfume junto a un relicario victoriano, algo así dijo la mina que atendía,  con una foto de ellos dos dentro, este tenia detalles en diamante y oro.  Venia en una cajita de terciopelo negra dentro de la bolsa que traía Nacho

Vamos-puso una mano en mi espalda baja dándome un leve empujón para comenzar a caminar, los nervios comenzaron a llegar cuando escuche risas por sobre la música. Cuando toco la puerta rápidamente me di la vuelta escondiendome detrás de el, río haciendo montoncito con su mano derecha- que haces boluda?

No alcance a responder cuando la puerta principal se abrió dejando ver una cabellera rubia larga, ignacio abrazo a su madre mientras yo seguía detrás suyo con una mano en mi boca nerviosa, Natalia se dio la vuelta clavando su mirada en mi, rápidamente abrió sus brazos envolviendome en ellos con cariño. Mire a Matías quien sonreía mirando la escena mientras se llevaba una mano a la gorra del buzo negro que traía, una vez me soltó nos invitó a pasar caminando hasta lo que suponía era el patio trasero en donde se escuchaba toda la música, me agarré del buzo de Matías caminando detrás suya, llegamos a lo que es el patio en donde estaba toda la familia de mi ex, conocía a unos pocos, los más cercanos a él que eran un par de primos y su abuela.

El platinado me tomo de la mano cuando comenzó a saludar a su familia para que lo siguiera, saludamos a todos los que estaban en el patio reunidos, la abuelita al vernos se emocionó pensando que habíamos vuelto, simplemente nos miramos de reojo antes que viniera la mamá del Argentino dándonos un fernet a cada uno. Habían varios bailando al ritmo del cuarteto que se oía de fondo, otros estaban sentados conversando, ignacio y yo estábamos en una esquina mirando todo el lugar, sabía que no se sentía muy cómodo luego de todo lo que pasó, hace años no estaba junto a toda su familia reunida en casa de su madre.

Querés otro fernet?-pregunto volteando a mirarme, hizo el ademán de comenzar a caminar hacia la cocina pero lo tome de la muñeca tirando de el para que no se alejara por completo, río cuando nuestros cuerpos chocaron producto del repentino tirón que ejercí sobre el- que?

No me dejes sola dale, sigo incomoda-hable en voz baja para que no escucharan los que teníamos de más cerca, hice un leve puchero haciendo que su mirada se centre en mis labios, sonrio dejando una mano sobre mi mejilla y con su dedo pulgar tiro de mi labio deshaciendo el puchero. Me beso la frente manteniéndose quieto durando unos segundos antes de abrazarme por los hombros quedando parado a la par mía, entrelazo la mano que tenía sobre mi hombro con la mía

Tengo unas ganas de comerte la boca-susurro mirando a otro lado, levante la mirada para ver su perfil, estaba serio mirando atento como bailaban su vieja junto a uno de sus tíos. Sonrei de boca cerrada sin saber que decir, volví mi mirada al frente cuando escuche mi nombre viendo a la abuela de ignacio llegar a nuestro lado, me tiro de la mano llevándome hasta la pista improvisada de baile y comenzar a moverse al ritmo de la música, mire la morocho quien tenía un vaso en la boca sonriendo en nuestra dirección, me guiño un ojo sin quitar su mirada de la mía

Luego de un par de temas más la abuela de nacho me dejo ir no sin antes darme un abrazo, entre a la casa caminando hasta la cocina donde había visto al platinado entrar por última vez, estaba abriendo una cerveza moviendo la cabeza al ritmo de la canción que se escuchaba, levantó la mirada cuando escuchó mis pasos y sonrio cuando me vio entrar. Dejo la cerveza a un lado para caminar hasta mi, paso sus manos por mi cintura acercandome a el pegando su frente a la mía,  comence a ponerme nerviosa sin razón, no quería confundir las cosas,  nos estábamos llevando demasiado bien y no quería que volviese a ser todo incomodo como antes.

𝐂𝐨𝐥𝐭𝐚 •𝐓𝐑𝐔𝐄𝐍𝐎•Onde histórias criam vida. Descubra agora