♡ ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ 10 ♡

2.7K 310 398
                                    

El castaño se encontraba en una de las mesas de al fondo del bar, eran como las cinco de la tarde, y hace unos minutos, había llamado a Angel para confirmar su llegada, a lo que él le respondió que estaba en camino.

Mientras tanto, Alastor hablaba con uno de sus mejores clientes en el bar, Husk, un ludópata y alcohólico de mal carácter, un amargado que había perdido la habilidad de amar desde que terminó con su quinta esposa al encontrarla fornicando con un tipo que ni conocía.

-Entonces, llevo saliendo así, bastante tiempo con ese chiquillo, es bastante travieso y muy bueno en la cama, demasiado hiperactivo, definitivamente es todo lo contrario a mi, pero en fin, resulta que su familia está envuelta en una puta mafia. -

Comentó el de ojos avellana suspirando.

-¿Y porque a ti te gusta meterte en lugares donde no debes? El tema con las mafias es algo peligroso, ¿sabes?-

Oh mira, Husk estaba preocupado, que sorpresa el alcohol lo hacía más "cariñoso" al parecer.
Husk al darse cuenta de lo que había dicho, gruñó y tomo de la botella de alcohol barato.

-Pero bueno, haz la mierda que quieras, si quieres hasta hacer un trato con el mismísimo Lucifer, me importará una mierda.-

Si, definitivamente Husk era un buen amigo.
Al rato llego Angel, tenia unos lentes de corazón completamente rosas, se parecían a los de su jefe, pero Angel era mas lindo.

-Hola, amor mio.-

Angel tomó de las mejillas al castaño para poder besarlas.

-Hola, sigo aquí... -

-Oh, lo siento, ¿también quieres un beso en los labios? Saben a cereza, cariño.~ -

El peliblanco comenzó a reirse.

-Angel, ¿porqué te demoraste, sucedió algo? -

Preguntó mientras suspiraba y dejaba que el menor se sentara en su regazo, tomándole del cuello y dándole varios besos al mayor, Husk decidió irse de ver tanto afecto, dejando a la pareja en plena soledad, ya que en era la hora en que los clientes se juntaban, resulta que ahora abrían el bar desde las cinco de la tarde, y ya no desde las ocho, supuestamente aquello incrementaría las ganancias.

Alastor acariciaba las piernas descubiertas del menor mientras sonreía, le gustaba mucho la forma en que el peliblanco se vestía, con un short muy pequeño y de color rosa, junto con un polo rojo suelto hasta la cintura, dejando que se le viera el ombligo, sus botas negras hasta la rodilla, sus lentes en forma de corazón, su cabello desordenado, amaba todo de ese pequeño.

-Solo un problema familiar, nada nuevo enrealidad... -

Angel suspiró tristemente mientras acomodaba su cabeza en el pecho del castaño.
Estuvieron un rato disfrutando de el silencio de ambos, hasta que Angel se armó de valor para preguntar.

-Alastor, ¿tu harias de todo por mi, verdad?-

Angel miraba hacia el suelo, mientras se tocaba las manos nervioso.
El castaño lo miró con una sutil sonrisa mientras colocaba a él de ojos magenta en el sillón y le daba un beso en la frente para después acomodarse en el asiento y mirarle atentamente.

-Sabes que sí, ¿Porqué la pregunta, pequeño? -

-Quiero pedirte algo importante.-

Angel jamás dejaría que alguien le hiciera daño al chico que más amaba en todo el mundo.
El era el unico que le había enseñado el otro lado de la vida, el unico que supo tratarlo como quería, el unico que lo quiere por sus verdaderos sentimientos y no solo para tener algo con que coger.

💐 ♡ ʟᴏᴠᴇ & ᴛᴇᴀʀs ♡ 💐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora